GLADIO

<body topmargin=0 leftmargin=0 marginheight=0 marginwidth=0> <table cellpadding=0 cellspacing=0 border=0><tr> <td valign="top" colspan=2 height=82 BGCOLOR="#006699" TEXT="#080000"> <div> <FONT SIZE="3" COLOR="#BF0000" FACE="Times New Roman" ><B>GLOBO Y NACION</B></FONT><FONT SIZE="3" COLOR="#FFFFCC" FACE="Arial" ><B>     |   </B></FONT><B> </B><B> </B><FONT SIZE="3" COLOR="#BF0000" FACE="Times New Roman" ><A HREF="index.htm" TARGET="_top" TITLE="GLOBO Y NACION"><U><B>HOME</B></U></A></FONT><FONT SIZE="5" COLOR="#BF0000" FACE="Times New Roman" ><B>  </B></FONT><FONT SIZE="1" COLOR="#BF0000" FACE="Times New Roman" ><B> </B><B>Economics Newsletter    Beyond the Matrixx   Plan Colombia</B></FONT></div> <div> <B>Continente Indiano</B></div> <div> <B><IMG SRC="018f4010.gif" border=0 width="500" height="1" ALIGN="BOTTOM" HSPACE="0" VSPACE="0"></B></div> <div> </div> </td> </tr><tr> <td valign="top" width=7 BGCOLOR="#FFCC66" TEXT="#080000"> <bR> </td> <td valign="top" height=398 BGCOLOR="#FFFFFF" TEXT="#080000" background="01780803.gif"> <bR> <bR> <bR> <div> <B><U>16-10-2000-Informe exclusivo </U></B></div> <div> <B><U> </U></B></div> <div> <B><U>De los ex Agentes de la SIDE Informe Publicado en Julio del 2000 foro de SEPRIN. Pagina 12 del 15-10 toca el Mismo informe</U></B></div> <div> <B><U> </U></B></div> <div> <B><U> </U></B></div> <div> <B><U>24-07-00</U></B></div> <div> <I>INFORME  </I></div> <div> <B> </B></div> <div> Este informe es de los agentes y  agentes ex agentes de la SIDE  , el Publicar este informe ha movilizado a la CIA , a la DINA, Mossad y otras organizaciones. Así como amenazas, seguimientos e intentos de Infiltración. </div> <div> <B> </B></div> <div>  </div> <div> DE LA COLUMNA DE PATRIO MAGUIRE - FORO DE SEPRIN</div> <div>  </div> <div> Damos desde hoy, el inicio de una serie de informes altamente secretos; donde al final, los lectores del FORO, podrán sacar sus propias conclusiones pudiendo tener mas claro porqué un Estado (el cuál es sin lugar a dudas democrático) se convierte en TERRORISTA.</div> <bR> <bR> <div> Debajo del Estado se mueve otro estado paralelo que asegura la fidelidad de las provincias respecto a la metrópoli norteamericana. Otro estado que realiza trabajos especiales con los que se reconducen las democracias que toman rumbos independientes. </div> <bR> <div> En noviembre de 1990 un juez italiano que investigaba el terrorismo hizo pública la existencia de la Red Gladio: un ejército secreto vinculado a la OTAN y creado por la CIA durante los años 50 para impedir con cualquier medio (terrorismo incluido) la llegada al poder de partidos o personas sin la adecuada sintonía con Washington.</div> <bR> <div> __________________</div> <div>  </div> <div> Stanislas Levchenko, desertor pasado a Occidente, declaraba en 1991, muy poco antes del colapso del aparato estatal comunista en Rusia, que el KGB al que acababa de traicionar se encontraba en el momento de más alta actividad de las últimas dos décadas. Incluso en el país con una transición tan agitada que el diario Pravda no pudo en una ocasión entrar en máquinas debido al letargo en que el vodka había sumido a sus redactores, algo, nos decimos, habrá debido hacerse con el medio millón de agentes y los casi cinco millones de informadores que componían esta multinacional del soplo y el terror. Reventada la piñata, mucha información que para alguien tendrá interés circula por el mundo subastada al mejor postor en el mismo o distinto paquete que los maletines nucleares. Por algo el FSB, departamento que ha sucedido en Rusia al KGB, lanzaba dos veranos atrás su oferta pública, teléfono de contacto incluido, dirigida a todos los rusos que en ese momento trabajasen en nómina para alguna red de inteligencia extranjera: se comprometía a igualar el sueldo que tales servicios foráneos les pagasen, siempre que se avinieran a cambiar honestamente de bando. Más civilizado, imposible. Los métodos, es obvio, no siempre lo son tanto: recuérdese el reciente episodio de los enviados de Netanyahu que trataron de asesinar descaradamente en suelo jordano a un dirigente de Hamás.</div> <bR> <div> Eran las fechas previas a la Guerra del Golfo. Alemania e Italia se negaban a participar con tropas en la acción militar estadounidense, y en Gran Bretaña, las vacilaciones de la primera ministra se resolvieron con su dimisión ese mismo mes. Ante la relevancia de la noticia publicada en los principales diarios europeoslos intentos de silenciarla eran inútiles. El entonces secretario general de la OTAN, Manfred Wöerner, reconoció la existencia de la “Red Gladio”; el ministro belga de Defensa Guy Coemedeclaró que la red funcionaba aún y que el grupo que coordinaba sus secciones nacionales había efectuado su última reunión a finales de octubre de ese año.</div> <bR> <bR> <div> Del mismo modo en que resulta poco convincente sostener que Coco Chanel costeó el entierro en Roma de Walter Schellenberg -responsable del Servicio Secreto Exterior de la SS- sólo por amor, o que la bala de Ali Agca la pagó la URSS (cuando el Dr. Frankenstein de Lobos Grises, es decir, de lo que se ha llamado la versión turca de la Red Gladio, fue el Pentágono), nadie puede pensar que Bienvenida Pérez actuase por cuenta propia cuando dio a Sir Peter Harding, Jefe de Estado Mayor de Defensa de Gran Bretaña, el beso de su defenestración.La del espionaje, como es lógico, es epopeya plagada de misterios sin resolver que, en su mayoría, sólo comienzan a salir a la luz cuando sus principales protagonistas han sido ya puestos a resguardo del escándalo, el penal o algo peor por el piadoso Ángel de la Muerte. ¿Quién sabe, por ejemplo, qué fue de Martin Bormann, lugarteniente de Hitler esfumado entre las ruinas del Berlín convertido en pulpa de hierro y fuego amasada con sangre? Por descontado que Wolf, pese a poder, no despeja la incógnita (como tampoco la de Estermann: aún no le había volado los sesos su subordinado en la Guardia Suiza). Prominentes conspirólogos como Dugin o Parvulesco aseveran que cruzó la frontera teóricamente menos indicada, buscando y hallando refugio en el campo soviético, donde le amparaba un pacto de silencio previamente acordado entre altos cargos del SD y la Gestapo alemanes y, del otro lado, Viktor Abakumov, adjunto de Beria y jerifalte del KGB. Así lo corroboró uno de esos pintorescos personajes, típicos del mundo del espionaje: Michel Goleniewski, que facilitó abundante información a la CIA desde su privilegiada posición de coronel de los servicios secretos polacos y cruzó a Occidente en 1960, afirmando ser... ¡el zarevich Alexei, hijo del zar Nicolás II! Pretensión menos lunática y más pragmática de lo que parece, además de muy oportuna para algunos, ya que la irrupción de este "heredero" contribuía, casualmente, a enrarecer y caricaturizar el ambiente del exilio ruso precisamente cuando los abogados de Anna Anderson (Anastasia) iniciaban en los tribunales una nueva ofensiva.</div> <bR> <div> __________________________________</div> <div> El caso es que, en febrero de 1946, parte -precisamente desde las páginas de Nacht Express, un diario de Berlín Oriental- la presunta sospecha soviética (¿mareo de la perdiz?) de que Bormann viva oculto en Patagonia, cuyas costas habría ganado a bordo de un submarino U-534 hundido tras cumplir su misión. Documentos de la Secretaría de Estado para la Inteligencia de Argentina desclasificados en 1992 se refieren a este hecho, remitiendo a otros documentos aún protegidos por el top-secret. En junio de1996, alguien no identificado entregó en Bariloche un pasaporte uruguayo a nombre de Ricardo Bauer, cobertura, según él, de Martin Bormann hasta su muerte en 1975.</div> <bR> <div> El escritor e investigador Ernest Milá ha averiguado, por su parte, y desvelado en un libro que algún día esperamos ver publicado, cuál fue el destino de Otto Rahn, oficial de la SS que legase a la posteridad dos obras clásicas sobre el catarismo y cuya prematura y discreta muerte ha dado lugar a las más extravagantes teorías: desde la que le presenta como un anti-nazi enmascarado descubierto y ejecutado por sus compañeros hasta la de su suicidio ritual, a la cátara, en las montañas de Languedoc. Simplemente, Rahn, que pertenecía al Estado Mayor de Himmler, era de ascendencia judía, por lo que hubo de pedir su baja en la SS en el año en que los certificados de pureza racial comenzaron a exigirse en esta organización. El mismo general SS Wolff firmó su esquela en la prensa, honor que de ningún modo se hubiera concedido a un traidor. Significativamente, nadie le dio de baja en el Registro Civil. A las órdenes de Wolff, bajo el nombre falso de Rudolf Rahn -un Rudolf Rahn al que asistía la secretaria de toda la vida de Otto Rahn- sirvió al III Reich como agente secreto en Oriente Medio, actuando como agitador en el levantamiento pro-alemán de Iraq de 1941.</div> <bR> <bR> <div> Durante el juicio uno de los "gladiadores" detenidos, Edgar Sogno, explicó su papel: "se trataba de la organización que actuaría en el caso de que el partido Comunista Italiano (PCI) [entonces muy vinculado a la URSS] pudiera llegar al poder". El propio ministro Andreotti confirmó que conocía el funcionamiento de Gladio. El portavoz del gobierno francés reconoció su existencia aunque añadió que fue disuelta en ese país en 1989 por orden del presidente Mitterrand. El ministro belga de Defensa explicó que la red existía en toda Europa Occidental y que "jugó la estrategia de la tensión terrorista para justificar regímenes duros en Europa". Otros jefes de gobierno negaron que supiesen de su existencia y funcionamiento. Es posible. Gladio no estaba bajo el control de parlamentos y gobiernos. Sólo conocían la Red un grupo de hombres de estado fieles y comprometidos con Washington. ("sólo llegué a conocer su existencia después de que fui nombrado para este cargo" declaró entonces el Jefe del Estado Mayor del ejército italiano</div> <bR> <bR> <div> Poco, en cualquier caso, quedará ya de Bormann, fuese cual fuese su destino final. Hoy, la estrella en candelero es Abdallah Ocalan, quien por extrañas razones fue a buscar refugio... en Kenya, presunta nación independiente donde sólo hace unos meses, tras el atentado contra la embajada americana, el FBI interrogaba y detenía por las calles a los nacionales con el desparpajo de quien se hallara en un Estado más de la Unión. Buen sitio, compañero. Ahora, ¿nos dirá el caudillo del PKK -si quiere, en verdad puede y los turcos le dan opción- quién ordenó la muerte de Olof Palme o "costeó los gastos" a Ali Agca?</div> <div> El ex-presidente italiano ALBERTO COSSIGA , siendo subsecretario deDefensa en 1966, crea un reglamento por lo que la "RED GLADIO" debía regirse y autorizó la captación de militares para dicha organización.</div> <div> El ex-primer Ministro GIULIO ANDREOTTI dijo ante el Senado hace tiempo que 621 patriotas habían sido reclutados, teniendo bien presente sus absolutas convicciones democráticas y su fidelidad a la Constitución</div> <div> Republicana antifascista.</div> <div> Luego más tarde sería el propio GIULIO ANDREOTTI en el 1972 declarase que varios dispersos y secretos depósitos de explosivos y de armas de los GLADIO habían desaparecido.</div> <bR> <bR> <div> LOS "GLADIADORES-OPERACIONES LLEVADAS A CABO</div> <bR> <div> "CLAVE-DAKOTA-47-ITALIA" : El avión que explotó hace años bajo la </div> <div> operación secreta y encubierta bajo el cielo italiano,denominada "CLAVE DAKOTA-47-ITALIA" y CÓDIGO :ARGO-16 ",descubriéndose este atentado después de una larga investigación de CONEXIONES y otros atentados por los Jueces italianos CARLO MASTELLONI y FELICE CARSON descubriendo que en el vuelo del "ARGO-16" habían sido asesinados cuatro</div> <div> militares pertenecientes a la RED GLADIO .</div> <div> GIULIO ANDREOTTI ,llegó a declarar en el Parlamento Italiano que llegaron a tener más de 2000 ( dos mil gladiadores ) asegurando que ninguno poseía o tenia una biografía con antecedentes sospechosos.</div> <div> En FRANCIA por otro lado,ante el escándalo levantado por la practicas encubiertas de la OTAN en Europa, llegó a declarar el entonces Presidente Fracoise Mitterrand, que hace años el personalmente había dado </div> <div> ordenes de disolver la "RED GLADIO " en Francia.</div> <bR> <bR> <div> " ATENTADO :EPT-990 ~EGYPT-AIR -1999-EE.UU." Acaso el derribo del vuelo de la compañía egipcia de EGYPT-AIR (EPT-990 ) y del vuelo de la compañía de los Estado Unidos ( TWA-800 ), derribados ambos por misiles ,fue por los intereses secretos militares en los dos vuelos, el origen de estos atentados terroristas???...</div> <div> Los acontecimientos también ocurridos del otro atentado terrorista el vuelo de la (PAN-AM~103) en la ciudad escocesa de Lockerbie y las historias no oficiales de los GLADIO EN ITALIA, deja muchas preguntas sin </div> <div> contestar a los intereses armamentistas que hay en juego hoy en día (Ejemplo EL TRAFICO DE ARMAS POR PARTE DE LA ARGENTINA; antes vedado),y en la otra historia no contada y silenciada premeditadamente por muchos gobiernos implicados de la región y derivaciones internacionales.</div> <div> (1)Son los G.A.L. de Felipe González,una copia clónica de la RED GLADIO que hay en Italia???...que es protegida por los Servicios Secretos, entre ellos el italiano???...(Los camaradas de la CRIM saben que no mentimos en esto que estamos diciendo)</div> <bR> <bR> <div> (2)Cual es la protección y responsabilidad del C.E.S.I.D. ESPAÑOL en todo esto???...</div> <bR> <div> Mientras tanto nos llama la atención como la SOCIEDAD INTERNACIONAL protestó enérgicamente con la violación de los DERECHOS HUMANOS en CHINA y en YUGOSLAVIA, mientras ahora tienen una reacción</div> <div> insensible ante los llamativos abusos rusos. El nuevo teatro de operaciones militares de CHECHENIA, es donde el poder de los misiles es el único diálogo, junto con la matanza indiscriminada de población civil inocente. </div> <bR> <bR> <div> (1)>Los G.A.L. de Felipe González usados en la GUERRA SUCIA CONTRA E.T.A. </div> <div> y como cortina de humo para el mercadeo de armas con importantes mercaderes y traficantes internacionales que se encuentran en el SANTUARIO de Marbella-Málaga(Andalucía)-España.</div> <bR> <div> (2)>EL C.E.S.I.D. dirigido por el Tte .Gral. Alonso Manglano sirvio de </div> <div> cobertura para operaciones encubiertas donde la corrupción del gobierno de Felipe González utilizo FONDOS RESERVADOS DEL ESTADO para financiar el terrorismode estado.En la actual Felipe González esta acusado del "SECUESTRO POLITICO, DESAPARICION FORZOSA E INCOMUNICACIÓN DE PERSONAS ( INCLUIDO UN MENOR ) "con derivaciones en URUGUAY, ESPAÑA e ITALIA.</div> <div> ___________________-</div> <div> LA RED GLADIO, EL MODELO AMERICANO-CUIDANDO LOS INTERESES DE ESTADOS UNIDOS</div> <bR> <bR> <div> Paraguay gozó de un gran prestigio entre los criminales anticomunistas </div> <div> de diversas regiones del mundo durante el período dictatorial del </div> <div> general Alfredo Stroessner, de 1954 a 1989. Además de su ubicación </div> <div> estratégica en América del Sur, Paraguay les ofrecía una "estabilidad </div> <div> política envidiable", garantías de impunidad de los delitos cometidos "y </div> <div> por cometerse", así como todo tipo de facilidades jurídico-administrativas, financieras, y logísticas. </div> <div> Fascistas italianos, nazis alemanes, terroristas croatas y cubanos, </div> <div> anticomunistas argentinos, brasileños y españoles, sicarios bolivianos, </div> <div> genocidas chilenos, y todo tipo de militares y civiles involucrados en </div> <div> violaciones de los derechos humanos, tráfico de armas, espionaje, y </div> <div> operaciones criminales eligieron Paraguay como su lugar de refugio, y </div> <div> fueron acogidos por las más altas autoridades del país como </div> <div> "combatientes por la libertad" y "héroes internacionales". </div> <div> El régimen dictatorial conducido por el general Stroessner, con la </div> <div> colaboración de militares y empresarios conservadores, ofreció el </div> <div> contexto de "paz" e impunidad que buscaban criminales como el médico </div> <div> nazi Josef Mengele, el jefe de la Logia Masónica P-2 Licio Gelli, el </div> <div> franquista español Juan León Cordón, entre otros personajes </div> <div> anticomunistas que se establecieron en Paraguay. Muchos de los agentes </div> <div> secretos chilenos, responsables de graves violaciones a los derechos </div> <div> humanos, detenciones y desapariciones, como Miguel Estay Reyno, "El </div> <div> Fanta" continuaron hasta 1992 residiendo con nombres falsos en </div> <div> Paraguay.</div> <div> Ya desde fines del siglo pasado Paraguay había ejercido una fuerte </div> <div> atracción para racistas alemanes como el doctor Bernard Forster, quien </div> <div> fundó allí la colonia Nueva Germania, con el objetivo de aplicar su </div> <div> programa de pureza racial.</div> <bR> <div> El "modelo paraguayo" de totalitarismo que aseguraba la "paz social a </div> <div> cualquier costo" fue elogiado entre otros por el entonces Presidente </div> <div> norteamericano Richard Nixon, quien reconoció que Paraguay constituía un </div> <div> eje estratégico clave para la lucha contra el comunismo. El 4 de mayo de </div> <div> 1968, al llegar a Asunción, Nixon le dijo a Stroessner: " En el campo de </div> <div> los asuntos internacionales, no conozco otra nación que se haya </div> <div> levantado más fuerte que la suya en contra de la amenaza del comunismo". </div> <bR> <div> La dictadura paraguaya despertaba envidias entre los militares del cono </div> <div> sur de América, que igualmente aspiraban a dirigir el destino de sus </div> <div> países por períodos prolongados que les permitieran concretar sus </div> <div> proyectos a largo plazo. Por esta razón, muchos de los principales </div> <div> agentes secretos de las tiranías latinoamericanas confluyeron en </div> <div> Paraguay en diversas oportunidades a fin de aprender de su experiencia </div> <div> represiva y coordinar estrategias para "limpiar a la región de la </div> <div> potencial amenaza del comunismo y la subversión. </div> <div> Desde fines de los años 60 existían relaciones fluidas entre oficiales </div> <div> de las fuerzas armadas de Sudamérica, quienes habían recibido juntos </div> <div> especialización contrainsurgente en las academias militares </div> <div> norteamericanas, donde se forjaron lazos de amistad y familiaridad. En </div> <div> otras etapas al interior de la región, militares latinoamericanos habían </div> <div> convivido por períodos de seis meses a dos años en centros de formación </div> <div> de Argentina o Panamá. Estas relaciones de militares argentinos con sus </div> <div> similares uruguayos, paraguayos, brasileños, chilenos, bolivianos y </div> <div> peruanos, tendrían sus frutos en los años de las dictaduras, algunos de </div> <div> los cuales veremos a continuación. </div> <bR> <bR> <div> EL CASO PRATS </div> <div> El 30 de setiembre de 1974, en Buenos Aires, a las 00.40 horas, cuando </div> <div> retornaban a su domicilio luego de una reunión social, el ex Vice </div> <div> Presidente de Chile y Ministro de Estado en el gobierno de Salvador </div> <div> Allende, general Carlos Prats Gonzáles y su esposa Sofía Cuthbert </div> <div> sufrieron un atentado con una bomba a control remoto que les quitó la </div> <div> vida. </div> <div> Así culminó uno de los primeros operativos en el exterior de la </div> <div> Dirección de Inteligencia Nacional de Chile, DINA, comandada por el </div> <div> general Manuel Contreras, quien consideraba a Prats como uno de los </div> <div> rivales de más fuerza del general Augusto Pinochet. </div> <div> Entre los responsables del atentado contra los Prats se identificó a </div> <div> Michael Townley, norteamericano experto en electrónica y agente especial </div> <div> de la DINA, Juan Luis Bulnes Ossa, chileno ultraderechista, y el mayor </div> <div> del ejército chileno Armando Fernández Larios, quien en octubre de 1973 </div> <div> integró la "caravana de la muerte", del general Sergio Arellano Stark, </div> <div> que masacró a 72 prisioneros en cinco ciudades chilenas. </div> <div> Para el seguimiento de Carlos Prats, en la fase preparatoria del crimen, </div> <div> los agentes chilenos utilizaron placas de la Dirección Federal de la </div> <div> Policía de Buenos Aires, credenciales de la Dirección de Migraciones, </div> <div> automóviles asignados al ejército argentino, etc. Así como este, hubo </div> <div> muchos otros casos en los que policías o militares chilenos actuaron con </div> <div> total libertad en territorio argentino contra ciudadanos que huían del </div> <div> régimen de Pinochet. </div> <bR> <bR> <div> EL CASO LEIGHTON </div> <div> Otro Ex Vice Presidente de la República de Chile, y abierto opositor al </div> <div> régimen de Pinochet estuvo en la mira de los servicios de inteligencia. </div> <div> Ahora se trataba de Bernardo Leighton, alto dirigente del Partido </div> <div> Demócrata Cristiano, a quien cuando se hallaba de visita en Roma se le </div> <div> prohibió regresar a su país, bajo la acusación de desarrollar </div> <div> "actividades antichilenas". Leighton promovió el acercamiento de la </div> <div> Democracia Cristiana con los grupos políticos de izquierda, a fin de </div> <div> trabajar juntos por el retorno al sistema democrático en Chile. </div> <div> El 6 de octubre de 1975, Pier Luigi Concutelli y Salvatore Falabella, </div> <div> neofascistas italianos, aliados de Stefano delle Chiaie, temporalmente </div> <div> al servicio de la DINA, atentaron contra Bernardo Leighton y su esposa, </div> <div> cuando estaban por ingresar a su domicilio en Roma. Leighton recibió un </div> <div> disparo en la frente y la bala salió por su oído izquierdo. Ana Fresno, </div> <div> su esposa, fue baleada en el pecho. Ambos sobrevivieron luego de varias </div> <div> intervenciones quirúrgicas y pudieron identificar a sus agresores.(4) </div> <div> Michael Townley, el norteamericano integrado a la DINA, que actuaba </div> <div> también con el nombre de Kenneth Enyart, y su esposa Mariana Inés </div> <div> Callejas, chilena ocultada bajo el nombre Ana Pizarro, habían coordinado </div> <div> en Europa (igual que en el caso Prats) los detalles para el crimen de </div> <div> Bernardo Leighton, encargado a los grupos Avanguardia Nazionale y Ordine </div> <div> Nuovo, de Stefano delle Chiaie. Incluso se contó con el apoyo de agentes </div> <div> de la policía secreta del régimen franquista español, según reveló el </div> <div> fascista italiano Aldo Tisei a la Corte de Bologna. </div> <bR> <bR> <div> EL CASO LETELIER </div> <div> El 21 de setiembre de 1976 la DINA ejecutó otro de sus operativos en el </div> <div> exterior. Esta vez actuó en el corazón mismo del gigante norteamericano, </div> <div> asesinando en Washington D.C. a Orlando Letelier, ex ministro de Estado </div> <div> en el gobierno de Salvador Allende, y personaje clave de la oposición </div> <div> chilena, a quien pocos días antes Pinochet le había quitado la </div> <div> nacionalidad, por "haber llevado a cabo en países extranjeros una </div> <div> campaña publicitaria tendiente al aislamiento político, económico y </div> <div> cultural de Chile", y "por influir en la política exterior </div> <div> norteamericana demandando la suspensión total de su ayuda militar a </div> <div> Chile". En el atentado, cometido con bomba a control remoto, también </div> <div> murió Ronnie Moffit, quien trabajaba con Letelier en el Instituto de </div> <div> Estudios Políticos.</div> <div> Igual que en los casos antes mencionados, el responsable de coordinar el </div> <div> operativo fue el norteamericano Michael Townley, un agente incondicional </div> <div> a Manuel Contreras, jefe de la DINA. "Desde que lo liberamos, Letelier </div> <div> ha estado dando problemas al gobierno en el exterior", le dijo Pedro </div> <div> Espinoza, asistente principal de Contreras, a Townley, cuando le precisó </div> <div> las instrucciones para la misión de asesinar a Letelier en Estados </div> <div> Unidos. </div> <div> Para este asesinato el Mayor del Ejército chileno Armando Fernández </div> <div> Larios realizó previamente un minucioso trabajo de seguimiento de </div> <div> Orlando Letelier en Washington D.C. Townley confesó a la justicia </div> <div> norteamericana que él mismo, con la ayuda del cubano anticastrista </div> <div> Virgilio Paz, fabricó el artefacto explosivo a control remoto y lo </div> <div> colocó en el automóvil de Letelier. En el crimen también participó </div> <div> Dionisio Suárez, del Movimiento Nacionalista Cubano. </div> <div> Unas semanas antes, agentes secretos chilenos habían obtenido en </div> <div> Asunción pasaportes paraguayos y visas para ingresar a los Estados </div> <div> Unidos. También la cancillería chilena entregó a agentes de la DINA </div> <div> pasaportes con nombres falsos. Ahora, con el descubrimiento de los </div> <div> archivos del terror, en Paraguay, se confirma que el asesinato de </div> <div> Letelier fue gestado por Manuel Contreras, dentro de la "Operación </div> <div> Cóndor". </div> <div> ________________________________</div> <div> LA OPERACION CONDOR </div> <div> De acuerdo a las investigaciones realizadas en relación al asesinato de </div> <div> Orlando Letelier, se ha logrado establecer que el general chileno Manuel </div> <div> Contreras, jefe de la DINA, concibió y organizó la Operación Cóndor, que </div> <div> tuvo como tarea "La recolección, el intercambio y el almacenamiento de </div> <div> datos de inteligencia relacionados con los activistas de izquierda, los </div> <div> comunistas y los marxistas, con el fin de eliminar a los terroristas </div> <div> marxistas y sus acciones en la zona". Esta acusación ha sido </div> <div> ratificada con algunos documentos hallados en los archivos secretos de </div> <div> la policía paraguaya. </div> <div> Contreras viajó hacia Argentina, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Estados </div> <div> Unidos, para exponer su proyecto represivo supranacional y convencer a </div> <div> los jefes de los servicios secretos de estos países sobre la importancia </div> <div> de la coordinación y cooperación "para eliminar al comunismo" y defender </div> <div> la sociedad "occidental y cristiana". </div> <div> El general Contreras sostuvo desde 1974 varias entrevistas con el </div> <div> general Ramón Camps, Jefe de la Policía de Buenos Aires, quien años </div> <div> después diría que "en Argentina no quedan desaparecidos con vida. Asumo </div> <div> toda la responsabilidad y me siento orgulloso". Otro colaborador de </div> <div> Contreras, el general Iberico Saint Jeant, Interventor de la Provincia </div> <div> de Buenos Aires igualmente dijo en la época del Proceso: </div> <div> "Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus </div> <div> colaboradores, luego a sus simpatizantes, luego a quienes permanezcan </div> <div> indiferentes, y por último, a los indecisos." </div> <div> En agosto de 1975 en su esfuerzo para concretar la "Red Cóndor", Manuel </div> <div> Contreras se entrevistó en Washington D.C. con Vernon Walters, director </div> <div> adjunto de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, de los EE.UU. En </div> <div> Venezuela se reunió con Rafael Rivas Velásquez, director del Servicio de </div> <div> Inteligencia venezolano. En Paraguay habló con los generales Benito </div> <div> Guanes Serrano, jefe de Inteligencia del Estado Mayor y Francisco </div> <div> Brites, Jefe de la Policía de la República. </div> <div> Entonces, en el marco de la "Operación Cóndor" se logró concretar </div> <div> acuerdos amplios entre los servicios secretos de Argentina, Bolivia, </div> <div> Chile, Paraguay y Uruguay, y se animó a la participación de Brasil y </div> <div> Perú. El campo de acción fue fijado entre los límites de todos los </div> <div> países miembros del acuerdo, estableciéndose facilidades para el </div> <div> desplazamiento clandestino de agentes de estos países, y la ejecución de </div> <div> operaciones represivas conjuntas. </div> <div> También se aprobó la formación de equipos especiales de los países </div> <div> miembros, para viajar a cualquier parte del mundo, con el objetivo de </div> <div> eliminar a políticos opositores, subversivos o colaboradores de los </div> <div> grupos terroristas de cualquiera los países de la Operación. En el marco </div> <div> de este acuerdo se realizaron los operativos antes mencionados. </div> <div> Aún antes del golpe de estado en Argentina (marzo de 1976), ya se habían </div> <div> logrado acuerdos entre los servicios secretos de ese país y de Chile, </div> <div> para el intercambio de información "clave" y para facilitar la captura </div> <div> de militantes izquierdistas chilenos. Esta cooperación se logra </div> <div> perfeccionar con la "Operación Cóndor". </div> <div> Numerosos militantes y simpatizantes de izquierda, chilenos, uruguayos, </div> <div> paraguayos, brasileños, y bolivianos, establecidos temporalmente en </div> <div> Argentina fueron capturados en ese territorio así como en Paraguay, por </div> <div> agentes policiales de sus respectivos países, en el contexto de esta </div> <div> coordinación represiva llamada "Operación Cóndor". </div> <div> Tal como se ha demostrado en diversos procesos judiciales, los servicios </div> <div> secretos de Chile y Paraguay tuvieron a su disposición las líneas aéreas </div> <div> estatales, (LAN CHILE, Líneas Aéreas Paraguayas) así como "carta blanca" </div> <div> en las cancillerías, el servicio de correos, los tribunales de justicia, </div> <div> etc. </div> <div> Igualmente encubrieron sus actividades con empresas comerciales e </div> <div> industriales "fantasmas". En Chile se crearon 30 empresas ficticias al </div> <div> servicio de la DINA y un centro de operaciones formal: La Empresa </div> <div> Pesquera Chile, de San Antonio. La incursión en el mundo empresarial y </div> <div> financiero sentaría las bases para crear mecanismos de protección de los </div> <div> agentes secretos, una especie de ODESSA chilena, dirigida por el general </div> <div> (R) de la Fuerza Aerea Chilena, Vicente Rodríguez. </div> <div> Desde mayo de 1975 numerosos activistas políticos chilenos son detenidos </div> <div> por la policía argentina y paraguaya y luego son entregados a la DINA. </div> <div> Jorge Isaac Fuentes Alarcón, militante del Ejército Revolucionario del </div> <div> Pueblo, fue arrestado por la policía paraguaya cuando cruzaba en ómnibus </div> <div> la frontera desde Argentina. Después fue entregado a los agentes de la </div> <div> DINA en Paraguay y trasladado ilegalmente a Santiago, a Villa Grimaldi, </div> <div> donde se perdieron sus rastros. En la captura e interrogatorios de </div> <div> Fuentes Alarcón participaron, según estableció la Comisión Rettig, "los </div> <div> servicios de inteligencia argentinos, personeros de la Embajada de </div> <div> Estados Unidos en Buenos Aires, que mantenía informada a la Policía de </div> <div> Investigaciones de Chile del resultado de los interrogatorios, y la </div> <div> policía paraguaya, que capturó y permitió el traslado clandestino del </div> <div> militante chileno". </div> <div> Jean Yves Claudet Fernández, de nacionalidad franco-chileno, militante </div> <div> del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR de Chile, fue detenido </div> <div> el 1.11.1975 en el Hotel Liberty de Buenos Aires y después fue ejecutado </div> <div> por agentes de la DINA en esa ciudad. Aquí también hubo una colaboración </div> <div> muy cercana de policías argentinos con los agentes chilenos de la DINA, </div> <div> a fin de neutralizar la resistencia política de los activistas del MIR. </div> <div> La Comisión de Verdad y Reconciliación de Chile, en su Informe Final </div> <div> documenta los casos de 33 ciudadanos chilenos desaparecidos tras ser </div> <div> capturados por agentes argentinos, paraguayos o brasileros y entregados </div> <div> a la DINA, solo entre 1975 y 1976. </div> <div> El 22 de diciembre de 1992 el Juez José Agustín Fernández, descubrió </div> <div> casualmente el archivo secreto de la inteligencia represiva paraguaya, </div> <div> en una oficina de la "Sección Política y Afines" de la Policía de </div> <div> Investigaciones de Asunción, mientras investigaba el caso de Martín </div> <div> Almada, un profesor que había sido detenido y torturado en Asunción.</div> <div> "Yo llevaba el proceso de una persona que había sido detenida y </div> <div> torturada entre 1974 y 1977. En ese caso él (Martín Almada) había </div> <div> solicitado sus antecedentes policiales por lo que procedimos a </div> <div> investigar en qué cuartel policial se encontraban" declaró el Juez </div> <div> Fernández. "El jefe de la policía de investigaciones nos dijo que estos </div> <div> archivos y antecedentes habían desaparecido durante el golpe de estado </div> <div> de febrero de 1989. No quedamos contentos con esa respuesta", agregó. </div> <div> Fernández explicó que Martín Almada, investigó dentro de los círculos </div> <div> policiales y consiguió una información confidencial que le confirmó la </div> <div> existencia de los archivos. Entonces, de manera reservada se dirigieron </div> <div> a un lugar indicado donde descubrieron lo que el periodismo paraguayo </div> <div> bautizó como "Los archivos del terror".</div> <div> "Cuando lo descubrimos era tanta la cantidad de documentos que era </div> <div> imposible dejarlos a disposición de la policía porque podrían </div> <div> destruirlos, quemarlos. Así que con la ayuda de un camión del Diario </div> <div> Noticias de Asunción los llevamos a mi despacho, y luego a un depósito </div> <div> del Palacio de Justicia", declaró el Juez.</div> <div> En los archivos abundan documentos relacionados a casos de detenidos y </div> <div> desaparecidos paraguayos que el gobierno siempre había negado tenerlos </div> <div> bajo su poder, por lo cual el Juez Fernández sostuvo :" Hay testimonios </div> <div> de que en Paraguay hubo tortura, encarcelamiento de activistas </div> <div> políticos, un estilo de vida, un sistema de control sistemático de mucha </div> <div> gente". Estos documentos van a dar muchas luces en los 18 procesos sobre </div> <div> violaciones a los derechos humanos que actualmente se ventilan en los </div> <div> tribunales de ese país.</div> <div> El ex dictador Alfredo Stroessner, ha sido implicado recientemente en el </div> <div> asesinato de Benjamín y Rodolfo Ramírez, dos hermanos acusados de </div> <div> pertenecer al grupo armado opositor, Organización Política Militar, que </div> <div> supuestamente intentaba derrocarlo. Según los documentos hallados en los </div> <div> archivos secretos, Stroessner conocía todos los detalles de este y de </div> <div> otros crímenes, y había intercambiado comunicaciones con el jefe de </div> <div> investigaciones de la policía, Pastor Coronel, unos de los más </div> <div> sanguinarios torturadores de Paraguay. </div> <div> Lo sorprendente del caso es que este archivo de los servicios de </div> <div> seguridad de Paraguay, incluye también numerosos documentos relacionados </div> <div> a la "Operación Cóndor" gestada por Manuel Contreras, el conocido </div> <div> violador de los derechos humanos, jefe de la DINA. La documentación </div> <div> hallada ha confirmado que en el marco de este "Acuerdo de Cooperación" </div> <div> se cometieron los asesinatos del ex ministro chileno Orlando Letelier, </div> <div> del ex presidente de Bolivia, general Juan José Torres, asesinado en </div> <div> Argentina; de los legisladores uruguayos Zelmar Michelini y Héctor </div> <div> Gutiérrez Ruiz, así como del doctor Agustín Goyburú, dirigente del </div> <div> Movimiento Popular Colorado, de Paraguay, y de cientos de activistas </div> <div> políticos chilenos, argentinos, paraguayos, y brasileños. </div> <div> Aún más, recientemente el general paraguayo Benito Guanes Serrano, ex </div> <div> jefe de inteligencia del ejército, declaró ante el juez Arnulfo Arias, </div> <div> que en 1977, por su función de enlace entre la policía de Asunción y los </div> <div> agentes extranjeros, estuvo presente en la entrega de cinco personas </div> <div> arrestadas en Paraguay, a funcionarios de inteligencia de Argentina y </div> <div> Uruguay. Los "expulsados" de Paraguay fueron los uruguayos Gustavo </div> <div> Edison Insaurralde y Nelson Rodolfo Santana Scotto, y los argentinos </div> <div> Alejandro Logoluso Dio Martino, José Boll y Dora Landi Gill, quienes </div> <div> luego desaparecieron. Ahora el general Benito Guanes se halla con </div> <div> detención preventiva ordenada por el juez Nélson Mora, por el asesinato </div> <div> de los hermanos Benjamín y Rodolfo Ramírez Villalba. El atentado contra </div> <div> el Dr. Bernardo Leighton también fue parte de la "Operación Cóndor". </div> <div> Se ha encontrado correspondencia de la policía de la región, registros y </div> <div> hojas de entrega de detenidos, fichas, fotografías y pasaportes de </div> <div> activistas de izquierda argentinos, chilenos, paraguayos y brasileños; </div> <div> planes de eliminación de sospechosos, reportes de desplazamientos de </div> <div> subversivos por el cono sur, análisis de las actividades de las </div> <div> Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo, ONGs de Paraguay, así </div> <div> como informes detallados dirigidos a Stroessner sobre asesinatos de sus </div> <div> opositores políticos. </div> <div> También hay allí documentación que facilitó la estadía en Paraguay de </div> <div> mercenarios croatas, italianos, cubanos, chilenos, entre otros, y sobre </div> <div> la presencia de los criminales nazis en el cono sur de América, así como </div> <div> sobre el asesinato de agentes israelíes que los perseguían, las </div> <div> conexiones de los servicios secretos con la CIA norteamericana y el </div> <div> narcotráfico. Hay suficientes e irrebatibles pruebas de que se practicó </div> <div> el terrorismo de estado a escala internacional. La documentación hallada </div> <div> y los testimonios de varios de los agentes implicados, demuestra la </div> <div> complicidad de la policía y el gobierno de Paraguay con la brutal </div> <div> represión ejercida por las dictaduras de Argentina y Chile, así como con </div> <div> la de Brasil y Bolivia. También demuestra como el general Augusto </div> <div> Pinochet amparó la práctica del terrorismo de estado dentro y fuera de </div> <div> su país. Hay evidencia de que tanto Pinochet como Stroessner dedicaron </div> <div> especial atención al fortalecimiento y la coordinación de sus servicios </div> <div> de seguridad, objetivo para el cual se reunieron en diversas </div> <div> oportunidades. </div> <div> Se alcanzó tanta eficiencia en la represión a los disidentes políticos, </div> <div> que incluso funcionarios del Departamento de Estado norteamericano </div> <div> reconocieron que "Los servicios de inteligencia del cono sur se han </div> <div> reunido y tienen un programa claro de ayuda mutua. La policía secreta </div> <div> anda por el mundo con gran libertad. En América Latina el sistema </div> <div> funciona casi a la perfección", tal como lo afirmó Patricia Derian, </div> <div> subsecretaria para asuntos de derechos humanos en A.L. del Departamento </div> <div> de Estado.</div> <div> PORQUE NO SE DESTRUYERON LOS ARCHIVOS DE LA REPRESION? </div> <div> Es probable que los altos jefes militares y policiales implicados en las </div> <div> violaciones de los derechos humanos y que participaron de la "Operación </div> <div> Cóndor" tenían la esperanza de la restauración de la dictadura de </div> <div> Stroessner.</div> <div> Cayeron en un exceso de confianza que los inmovilizó ante cualquier </div> <div> necesidad de destruir documentación que aunque era acusatoria contra </div> <div> ellos, al mismo tiempo les iba a seguir siendo útil en el futuro. Los </div> <div> registros de inteligencia están actualizados con respecto a Paraguay </div> <div> hasta el año 1991, dos años después del golpe que quitó el poder a </div> <div> Stroessner y terminó con su dictadura.</div> <div> En realidad el descubrimiento de los "Archivos del Terror" se logró </div> <div> gracias a que policías descontentos con sus jefes colaboraron con las </div> <div> autoridades judiciales. Estos mismos policías han denunciado cómo reina </div> <div> la corrupción al interior de los organismos castrenses y policiales. </div> <div> Para nadie en Paraguay era un misterio saber que los más altos jefes </div> <div> policiales y militares, intendentes, funcionarios públicos vinculados al </div> <div> general Stroessner formaban parte de la inmensa cadena de corrupción </div> <div> moral y política tejida en los largos años de dictadura de Stroessner. </div> <div> El contrabando de autos robados en Brasil y Uruguay, y su posterior </div> <div> venta en Bolivia y Perú, el tráfico de cocaína, los casinos de juego, el </div> <div> lavado de dinero proveniente del narcotráfico, las cadenas de </div> <div> prostitución entre innumerables actividades ilícitas, eran ejercidas </div> <div> abiertamente por algunas de las más altas autoridades policiales y </div> <div> militares de Paraguay, tal como se ha comprobado en los últimos meses. </div> <bR> <div> Más que dedicarse a su función de seguridad muchos de los jefes </div> <div> policiales y militares estaban atareados en la administración de sus </div> <div> negocios corruptos y llevaban una vida disipada, confiados en la </div> <div> impunidad con la que la dictadura los había premiado por su lealtad para </div> <div> mantener el orden establecido y "la paz nacional".</div> <div> El coronel de Infantería paraguayo Luis Catalino Gonzáles Rojas, </div> <div> denunció en octubre de 1992 a varios de estos jefes militares y </div> <div> policiales implicados directamente en el contrabando de autos robados </div> <div> como el general de división Humberto Garcete, Comandante en Jefe del </div> <div> Ejército, y los generales Emilio Balbuena, Aladino Enciso, y Lorenzo </div> <div> Carrillo, quienes han sido procesados y sancionados por ese delito.(14)</div> <div> El Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Francisco </div> <div> Sánchez, ha sido destituído y procesado por extorsiones, estafa y por </div> <div> haberse apropiado ilícitamente de una empresa de juegos de azar. </div> <div> Francisco Brites, el tristemente recordado Jefe de la policía de </div> <div> Paraguay, amigo de Manuel Contreras, de la DINA, es propietario, junto </div> <div> con su esposa, de 130,000 hectáreas de terreno y de casi un centenar de </div> <div> fincas por todo el país.</div> <div> Hoy estos jefes del ejército y de la policía de Paraguay enfrentan </div> <div> diversos procesos judiciales por sus delitos vinculados al contrabando </div> <div> de autos robados, la falsificación de documentos, la malversación de </div> <div> fondos públicos, etc. Sus actividades "empresariales" desplazaron a las </div> <div> ocupaciones policiales. </div> <div> De esta forma se explicaría que los principales jefes de la policía y el </div> <div> ejército de Paraguay, vinculados al sistema Cóndor de represión hayan </div> <div> descuidado la seguridad de su archivo central, que está abriendo nuevos </div> <div> conocimientos sobre las actividades encubiertas de los servicios </div> <div> secretos del cono sur de América, y están ayudando a interpretar y </div> <div> comprender más cabalmente el destino de cientos de luchadores sociales y </div> <div> activistas políticos latinoamericanos.</div> <div> Los documentos hallados se están procesando con la ayuda de personal de </div> <div> los organismos defensores de los derechos humanos de Paraguay, luego de </div> <div> rechazarse un ofrecimiento de la Agencia Interamericana de Desarrollo, </div> <div> AID, de los EE.UU., organismo que se ofreció para microfilmar los </div> <div> archivos. </div> <div> Diputados paraguayos acusaron a la AID de pretender borrar las huellas </div> <div> de la colaboración de los servicios secretos de los EE.UU. con la </div> <div> dictadura paraguaya y los sistemas represivos del cono sur. </div> <div> Convencidos de la importancia de la documentación descubierta, abogados </div> <div> y representantes de organismos de derechos humanos de Brasil, Argentina </div> <div> y Chile, viajaron a Asunción, a revisar "los archivos del terror", en </div> <div> los cuales han encontrado evidencias inculpatorias contra los jefes de </div> <div> los servicios secretos de la región.</div> <div> Con el descubrimiento de "Los Archivos del Terror" en Paraguay se han </div> <div> abierto nuevas posibilidades para aplicar la justicia a los principales </div> <div> agentes represivos del cono sur de América, de tal modo que sus delitos </div> <div> no queden en la impunidad. La esperanza ha renacido en los familiares de </div> <div> las víctimas de la represión en Argentina, Paraguay, Brasil y Chile </div> <div> mientras que el general Manuel Contreras, así como sus protectores y </div> <div> cómplices (Léase Pinochet) "tiemblan" ante las nuevas evidencias de su </div> <div> terrorífico trabajo.</div> <bR> <div> ________________________________--</div> <div> “ PINOCHET en Montevideo en 1993 con el teniente coronel Thomas Cassella </div> <div> que mantenía secuestrado a Berríos. En ese mismo período el químico de </div> <div> la DINA fue acallado para siempre.”</div> <bR> <bR> <div> EL CASO BERRIOS</div> <bR> <bR> <div> INVESTIGACION FORENSE</div> <bR> <div> El macabro hallazgo mereció unas pocas líneas en los periódicos y pronto quedó </div> <div> en el olvido. En el Instituto Técnico Forense, sin embargo, el antropólogo </div> <div> Horacio Solla siguió durante meses una pista apoyada simplemente en una </div> <div> corazonada.</div> <div> Solla inició una paciente labor con una técnica relativamente novedosa en </div> <div> Uruguay: la reconstrucción en computadora, de los rasgos de una cara y de la </div> <div> forma de una cabeza, a partir de un cráneo. Una vez fotografiado desde </div> <div> distintos ángulos, y escaneadas las fotografías, la pantalla de la computadora </div> <div> comenzó a reproducir una imagen ósea tridimensional. Aplicando fórmulas </div> <div> antropológicas, la imagen se fue recubriendo lentamente de cartílagos, </div> <div> tendones, músculos y finalmente piel; los restos de los vellos encontrados en </div> <div> las dunas permitieron incluso reproducir el tipo de barba y cabello levemente </div> <div> canoso. En julio de 1995 las autoridades del Instituto Técnico Forense que </div> <div> habían supervisado el proceso de reconstrucción virtual quedaron anonadadas: </div> <div> la imagen que reproducía la computadora era casi un calco de la fotografía </div> <div> publicada en los diarios que los ministros del Interior, Juan Andrés Ramírez, </div> <div> de Defensa, Mariano Brito, y de Relaciones Exteriores, Sergio Abreu, habían </div> <div> presentado al Parlamento, en agosto de 1993, como prueba de que Eugenio </div> <div> Berríos, secuestrado de la comisaría de Parque del Plata en noviembre de 1992, </div> <div> estaba vivo. Berríos aparecía, barbudo y sonriente, sentado en un sofá junto a </div> <div> un ejemplar de Il Mesaggero, de Milán, desplegado en el asiento contiguo, con </div> <div> la fecha de edición bien visible. Esa foto, dos años después, resultaba un </div> <div> testimonio de lo contrario: Berríos estaba muerto.</div> <div> La justicia se tomó varios meses para confirmar la identidad. Puesto que se </div> <div> desconfiaba del procedimiento técnico de los antropólogos forenses, aunque se </div> <div> admitía la base científica de la suposición, el magistrado González reclamó </div> <div> vía Interpol, ante la policía chilena, algún tipo de registro dental de </div> <div> Eugenio Berríos. La Brigada de Homicidios de la Policía Metropolitana chilena </div> <div> salió a la búsqueda de placas y radiografías y, previsoramente, adjuntó </div> <div> también registros médicos de antiguas fracturas sufridas por el joven Berríos </div> <div> en riñas callejeras durante la presidencia de Salvador Allende. Las placas </div> <div> dentales de Berríos coincidieron con la dentadura del cadáver de El Pinar, </div> <div> pero aun así el magistrado resistió una confirmación de la identidad y propuso </div> <div> un examen de ADN, que obligó a los padres del bioquímico a realizar análisis </div> <div> de sangre. Finalmente, en enero de 1996, la justicia rebautizó la carátula del </div> <div> viejo expediente de 1993 con el rótulo de homicidio, pero en la investigación </div> <div> no avanzó un ápice, como no había avanzado antes bajo el rótulo de secuestro.</div> <div> Los estudios de los forenses Guido Berro, Beatriz Balbela y Guillermo Meza </div> <div> fueron coincidentes en ajustar con precisión la fecha probable de la muerte, </div> <div> que situaron en los primeros días de marzo de 1993, exactamente en el mismo </div> <div> período en que el entonces comandante en jefe del ejército chileno, general </div> <div> Augusto Pinochet, realizaba una visita de carácter privado a Uruguay, y </div> <div> solicitaba al comando uruguayo la deferencia de nombrar como su edecán al </div> <div> teniente coronel Thomas Cassella, el hombre que guarda el secreto del "caso </div> <div> Berríos".</div> <bR> <div> DETECTIVES CHILENOS EN LA PISTA</div> <bR> <div> En vísperas del pase a retiro del general Pinochet y su automática </div> <div> incorporación al Parlamento como senador vitalicio, era necesario archivar el </div> <div> "caso Berríos", cuya investigación policial había avanzado mucho más allá de </div> <div> lo que podían prever los policías y magistrados uruguayos. El voluminoso </div> <div> expediente de 570 páginas del 6º Juzgado del Crimen de Santiago se detiene </div> <div> exactamente en el momento en que la División Metropolitana de Homicidios </div> <div> inicia el interrogatorio del coronel Carlos Alberto Fernando Herrera Jiménez, </div> <div> finalmente identificado como el "Carlos Ramírez" que a fines de octubre de </div> <div> 1991 trasladó a Berríos hasta Montevideo y lo depositó en manos del teniente </div> <div> coronel Thomas Cassella. La prolija investigación de los detectives de </div> <div> Homicidios introduce nuevas luces sobre la vida del bioquímico y llena algunos </div> <div> huecos vitales de la historia que se pretendió enterrar en un médano.</div> <div> Luis Fuentes Sotomayor, inspector; Nelson Jofré Cabello, inspector; y Rafael </div> <div> Castillo Bustamante, subcomisario, son policías empecinados. En sus fojas de </div> <div> servicio aparece como defecto un sentido del deber que a veces sobrepasa los </div> <div> límites de las órdenes recibidas. Son parte de un equipo que exhibió un celo </div> <div> profesional inconveniente al investigar algunos episodios, como los </div> <div> antecedentes chilenos del asesinato de Orlando Letelier en Washington o el </div> <div> atentado contra Bernardo Leighton en Roma. De hecho, el Grupo Operacional </div> <div> Táctico (GOT) de la Policía de Investigaciones de Chile fue amonestado por </div> <div> seguir pistas que no habían sido expresamente autorizadas. Un interrogatorio </div> <div> al agente Michael Townley, en Washington, todavía bajo el sistema de </div> <div> protección a testigos, a propósito del caso Letelier, derivó casi naturalmente </div> <div> hacia las conexiones chilenas con los grupos fascistas Avanguardia Nazionale y </div> <div> Ordine Nuovo. Las elípticas respuestas de Townley a las preguntas sobre la </div> <div> identidad de quienes le ordenaron "contratar" el asesinato de Leighton (Mamo </div> <div> Contreras no resolvía estas cuestiones por su propia iniciativa, sugirió </div> <div> Townley) ponían directamente en el centro de la escena a Augusto Pinochet. El </div> <div> informe escrito que brindaron los policías a la justicia ya no podía ser </div> <div> ignorado, pero las autoridades del Ministerio del Interior tomaron medidas </div> <div> disciplinarias por el "exceso de celo".</div> <bR> <div> EUGENIO Berríos, el químico de la DINA asesinado en Montevideo. Se </div> <div> vinculaba con narcotraficantes.</div> <div> Algo similar era posible prever cuando el ministro del Interior, Enrique </div> <div> Krauss, formuló una denuncia ante la justicia por "presunta desgracia del </div> <div> ciudadano chileno Eugenio Berríos". El pedido de investigación recayó en la </div> <div> jueza María Isabel Reyes, quien resolvió iniciar un sumario el 15 de junio de </div> <div> 1993, es decir, una semana después que se conociera en Montevideo el escándalo </div> <div> del secuestro en la comisaría de Parque del Plata(*). Los tres policías se </div> <div> tomaron en serio la investigación, de modo que al cabo de dos años llegaron a </div> <div> descubrir algunos extremos molestos.</div> <div> Los detectives comenzaron su tarea por la esposa de Berríos, la ex modelo </div> <div> Gladys Erika Schmeisser, y acotaron tiempos: la última vez que Erika vio a su </div> <div> marido en Santiago fue a comienzos de octubre de 1991. El matrimonio vivía </div> <div> separado, ella en su piso de Viña del Mar y él en casa de sus padres, en la </div> <div> calle Bellet 59, del barrio Providencia, en Santiago. Eugenio estaba acosado </div> <div> por la justicia por libramiento de cheques sin fondos, de modo que Erika no se </div> <div> extrañó cuando a comienzos de noviembre supo que su marido había partido </div> <div> sorpresivamente, sin revelar su destino. Los suegros de Erika suponían que su </div> <div> hijo había viajado a Libia, a Iraq o a Irán, pues en sus apremios económicos </div> <div> el bioquímico fantaseaba con la posibilidad de vender sus conocimientos </div> <div> científicos, a los que se refería con vaguedad, pero vinculados con secretos </div> <div> armamentísticos.</div> <div> Pero el 8 de noviembre Erika recibió una llamada de larga distancia: </div> <div> "Chanchita, no comentes con nadie, no hables. Estoy en Uruguay, te me vas a </div> <div> las oficinas de PLUNA y retiras un pasaje que compré a tu nombre", dijo </div> <div> Berríos. Erika viajó a Montevideo el 11 de noviembre y regresó dos semanas </div> <div> después. Dice no haber intentado averiguar por qué su marido se escondía en </div> <div> Montevideo. A lo largo de 1992 mantuvo conversaciones telefónicas en varias </div> <div> oportunidades con Eugenio y en octubre de ese año volvió a viajar a </div> <div> Montevideo, esta vez cruzando primero por tierra la cordillera de los Andes </div> <div> hasta Mendoza. La última vez que habló con Eugenio fue dos días antes de la </div> <div> Navidad de 1992. Para la investigación resultó relevante determinar que </div> <div> Eugenio Berríos estaba vivo un mes después de los acontecimientos de Parque </div> <div> del Plata. Setenta y dos horas después de iniciadas las investigaciones, el 17 </div> <div> de junio de 1993, los policías chilenos accedieron a pistas que cambiaron el </div> <div> curso de las pesquisas. Ese día, el ministro de RR.EE. uruguayo se presentaba </div> <div> ante el Parlamento para informar sobre dos cartas y una foto entregadas en el </div> <div> consulado uruguayo en Milán por un joven que hablaba perfecto inglés. La foto, </div> <div> ya se sabe, pretendía documentar su actualidad con el ejemplar de Il </div> <div> Mesaggero. Una de las cartas, manuscrita, era enviada supuestamente por </div> <div> Berríos a sus padres. Estaba firmada y fechada 9 de junio; la otra, </div> <div> mecanografiada, estaba dirigida a las autoridades uruguayas. Un perito </div> <div> calígrafo documentó la autenticidad de la firma, contrastándola con la que </div> <div> Berríos estampó al pie de su denuncia, en Parque del Plata, y con la que lucía </div> <div> en una fotocopia de su documento de identidad. El perito se equivocó: Berríos </div> <div> no podía haber escrito la carta, había sido asesinado tres meses antes.</div> <bR> <div> LA DINA Y EL NARCOTRAFICO</div> <bR> <div> Uno por uno todos los personajes mencionados en la supuesta carta de Berríos </div> <div> fueron interrogados (por los policías chilenos); algunos en Madrid, donde </div> <div> cumplían condena por tráfico de drogas. Los testimonios de Manuel Novoa, </div> <div> Hernán Prieto, Enrique Palavicino, Carlos Board, Rodríguez Núñez, "el </div> <div> Aragonés", Hernán Monje, Hernán López y el peruano Máximo "Bocanegra" Guevara, </div> <div> confirmaron la vinculación de Eugenio Berríos con el narcotráfico y aportaron </div> <div> nuevos elementos de la personalidad del bioquímico; pero, quizás </div> <div> inadvertidamente para el redactor de la carta, permitieron también establecer </div> <div> ciertos vínculos entre el negocio del narcotráfico y los antiguos agentes de </div> <div> la DINA, hasta que la pista aportada completó un círculo y regresó al </div> <div> comienzo, enriqueciendo las razones por las que el aparato de inteligencia </div> <div> militar chileno se involucró en una operación encubierta de coordinación. Fue </div> <div> en ese momento que la investigación se estancó.</div> <div> La lista inicial de nombres aportados en la carta de Milán se incrementó </div> <div> rápidamente. Todos los personajes giraban en torno a un puñado de locales </div> <div> nocturnos (en Santiago): Oliver, Les Assassins, Crazy Horse, frecuentados por </div> <div> narcotraficantes, consumidores de cocaína y muchos ex agentes de la DINA.</div> <div> Los indagados, casi sin excepción, reclamaban inocencia (sobre el </div> <div> narcotráfico). Eran explícitos, en cambio, sobre las confidencias que, drogado </div> <div> o bebido, Eugenio Berríos destilaba sobre su pasado de agente secreto. Así, </div> <div> Viviana Patricia Egaña, una actriz que frecuentaba Les Assassins, que se </div> <div> enamoró perdidamente de Berríos y que vivió con él entre 1983 y 1986, cuenta </div> <div> cómo el bioquímico hacía experimentos en el laboratorio instalado en la </div> <div> cochera de la calle Bellet, con gatos que él asfixiaba con sus propias manos. </div> <div> Berríos solía recibir tarjetas de saludo de Michael Townley y la visita del </div> <div> capitán Armando Fernández Larios. Viviana recuerda haber conversado brevemente </div> <div> con el hijo del general Contreras en una ocasión en que Berríos la llevó al </div> <div> bar Oliver, donde se reunían "puros militares, pero de civil".</div> <div> Berríos solía montar en cólera, descontrolarse y amenazar de muerte a Viviana: </div> <div> "En una ocasión peleamos, se dirigió a un mueble y sacó un frasco muy pequeño </div> <div> de perfume. Me dijo: 'Sabe, pellito, si usted se me porta mal, yo la mato con </div> <div> esto', pero nunca supe qué me quiso decir". Viviana nunca relacionó el frasco </div> <div> de perfume con el gas Sarín.</div> <div> Viviana creía que podía manejar el malhumor de Berríos; en cambio, sentía un </div> <div> temor profundo cada vez que un tal "Arroyo" llegaba de visita a la casa. De </div> <div> hecho, Arroyo, "un tipo parco, serio, muy duro", seguía a Berríos a todos </div> <div> lados, era como su sombra. "En otra oportunidad escuché, tanto de Eugenio como </div> <div> de Arroyo, que éste había matado a un tal Carmelo Soria", declaró Viviana a la </div> <div> justicia. Cada vez que Berríos se enojaba con Viviana, reclamándole dinero o </div> <div> cheques, "me amenazaba diciéndome que Arroyo ya había matado personas y que a </div> <div> mí me podía suceder lo mismo".</div> <div> No fue el temor, sino la indignación, lo que provocó la ruptura de Viviana con </div> <div> el bioquímico: en 1986, durante un fin de semana en una casa de campo de un </div> <div> amigo de Berríos, Viviana salió de compras, "y al regresar los encontré a </div> <div> ambos acostados en la cama, comprobando que Eugenio y el otro eran </div> <div> homosexuales". No obstante, Viviana mantuvo relación con Berríos y más tarde </div> <div> con su esposa Erika, pero decidió esconderse cuando se difundió el secuestro y </div> <div> la desaparición, por temor a las represalias de Arroyo.</div> <div> Otros indagados dejaron constancia de las indiscreciones de Berríos. Juan </div> <div> Carlos Cheyre, dueño de Les Assassins, confirmó que Berríos solía distribuir </div> <div> entre sus amigos anfetaminas que decía fabricar; y contaba su participación en </div> <div> el asesinato del diplomático español Carmelo Soria, entre otras historias de </div> <div> la época del cuartel de Townley en Lo Curro. </div> <div> El gas Sarín ronda siempre en las declaraciones. David Manuel Morales, ex </div> <div> integrante del movimiento fascista Patria y Libertad, confirmó que en 1979 </div> <div> Berríos había entregado la fórmula del Sarín al Alto Mando, Complejo Químico </div> <div> Lo Aguirre. Morales tenía razones para saberlo, porque él conectó a Berríos </div> <div> con su conocido, el coronel Víctor Barría, para restablecer un contacto con el </div> <div> general Contreras. De esa época data la presencia constante de Arroyo en torno </div> <div> a Berríos.</div> <div> _________________________________________</div> <div> TRAFICANTES Y AGENTES</div> <bR> <div> Fue Manuel Andrés Novoa quien confirmó a los policías la misión del hombre que </div> <div> provocaba un temor incontrolable en Viviana Egaña. En su celda de la cárcel de </div> <div> Alcalá, Madrid 2, donde permanecía recluido desde octubre de 1991 por tráfico </div> <div> ilícito de cocaína, Novoa identificó a Arroyo como un ex agente de la DINA, </div> <div> encargado de custodiar a Berríos por orden del general Contreras.</div> <div> Los policías no tardaron en establecer la verdadera identidad de Arroyo: José </div> <div> Remigio Ríos San Martín, un suboficial del ejército que integraba la </div> <div> estructura "informal" de la ex DINA, desde su disolución a fines de los años </div> <div> 70. Lo que se cuidó de mencionar Novoa era que él, antiguo estudiante de </div> <div> derecho, comerciante, empresario, y finalmente traficante de cocaína, al igual </div> <div> que Berríos había sido agente civil de la DINA. La pista inicial surgió al </div> <div> investigar las cuentas bancarias de Berríos. Una caja de seguridad en la </div> <div> sucursal Providencia del Banco de Crédito e Inversiones deparó una momentánea </div> <div> frustración, al ser abierta mediante orden judicial: entre los papeles de </div> <div> Berríos no había ningún testimonio, a modo de salvoconducto, que revelara la </div> <div> historia secreta de la DINA; pero se incautaron los documentos de algunas </div> <div> sociedades anónimas y empresas de las que el bioquímico había sido socio </div> <div> fundador. Una de ellas, Ibercom Chile, resultó ser una pantalla para las </div> <div> actividades de la DINA en Europa. El socio de Berríos en Ibercom era Alberto </div> <div> Comunián Pivari, miembro de Avanguardia Nazionale, citado como testigo por la </div> <div> justicia italiana en relación con el atentado contra Bernardo Leighton. En </div> <div> Fitoquímica Nacional, una empresa de productos agroindustriales que, después </div> <div> se comprobó, fue parte de un complejo para la fabricación y exportación de </div> <div> cocaína, el socio de Berríos era Manuel Andrés Novoa. En la mayoría de los </div> <div> casos, el abogado de las firmas era Enrique Palavicino, también ex agente </div> <div> civil de la DINA.</div> <div> El testimonio de Juan Enrique Momberg Villarroel, de profesión estafador, </div> <div> deportado desde España (a Chile) después de cumplir condena, confirma la </div> <div> vinculación de los traficantes de droga con elementos de la policía secreta de </div> <div> la dictadura. Su contribución al conocimiento de la estructura delictiva </div> <div> provocó un alud de detenciones. Novoa y Palavicino operaban como mano derecha </div> <div> de Rodolfo Robinson Carril, el "segundo" en la organización que dirigía un </div> <div> peruano con documentos falsos a nombre de Jorge Acosta y que en realidad se </div> <div> llama Justo Cornejo Hualpa. El negocio de Cornejo Hualpa -involucrado en una </div> <div> operación de 285 kilos de cocaína decomisados a bordo del Eten, barco de la </div> <div> Armada peruana- consistía en comprar cocaína en Perú e introducirla en Chile, </div> <div> desde donde la exportaba a Australia, Alemania o España. Su principal </div> <div> proveedor en Perú era el ex comandante de la Guardia Nacional, Percy Lazo, </div> <div> detenido en España por tráfico ilícito de estupefacientes. Fue de Lazo la idea </div> <div> de transportar cargamentos de 25 ó 30 kilos en los tanques de gasolina de </div> <div> autos, en los baúles y hasta en los faros que cruzaban la frontera con Chile.</div> <div> Novoa y Palavicino, que colaboraban con Robinson en operaciones de lavado de </div> <div> dinero manipulando cheques, introdujeron en la organización de Cornejo Hualpa </div> <div> a Eugenio Berríos y al periodista Emilio Rojas, un habitual parroquiano de los </div> <div> bares y restaurantes que frecuentaba el bioquímico y donde se codeaba con ex </div> <div> agentes de la policía secreta, a pesar de que él, Rojas, había sido torturado </div> <div> durante la dictadura en la unidad militar de Tejas Verdes (y estuvo luego en </div> <div> el campo de prisioneros de Chacabuco).</div> <div> Encandilado por Berríos con sus cuentos sobre el gas Sarín, Novoa entusiasmó a </div> <div> sus socios narcotraficantes con una idea en principio descabellada: una </div> <div> fórmula para eliminar el olor que delata los cargamentos de cocaína.</div> <div> Berríos y Emilio Rojas formaban parte de los invitados que solían </div> <div> emborracharse los fines de semana en la residencia rural de Cornejo Hualpa, </div> <div> una verdadera fortaleza que gozaba de la protección de la policía local. Este </div> <div> narcotraficante -el único de los indagados que no pudo ser detenido- mostró un </div> <div> marcado interés cuando el periodista Rojas anunció su nombramiento como </div> <div> agregado de prensa en la embajada de Chile en Uruguay. Acaso fue una </div> <div> coincidencia, pero ya para entonces el nombre de Eugenio Berríos se </div> <div> multiplicaba en el expediente del juez Adolfo Bañados sobre el caso Letelier, </div> <div> y su citación ante el tribunal se tornaba inminente; era perentorio evacuarlo. </div> <div> Novoa recuerda que muy poco antes de su desaparición, en un encuentro al que </div> <div> asistió el "ángel guardián" Arroyo, Berríos dijo enigmáticamente: "No me dejan </div> <div> tranquilo, voy a tener que irme". Novoa supuso que se refería a sus </div> <div> acreedores, que eran legión, pero Berríos aclaró que esta vez iba a escapar </div> <div> "con chapa", es decir con documento falso proporcionado por los ex jefes de la </div> <div> DINA.</div> <bR> <div> DROGA CON INMUNIDAD DIPLOMATICA</div> <bR> <div> Para entonces Novoa había viajado en tres oportunidades a Montevideo y se </div> <div> había alojado en la casa de Rojas; incluso había visitado la embajada. Las </div> <div> negociaciones de Novoa con el encargado de prensa culminaron en una reunión </div> <div> "cumbre" en Buenos Aires. Rojas y Novoa se trasladaron desde Montevideo; </div> <div> Cornejo Hualpa y Robinson lo hicieron desde Santiago, por tierra. En los baños </div> <div> turcos del hotel Libertad, Cornejo Hualpa propuso a Rojas utilizar su </div> <div> pasaporte especial y la valija diplomática para introducir cocaína en </div> <div> Montevideo, en tránsito hacia Europa y Australia. El narcotraficante estimaba </div> <div> que esa vía podía ser muy lucrativa y segura, porque, además, su organización </div> <div> contaba con otro aliado en la misión diplomática (chilena) en Montevideo, el </div> <div> hijo del cónsul (Federico Marull). Según Novoa, Rojas postergó una decisión; </div> <div> pero Juan Enrique Momberg confesó que un cargamento de nueve kilos de cocaína, </div> <div> parte de uno más grande de 54 kilos, fue acondicionado en el local de la firma </div> <div> exportadora Susset, propiedad de Cornejo Hualpa, en una maleta que retiraría </div> <div> Emilio Rojas. </div> <div> Para finales de 1991, de acuerdo a los testimonios, Rojas manipulaba con </div> <div> cierta frecuencia cargamentos de droga en Montevideo. Cerca de las fiestas de </div> <div> fin de año, de vacaciones en Chile, Rojas fue visto una vez más en las </div> <div> instalaciones de la firma Susset. Pero poco antes de retornar a Montevideo </div> <div> recibió la visita del señor Rodrigo Arteagabeitía, encargado de relaciones </div> <div> públicas de la Policía de Investigaciones. Fue una conversación informal: </div> <div> acaso Rojas estaría dispuesto, propuso Arteagabeitía, a mantener una </div> <div> entrevista con un señor Aránguiz, detective de la total confianza del juez </div> <div> Bañados, porque el magistrado sospechaba que Berríos, el testigo que se le </div> <div> acababa de escapar de las manos, podía estar en Uruguay. Rojas accedió y se </div> <div> entrevistó con el detective al día siguiente en las oficinas de una emisora de </div> <div> radio. La reunión fue turbulenta: el detective insinuaba que Berríos podía </div> <div> tomar contacto con el agregado de prensa y que acaso ya lo había hecho. Rojas </div> <div> se ofendió: si él tuviera noticias del paradero de Berríos lo habría </div> <div> comunicado inmediatamente; por otro lado, dijo, no mantenía ninguna relación </div> <div> con Berríos, salvo algún saludo protocolar cuando coincidían en lugares </div> <div> públicos.</div> <div> Por una vez, Rojas decía la verdad. Fue a su regreso a Montevideo, en enero de </div> <div> 1992, que recibió en su domicilio una llamada telefónica de Eugenio Berríos. </div> <div> Era una llamada local. Berríos se había comunicado con la embajada y allí le </div> <div> habían proporcionado el número telefónico particular del agregado de prensa. </div> <div> Rojas se puso nervioso. Comentó el incidente con el agregado militar, el </div> <div> general Emilio Timmerman. "Berríos nos está saliendo muy caro", admitió el </div> <div> militar, aunque no se entiende por qué confesaba el conocimiento oficial del </div> <div> operativo ante un diplomático a quien la dictadura juzgó oportuno torturar.</div> <div> (Más adelante Blixen relata la investigación en Montevideo de los detectives </div> <div> chilenos Rafael Castillo Bustamante y Nelson Jofré Cabello, en octubre de </div> <div> 1993. Lograron identificar al oficial chileno Carlos Herrera Jiménez como la </div> <div> persona que alquiló un departamento de la capital uruguaya, donde vivió </div> <div> Berríos. El aval para el alquiler lo prestó el coronel Thomas Cassella de la </div> <div> inteligencia uruguaya. Herrera -actualmente preso en Punta Peuco por la </div> <div> tortura y muerte de un transportista en La Serena-, estaba encargado de </div> <div> vigilar a Berríos en Montevideo, hasta donde lo acompañó, y probablemente tuvo </div> <div> participación en su muerte).</div> <div> La última actuación policial relevante en el expediente del Juzgado del Crimen </div> <div> de Santiago es el interrogatorio al que fue sometido el 16 de septiembre de </div> <div> 1996 el oficial en retiro Carlos Herrera Jiménez, tras su extradición desde </div> <div> Argentina. Dijo haber viajado en octubre de 1991 a Montevideo por cuestiones </div> <div> de negocios, y haber conectado allí a Thomas Cassella, viejo amigo al que </div> <div> conoció en Chile cuando el militar uruguayo viajaba frecuentemente, en épocas </div> <div> de las dictaduras, para realizar "cursos de paracaidismo". Negó rotundamente </div> <div> haber introducido clandestinamente al bioquímico en Uruguay y sólo admitió </div> <div> haberlo conocido ocasionalmente, una noche, en la tanguería La Cumparsita. </div> <div> Herrera estaba con otros chilenos, a los que no identificó, y Berríos se </div> <div> acercó a su mesa. La charla continuó en su apartamento de Pocitos, donde </div> <div> Berríos permaneció "un par de días, porque estaba en mala situación económica </div> <div> y no tenía dónde dormir". Las flagrantes contradicciones entre su versión y el </div> <div> resultado de las investigaciones policiales quedaron en el tintero. Cuando </div> <div> finalmente, y después de recorrer un largo trecho salpicado de cocaína, la </div> <div> investigación prometía avanzar en línea recta, el caso fue enterrado. El </div> <div> expediente fue finalmente archivado en Chile por decisión de las instancias </div> <div> superiores de la justicia. A modo de compensación, y quizás como documento </div> <div> histórico, fue incorporado al expediente judicial el sumario administrativo </div> <div> del Ministerio de RR.EE. chileno para determinar la conducta de los </div> <div> diplomáticos y funcionarios de la embajada en Uruguay. Casi cien fojas que </div> <div> revelan detalles desconocidos y aportan una convicción: casi todos los </div> <div> funcionarios de la representación diplomática tenían elementos de juicio para </div> <div> presumir la presencia de Eugenio Berríos en Uruguay, mucho antes del episodio </div> <div> de la comisaría de Parque del Plata; algunos tuvieron noticias incluso al mes </div> <div> del arribo del ex agente de la DINA. La conclusión es inevitable: Berríos </div> <div> podría estar vivo, todavía, si cada uno de los funcionarios, por distintas </div> <div> razones, no hubiera optado por el silencio. De la lista se exceptúa el general </div> <div> Emilio Timmerman, cuya función era, precisamente, coordinar el ocultamiento de </div> <div> Berríos y que, por razones que no se explican en el sumario administrativo, no </div> <div> fue interrogado como el resto de los funcionarios, desde los administrativos </div> <div> hasta los embajadores. Timmerman está considerado como un hombre de confianza </div> <div> de Augusto Pinochet</div> <div>  </div> <div>  </div> <div>  </div> <div> OPERACIONES DE LA “RED GLADIO”</div> <bR> <div> ¿Quién mató a Juan José Torres?</div> <bR> <div> Desde Buenos Aires, Martín Sivak</div> <div> A las ocho de la noche del 2 de junio de 1976, el principal Rubén Tesore, recibió un llamado anónimo: "Hay un hombre muerto debajo del puente Giles". </div> <div> Recorrió 16 quilómetros y en media hora llegó al lugar, junto al comisario Euclides Barcia. El puente, de barras de hierro y 20 metros de longitud, estaba dentro de la zona del cuartel séptimo en el quilómetro 193 de la ruta provincial </div> <div> que une las localidades de San Andrés de Giles y San Antonio de Areco en la provincia de Buenos Aires. El hombre, de cutis trigueño, cabello negro entrecano y bigotes, tenía tres balazos: uno en la cabeza y dos en el cuello. Los ojos estaban vendados, las muñecas erosionadas y en el dedo anular izquierdo le faltaba. Entre el 6 y el 7 de octubre de 1970, Bolivia tuvo cuatro gobiernos en 24 horas. El último de ellos estuvo conducido por Torres, quien prolongó su mandato durante diez meses. Fue la revolución militar número 185 en 145 años de vida republicana. Cuando asumió la presidencia se había definido "nacionalista y revolucionario". El periodista (montonero) argentino Rodolfo Walsh, quien responsabilizó en 1977 a los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor por su asesinato, lo llamó "el general proletario".</div> <div> Durante su gobierno Torres avaló la Asamblea Popular -considerada el primer sóviet de América Latina-, nacionalizó minas que eran propiedad de empresas estadounidenses, expulsó a los cuerpos de paz de Estados Unidos, liberó a Régis Debray y articuló una alianza férrea con los mineros. El 21 de agosto de 1971 llegó el golpe de Estado del coronel Hugo Banzer Suárez, apoyado por la embajada estadounidense, el ejército brasileño, el gobierno argentino de Alejandro Lanusse y la colonia alemana, donde estaba el criminal de guerra nazi Klaus Barbie.</div> <div> Torres inició su exilio en Perú, luego fue a Chile, donde una bomba estalló en su casa, y terminó en Argentina. En 1974 formó la Alianza de la Izquierda Nacional (Alin) y se constituyó en la amenaza más seria para la dictadura de Banzer.</div> <div> Para junio de 1976 Torres proyectaba entrar clandestino a Bolivia para cuestionar el acuerdo de Banzer y Pinochet sobre la salida al mar y según su representante en Bolivia, el mayor Rubén Sánchez, esperaban realizar una insurrección popular para setiembre u octubre de ese año. Antes debía salir de Argentina e ir a Venezuela para asistir a una cumbre de ex presidentes. Pero la embajada de ese país, de manera misteriosa, le denegó la visa.</div> <div> El martes 1 de junio de 1976 a las ocho y media de la mañana, Torres caminaba por Barrio Norte de Buenos Aires con el obrero boliviano Benjamín Centeno. </div> <div> Cuando llegaron a la esquina de Pueyrredón y Mansilla se despidieron. Torres tenía una cita con el general Juan Guglialmelli, a la que no llegó nunca.</div> <div> A 30 horas de la desaparición de Torres, el ministro del Interior argentino Albano Harguindeguy, en conferencia de prensa, denunció: "Nadie puede atestiguar que haya sido secuestrado como pretenden hacer aparecer informaciones familiares y periodísticas que califico de tendenciosas. Porque si yo, por el solo hecho de faltar 30 horas de mi casa -lo puedo hacer en un acto voluntario o involuntario-, si no tengo datos, no puedo decir que he sido secuestrado". Pese </div> <div> a sostener que no tenía indicios, aseguró que "el gobierno de Bolivia no tuvo ninguna intervención". Dos horas después de que concluyera la conferencia, la policía encontró el cuerpo de Torres.</div> <div> En el primer comunicado, tras conocerse la noticia, el gobierno de Banzer expresó su gratitud por "el ejemplar comportamiento del gobierno argentino". A las pocas horas tomó la decisión de no permitir la repatriación de los restos </div> <div> del ex presidente a Bolivia y por ello se produjeron levantamientos en las minas y varias manifestaciones donde murieron dos estudiantes. Banzer tuvo que decretar el estado de sitio.</div> <div> Harguindeguy y Banzer se reencontraron en 1980 en el departamento del mayor del ejército argentino Hugo Raúl Miori Pereira, quien fue miembro de la red de militares argentinos que actuó en Centroamérica, dirigidos por un presunto </div> <div> cóndor: el coronel Osvaldo Ribeiro. El periodista estadounidense Martín Andersen en su libro Dossier Secreto señaló: "Un informe sugiere que el crimen (de Torres) fue llevado a cabo por rangers bolivianos que contaban con el apoyo de la Policía Federal, y que había sido aprobado por el mismo Harguindeguy". La versión de los rangers es poco probable, porque el funcionamiento del sistema cóndor boliviano no admitía operativos fuera del país con agentes propios, según el testimonio de varios ex cóndores bolivianos.</div> <div> La banda de Aníbal Gordon"Lo de Torres fue la gente del viejo (por Aníbal Gordon), pero yo no estuve en ésa; ni siquiera sé bien cómo fue", dijo un ex miembro de la banda de </div> <div> Aníbal Gordon. </div> <bR> <div> Cuando venía a Buenos Aires, Zilvetti García (secretario privado de Torres) se alojaba en el departamento de Oroza -el testigo clave de la causa Torres y presuntamente asesinado-, que está ubicado en la calle Sánchez de Bustamante 2144, a tres cuadras del centro O/01 (Operaciones Tácticas), que era utilizado por la banda.</div> <div> El coronel Carlos Antonio Mateos, alias "Gaucho", jefe de Aníbal Gordon en el batallón 601, poseía un campo en General Villegas, donde permaneció secuestrado, entre otros, el dirigente justicialista Julio Bárbaro.</div> <bR> <div> A 365 días del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Rodolfo Walsh, quien durante ese año puso en marcha la Agencia Clandestina de Noticias (Ancla), se refirió en su "Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar" al secuestro y muerte de Torres, Michelini, Gutiérrez Ruiz y de otros exiliados latinoamericanos, Walsh denunció "la segunda participación en esos crímenes del departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por los oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mister Gardner Hathaway. Station Chief de la CIA en Argentina es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional.</div> <bR> <div> En 1974 Juan Gattei era jefe de la División de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal y estaba encargado de la seguridad del exiliado chileno, general Carlos Prats. A las 0.40 del lunes 30 de setiembre de ese año, Prats murió, junto a su esposa, al explotar una bomba colocada en su automóvil. De manera curiosa, minutos después del estallido en la calle Malabia, llegó Gattei. Según Walsh, Gattei era uno de los nexos entre la CIA y la Triple A. También dirigió en 1975 un comando de la Triple A encargado de la persecución y ejecución de exiliados latinoamericanos, que fue parte de un acuerdo firmado por Alberto Villar con jefes policiales de Uruguay, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay. "A partir del </div> <div> momento en que Villar fue designado director general de Orden Urbano, y posteriormente, subjefe de la Policía Federal mantuvo un permanente contacto con personal de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de seguridad.El otro acusado por Walsh, comisario general Antonio Gettor integró la sección o grupo Superintendencia de Seguridad Federal. A partir de diciembre de 1977 fue director de la sección Delitos y Vigilancia, dependiente de la jefatura de Superintendencia de Investigaciones Criminales. </div> <div> De cara regordeta y ojerosa, Gettor dejó su puesto de superintendente de investigaciones, y el 15 de diciembre de 1982 llegó a la cumbre de su carrera: asumió como subjefe de la Policía Federal. El 2 de julio de 1983, Gettor fue el </div> <div> único orador de un acto en homenaje a los caídos en el cumplimiento del deber y en "la lucha contra la subversión". "Enfrentemos a los mensajeros internacionales del delito, el ocaso y la violencia", exigió Gettor, acompañado </div> <div> por el entonces jefe de la Policía Federal, Juan Bautista Sasiaiñ y el General Jorge Rafael Videla.</div> <bR> <div> La conexión boliviana</div> <div> "Ahora me las van a pagar, Torres. Ya no voy a conformarme con hacerlo poner en la frontera, si no van a ver lo que les pasa", fue una de las tantas amenazas </div> <div> que disparó el agregado militar de Hugo Banzer en Buenos Aires, coronel Raúl Tejerina Barrientos. En 1973, Tejerina fue jefe de policía nombrado por Banzer y después del asesinato de Torres fue ascendido a general y jefe de la Casa </div> <div> Militar. "Siempre he sido fiel a Banzer, con quien somos compañeros de curso en la carrera militar", dijo Tejerina en Bolivia. Dueño de una inmensa casa en el barrio residencial de Sopocachi, en La Paz, y tres autos.</div> <div> En 1976, cuando Tejerina era agregado militar, el cónsul boliviano en La Plata, Eduardo Banzer Ojopi -primo del general Hugo Banzer- "visitaba periódicamente la embajada", según declaró en los tribunales argentinos una amiga de Hugo Banzer. </div> <div> Diversos testimonios y fuentes reservadas aseguraron que Tejerina organizaba grupos de vigilancia y control contra Torres y otros exiliados, con el respaldo del propio Eduardo Banzer. El auto del consulado fue visto varias veces cerca </div> <div> del departamento de Torres.</div> <div> José Oroza, un empleado de la embajada, era el testigo más importante de las amenazas de Tejerina a Torres. Al día siguiente del crimen del ex presidente, Tejerina fustigó a Oroza por haber ventilado "secretos de embajada". El 14 de </div> <div> noviembre de 1976, Oroza falleció y no se le practicó autopsia. Para la justicia argentina fue una "muerte sospechosa de criminalidad". Su familia sostiene la </div> <div> hipótesis del envenenamiento.</div> <div> No es la única muerte que rodea al caso Torres. El 11 de mayo de 1976 fue asesinado el embajador boliviano en Francia, general Joaquín Centeno Anaya, en el puente Bir-Hakeim de París. No tan lejos de allí, en la avenida Pincaré, </div> <div> había sido asesinado el coronel uruguayo Ramón Trabal el 19 de diciembre de 1974. Centeno Anaya, quien participó en la captura y asesinato de Ernesto "Che" Guevara, estaba enfrentado a Banzer y pese a que la inexistente "Brigada Che Guevara" se adjudicó el homicidio, hay varios indicios de que habría participado el terrorista italiano Stefano Dellechiae, agente cóndor y miembro de la internacional negra. En el instante del asesinato de Centeno Anaya, el dictador </div> <div> uruguayo Juan María Bordaberry estaba reunido con Banzer en Santa Cruz de la Sierra, donde acordaron declarar "una lucha abierta al comunismo".</div> <bR> <div> Tres juntas, tres cuerpos, 471 fojas con los números de la causa Torres, cerrada en 1987 por la justicia argentina. El segundo magistrado del caso fue Orlando Juan Gallo, ex diputado del partido MODIN e impulsor de la frustrada </div> <div> candidatura presidencial del General argentino Juan Carlos Onganía. Bajo un retrato suyo con el General español Francisco Franco, Gallo reconoció que siempre vio "el nexo entre el asesinato y la embajada boliviana". Pero tuvo serias dificultades para explicar por qué no llamó a declarar a Tejerina, Banzer y a Harguindeguy. "¿Qué es la Operación Cóndor y quién es Michael Townley?", preguntó.</div> <div> El abogado de la familia Torres, Jorge Manuel Baños (quien luego muriera durante el copamiento a La Tablada en 1989), no pudo viajar a Bolivia por presiones diplomáticas. Los Torres insisten en la responsabilidad de Banzer en el </div> <div> asesinato del ex presidente, el más misterioso de la historia de Bolivia, y esperan reabrir la causa en poco tiempo.</div> <div> __________________________</div> <bR> <div>  </div> <div> DROGAS LA HISTORIA SECRETA DEL CRACK</div> <div> Narcotráfico de Estado</div> <div> Nuevas evidencias confirman la participación de la CIA y de las dictaduras latinoamericanas en el tráfico de drogas para financiar operaciones encubiertas. </div> <bR> <div> La militarización de la "guerra contra las drogas" está bajo sospecha.</div> <div> Casi sin saberlo, un joven pandillero del "área de la bahía", un suburbio pobre del norte de Los Angeles, inauguró a fines de 1979 el boom del crack -la mortífera alteración de la cocaína que está arrasando literalmente a la población negra de las principales ciudades estadounidenses- cuando comenzó a </div> <div> recibir, de un exiliado nicaragüense, ingentes cantidades de cocaína pura.</div> <div> Rick Ross revolucionó el mercado de las drogas: por más que su abastecedor, Danilo Blandón, le entregaba la mercadería a precios tentadores, la cocaína era </div> <div> por entonces muy cara, y por tanto reservada a los consumidores de clase media y los intelectuales. Ross experimentó con el método del blow up, cocinando la </div> <div> cocaína mezclada con un anestésico llamado procaína, y logró transformar el polvo en rocas, que podían ser fumadas en pipas. Creyó haber reproducido la "base", un estado primario de la cocaína que se suele fumar en los países </div> <div> productores de América Latina. Por cada quilo de cocaína, Ross lograba tres quilos de rocas. El furor inicial del crack mató a los atletas Len Blas y Don Rogers y casi liquidó al actor Richard Pryor; después se convirtió en "la </div> <div> cocaína de los pobres", y hoy provoca una virtual devastación de la comunidad negra de Estados El 18 de agosto pasado, después de un año de una meticulosa </div> <div> investigación, un diario de Los Angeles, el San José Mercury News, comprobó que el boom del crack en California -y su irradiación al resto del país- es directa responsabilidad de la central de inteligencia (CIA) y de una organización </div> <div> antisandinista, que organizaron el tráfico de cocaína a Los Angeles para financiar a los contras nicaragüenses a comienzos de 1980.</div> <div> La explosiva revelación provocó indignación entre las organizaciones de la minoría negra estadounidense, que llegaron a denunciar la participación de organismos estatales en la "fundación" del comercio del crack como una agresión </div> <div> planificada contra los negros. En el Congreso de Estados Unidos, en cambio, la sólida información del San José Mercury reactualizó el costado más oscuro del escándalo Irán-Contras, ventilado en noviembre de 1986: a pesar de los numerosos testimonios, el gobierno de Ronald Reagan logró en aquel entonces enterrar la investigación sobre la forma en que se financió la asistencia secreta de Estados Unidos a los contrarrevolucionarios nicaragüenses. Ahora, las evidencias confirman que el Consejo Nacional de Seguridad y la CIA traficaron cocaína a fin de obtener los recursos para la compra de armas, que el Congreso había embargado.</div> <div> Las consecuencias de la revelación son impredecibles: no sólo cientos de miles de ciudadanos estadounidenses resultaron víctimas de esas operaciones encubiertas; también surge con claridad que durante diez años diversos </div> <div> organismos gubernamentales (el Pentágono, la CIA, la DEA, el Departamento de Justicia) ocultaron pruebas, destruyeron archivos y manipularon la información para impedir que pudiera conocerse la participación estatal en el tráfico de </div> <div> drogas. No es menor el hecho de que muchos de los traficantes involucrados en esas operaciones encubiertas son hoy agentes secretos estadounidenses afectados </div> <div> a la lucha contra la droga. </div> <div> Pero la responsabilidad en la financiación mediante droga de las operaciones encubiertas no es exclusiva de los organismos estadounidenses. La información del San José Mercury permite ensamblar los trozos de una historia fragmentada donde los polifacéticos miembros de esa trasnacional terrorista conocida como Operación Cóndor (agentes de inteligencia, torturadores, extorsionadores, </div> <div> traficantes) aparecen con papeles muy destacados. Del esquema surge una conclusión: el narcotráfico, ahora identificado como el enemigo principal de la seguridad hemisférica, fue el recurso preferido de la Doctrina de la Seguridad Nacional para desplegar el terrorismo de Estado por todo el continente.</div> <div> Reunión cumbre en Buenos Aires.</div> <div> A comienzos de 1980, el general Guillermo Suárez Mason, jefe del primer cuerpo del Ejército argentino, presidió el cuarto congreso de la Confederación Anticomunista atinoamericana (CAL), filial de la World Anti-Comunist League (WACL), que se realizó en Buenos Aires. Estuvieron presentes el residente de la WACL, Woo Jae Sung, miembro relevante de la Secta Moon; representantes de la logia fascista Propaganda Due, delegados del dictador nicaragüense Anastasio Somoza y de la organización terrorista anticastrista Alpha 66; el mayor Roberto D'Aubisson, creador de los escuadrones de la muerte salvadoreños, el general </div> <div> uruguayo Luis Vicente Queirolo, el neofascista guatemalteco Mario Sandoval Alarcón y el terrorista italiano Stepano delle Chiaie, entre otros; John Carbaugh, asistente del senador Jesse Helms, y Margo Carlisle, ayudante del senador James McClure, participaron como observadores. </div> <div> Suárez Mason, directamente implicado en los asesinatos de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz y protector de Aníbal Gordon (jefe de las bandas paramilitares que operaron en los centros clandestinos de detención subordinados al primer cuerpo de Ejército, y especialmente en Automotores Orletti, de donde desapareció más de un centenar de uruguayos), fundamentó la necesidad de desarrollar la lucha anticomunista en América Central, a partir del triunfo sandinista. El general miembro de la P-Due comprometió la creación, en el seno del Batallón 601 (la estructura de inteligencia del Ejército) de un Grupo de Tareas Exterior, GTE, para desplazar hacia América Central un contingente de "asesores", que trasmitiría a los ejércitos y a los comandos paramilitares de la región la experiencia argentina en la "guerra sucia".</div> <div> Los 8 millones de dólares que la WACL aportó para los gastos iniciales del GTE son el primer y temprano indicio de la asistencia encubierta estadounidense que después instrumentó el coronel Oliver North, por encargo de Reagan y George Bush. Pero la aventura centroamericana (y el enriquecimiento personal de sus protagonistas) requeriría fondos mucho más cuantiosos. Al momento del congreso </div> <div> de la CAL Suárez Mason ya tenía prevista una fuente significativa de financiamiento: un suministro ilimitado de cocaína boliviana.</div> <div> Ese punto fue el centro de los contactos informales que Suárez Mason mantuvo en Buenos Aires con el salvadoreño D'Aubisson -yerno del general Amaury Prandt, exjefe de la inteligencia militar uruguaya- y el italiano Delle Chiaie -líder de la organización fascista Avanguardia Nazionale, responsable del atentado contra el dirigente democristiano chileno Bernardo Leighton, perpetrado en Roma por encargo del jefe de la policía secreta de Pinochet, el general Manuel Contreras.</div> <div> Ambos habían acordado con el coronel boliviano Luis Arce Gómez el suministro de droga para financiar acciones paramilitares, como parte de un plan más vasto y </div> <div> complejo. En realidad, a comienzos de 1980, los militares golpistas y los narcotraficantes bolivianos coincidieron en sus intereses. De ahí surgió la "narcodictadura" del general Luis García Meza que, con el pretexto de combatir a la "izquierda comunista", controló el poder en Bolivia durante dos años. El propósito del golpe fue eliminar el monopolio de los cárteles colombianos que asignaban a los barones de la droga bolivianos un papel secundario, limitado a la producción de pasta base, con una interdicción para la instalación de fábricas de cocaína.</div> <div> En marzo de 1980, el agente secreto de la DEA Michael Levine, estacionado en Buenos Aires, descubrió que un trust de narcotraficantes bolivianos impulsaba el golpe militar, financiando la operación. La CIA y la DEA ocultaron la </div> <div> información al gobierno de Jimmy Carter y permitieron que prosperara el plan.</div> <div> En el esquema, el coronel Arce y su primo Roberto Suárez, principal narcotraficante, se comprometieron con D'Aubisson y Delle Chiaie a aportar dinero para América Central si, a la vez, ellos facilitaban el tráfico para financiar el golpe.</div> <div> Como consecuencia, la dictadura argentina apoyó el golpe de García Meza, desplazando en julio de 1980 a unos 400 "asesores", aportando apoyo logístico (en armas y en vehículos) y destinando casi 800 millones de dólares en </div> <div> asistencia económica al nuevo régimen. Hoy se sabe que buena parte de esa "ayuda" fue en realidad un pasamanos de narcodólares, aportados por los traficantes y "lavados" por los agentes argentinos en Centroamérica.</div> <div> La red se despliegaEl teniente coronel Hugo Miori Pereyra, integrante del contingente argentino en Bolivia, fue un enlace clave. Miori auxilió a Delle Chiaie a montar, en Bolivia, un escuadrón terrorista denominado "Novios de la Muerte". Ese escuadrón, con el que estuvo vinculado el criminal nazi Klaus Barbie y que coordinaba con el Servicio Especial de Seguridad, organizado por el ministro del Interior Luis Arce Gómez, indistintamente instruía a soldados bolivianos en las técnicas de tortura de detenidos y brindaba protección al comercio de la cocaína.</div> <div> Miori se desplazó después a Centroamérica, oficiando de "correo". Se le atribuye un papel fundamental en la organización del tráfico de drogas que fluyó hacia El Salvador. La cocaína era trasbordada en las bases de la Fuerza Aérea salvadoreña y derivada hacia Estados Unidos. Parte de la droga financió los escuadrones de la muerte montados por el mayor D'Aubisson y los grupos paramilitares guatemaltecos asesorados por el teniente coronel Santiago Hoya, alias "Santiago Villegas", otro miembro clave del grupo de asesores argentinos en Centroamérica. </div> <div> Miori murió en un confuso incidente en 1982, después de que se comprobó que había desviado en su propio provecho dinero destinado a la paga de los asesores argentinos.</div> <div> El teniente coronel Hoya y el coronel José Osvaldo Ribeiro, alias "Balita", responsable máximo del GTE, tuvieron una decisiva participación en los orígenes de lo que después fue el escándalo Irán-Contras. Ribeiro, a quien se le atribuye una intervención protagónica en la desaparición de exiliados en el marco de la Operación Cóndor, así como en la modernización de los servicios de inteligencia en Paraguay, trasladó las experiencias de coordinación realizadas en Argentina con militares uruguayos, chilenos y paraguayos.</div> <div> Desde su cuartel general en el hotel Honduras Maya de Tegucigalpa, Ribeiro comenzó la coordinación con los exiliados de la Guardia Nacional Somocista, mientras Hoya, como "jefe de operaciones", dirigía la instalación del campo de entrenamiento llamado Sagitario, en las afueras de Tegucigalpa, y del campo de concentración clandestino conocido como "La Quinta". Hoya y Ribeiro estrecharon </div> <div> contactos con el general Gustavo Alvarez Martínez, jefe del G2 del ejército hondureño, con el ex capitán de la Guardia Nacional somocista Emilio Echaverry y con los lderes "contras" Arístides Sánchez, Enrique Bermúdez y Frank Arana. De hecho, la CIA había delegado en los asesores argentinos la organización de la "contra" nicaragüense; Ribeiro y Hoya tuvieron una actuación destacada en las negociaciones que culminaron con la creación de la segunda dirección colectiva de los "contras", tras la trans Cuando comenzaba a organizarse la </div> <div> "narcofinanciación" de esas operaciones encubiertas, los asesores argentinos instruyeron a los paramilitares centroamericanos en las prácticas de los secuestros extorsivos, que tantos dividendos habían dado en Buenos Aires, Córdoba y Rosario. El flujo de dinero en grandes cantidades para la compra de armamento y pago de los mercenarios se materializó recién cuando la CIA se </div> <div> embarcó decididamente en el ingreso de droga al territorio estadounidense. La investigación del San José Mercury confirma ahora el papel decisivo de uno de los "ahijados" preferidos de los asesores argentinos: el coronel nicaragüense Enrique Bermúdez provocó el salto cualitativo cuando autorizó a dos conciudadanos, Danilo Blandón y José Norwin Menenes, a montar el tráfico de drogas, utilizando la incipiente estructura de la FDN en Los Angeles.</div> <div> 100 quilos por semana Coordinado el tráfico por los argentinos, la droga boliviana era depositada en las bases aéreas salvadoreñas y desde allí trasladada en avionetas hasta aeropuertos de Texas, con la protección de la CIA. A fines de 1981, la estructura había logrado contrabandear una tonelada de droga. Blandón, quien actualmente cobra un sueldo del gobierno estadounidense como agente especial de la DEA, admitió que entre 1981 y 1988 se llegó a introducir hasta 100 quilos semanales de cocaína.</div> <div> Los argentinos fueron también los pioneros de la estructura que después utilizó el gobierno de Reagan para canalizar la ayuda encubierta a los contras. Los agentes del Batallón 601 Raúl Guglielminetti (alias "Mayor Guastavino"), Leandro Sánchez Reisse (alias "Lenny") y Jorge Franco (alias "Fiorito") se especializaron en el lavado de dinero de los fondos provenientes del narcotráfico. Franco viajó en dos oportunidades a Centroamérica, en una de ellas con su </div> <div> identidad real. Calificado como experto en finanzas, Franco figura como "desaparecido" en las listas del Instituto de Obras Sociales del Ejército, pero se sospecha que por lo menos hasta 1987 permanecía en Centroamérica.</div> <div> Leandro Sánchez Reisse es el único de los miembros del GTE que ha confesado la vinculación de los asesores argentinos con el narcotráfico para la financiación </div> <div> de las operaciones encubiertas. Sánchez Reisse, de profesión contador, fue detenido en Ginebra, Suiza, en 1982, cuando intentaba cobrar el rescate del banquero uruguayo Carlos Koldobsky, secuestrado en Buenos Aires. En 1985 logró fugar del presidio de Champ Dollon. Se refugió en Estados Unidos, bajo la protección de la CIA. Para evitar la extradición, Sánchez Reisse se ofreció para testimoniar ante la subcomisión de Terrorismo, Narcóticos y Operaciones </div> <div> Internacionales del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. </div> <div> Sánchez Reisse reveló, en fechas tan tempranas como 1987, que el general Suárez Mason y el sector del ejército bajo su mando recibieron dinero del narcotráfico para financiar la lucha contrainsurgente en América Central. Explicó que dos empresas montadas en Miami -una llamada Argen-show, dedicada a la contratación de cantantes para giras latinoamericanas, y otra llamada Silver Dollar, en </div> <div> realidad una casa de empeño dirigida por Raúl Guglielminetti- fueron las pantallas para la manipulación del dinero.</div> <div> Admitió que Silver Dollar y Argenshow habían canalizado 30 millones de dólares del narcotráfico que fueron girados, vía Panamá, hacia Suiza, Lichtenstein, Bahamas e Islas Cayman. El dinero, dijo, terminó en manos de los contras nicaragüenses. Reveló también que la CIA estaba al tanto de las actividades de las dos empresas de Florida desde mediados de 1980, y que dio su visto bueno para las operaciones de lavado. </div> <bR> <div> La nueva doctrina en entredicho El escándalo Irán-Contras reveló, en su momento, el involucramiento de la CIA en el tráfico de drogas. La participación argentina y boliviana, y acaso la chilena y la uruguaya, han quedado sumergidas al amparo de las soluciones "políticas" que extendieron la impunidad para los violadores de los derechos humanos. Las nuevas evidencias demuestran que el narcotráfico fue -y quizás siga siéndolo- un soporte para el despliegue de operaciones encubiertas. Todos esos elementos descalifican ahora el objetivo impulsado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, que presiona en América Latina por la militarización de la guerra contra el narcotráfico. Los antecedentes, que en su momento llevaron a las dictaduras a instalar una estrategia que combinó el despliegue del terrorismo de Estado y el enriquecimiento personal, cuestionan los propósitos de crear una fuerza militar multinacional para combatir lo que se presenta, como un negocio particular de los Estados Unidos de Norteamérica.</div> <bR> <bR> <div> _____________________________________________________________________________</div> <div> <B>OPERATION GLADIO </B></div> <bR> <bR> <bR> <bR> <bR> <bR> <div>                             <B>OPERATION GLADIO </B></div> <bR> <div> <B>ITALY </B>                     </div> <bR> <bR> <div> <B>1947 Origins of Gladio</B></div> <bR> <div> "As early as 1947, the United States was constructing a clandestine network</div> <div> in Northern Italy to act in the event of a communist insurrection or</div> <div> electoral victory." (Wolfgang Achtner, Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> "Though the Stay Behind operation was officially started only in 1952, "the</div> <div> whole exercise had been in existence for a long time, in fact ever since</div> <div> it was born in the head of Allen Dulles," said the ex-Nato source who has</div> <div> access to files in several West European nations.  According to him,</div> <div> Dulles, the first chief of the CIA, worked out the original plan to build</div> <div> secret anti-communist guerilla forces across Europe when he was based in</div> <div> Switzerland at the end of the second world war. Dulles, Sir Stewart Menzies</div> <div> (SIS) and the Belgian Premier Paul Henri Spaak codified the plan in a</div> <div> secret pact sometime between 1949 and 1952 under the umbrella of the</div> <div> Clandestine Co-ordinating Committee at the Supreme Headquarters Allied</div> <div> Powers Europe, (SHAPE), which became Nato. "There was a division of labour</div> <div> between the British and the US," he continued, "with Britain taking</div> <div> responsibility for the operation in France, Belgium, Holland, Portugal and</div> <div> Norway and the Americans looking after Sweden, Finland and the rest of</div> <div> Europe" (Searchlight, January 1991)</div> <bR> <div> 1951 Formation of Clandestine Planning Committee</div> <bR> <div> "In 1951, said the newspaper [Die Welt], Allied intelligence agencies and</div> <div> each participating nation - Germany, Italy and France being among the first</div> <div> - agreed to set up a Committee for planning to oversee the network"</div> <div> (Associated Press, 13/11/90) </div> <div>                                     </div> <div> 1955-58 CIA control of Italian secret services</div> <div> "Former defence minister Paulo Taviani [told Magistrate Casson during his</div> <div> 1990 investigation] that during his time in office (1955-1958), the Italian</div> <div> secret services were bossed and financed by the boys in Via Veneto' - ie</div> <div> the CIA agents in the US Embassy in the heart of Rome. (William Scobie,</div> <div> Observer, 18/11/90)</div> <bR> <div> 1956 General Giovanni de Lorenzo appointed head of Sifar</div> <bR> <div> "De Lorenzo was...appointed head of the secret services (Sifar) in 1956 by</div> <div> President Granchi, he stayed on as head of Sifar after he was made</div> <div> commander of the carabinieri in 1962." (Stuart Christie, "Stefano de</div> <div> Chiaie", Anarchy/Refract, 1984)</div> <bR> <div> 1956 Formation of Gladio</div> <bR> <div> "US documents declassified in the 1970's show that General Giovanni de</div> <div> Lorenzo, the chief of Sifar (Italian Military Intelligence), joined the US</div> <div> in the 1950's in preparing a plan against a Communist takeover, but did not</div> <div> inform his own government.  According to a document released by Mr</div> <div> Andreotti last month the CIA and Sifar sketched a plan in November 1956,</div> <div> codenamed Gladio, to form a force of 1000 men capable of guerilla warfare</div> <div> and espionage.  A training base was set-up in Sardinia and 139 weapons and</div> <div> ammunition dumps were hidden in Northern Italy." (Wolfgang Achtner, Sunday</div> <div> Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> "Andreotti ... has admitted to parliament that a covert intelligence</div> <div> service was set-up forty years ago, with the help of the CIA and British</div> <div> agents to combat Soviet subversion or aggression.  Although no elected</div> <div> representatives save Prime Ministers were told of its existence, it still</div> <div> exists." (Wolfgang Achtner, Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> "The network, run by secret-services of Nato members, was apparently set-up</div> <div> in the 1950's at US instigation to create a guerrilla resistance</div> <div> organisation in the event of a Soviet invasion or communist takeover in</div> <div> Nato countries." (John Palmer, Guardian, 10/11/90)</div> <bR> <div> "General sir Anthony Farrar-Hockley, a former commander-in-chief of Nato</div> <div> forces in northern Europe said...that a covert intelligence service was set</div> <div> up in Italy with the help of British agents and the CIA - which also partly</div> <div> funded it.  The Italian branch of the network was known as Operation</div> <div> Gladio" (Richard Norton Taylor, Guardian, 15/11/90)</div> <bR> <div> "Gladio was the name given to the Italian branch of a network with the</div> <div> harmless official name, Allied Co-Ordination Committee, set up with British</div> <div> help in the 1950's, operated by the secret services and partly financed by</div> <div> the United States CIA."</div> <div> (Richard Norton-Taylor, Guardian, 16/11/90)</div> <bR> <div> Post-1956 Structure of Gladio</div> <bR> <div> Gladio was "Set up to engage in clandestine, non-conventional resistance</div> <div> in the event of invasion. 622 people were recruited and trained by American</div> <div> and British intelligence at the Capo Marrargui base on the northern tip of</div> <div> Sardinia. They were organised in 40 independent cells.  Six were</div> <div> responsible for intelligence-gathering, 10 for sabotage, 6 for codes and</div> <div> radio communications, 6 for running escape routes and 12 for guerilla</div> <div> warfare.  Five of the guerrilla units were named after flowers such as</div> <div> azalea, rhododendron and broom.  Gladio established 139 arms caches, mostly</div> <div> in north-east Italy near the Gorizia gap, through which any Soviet invasion</div> <div> was expected to come.  Since then 127 have been recovered, 10 more have</div> <div> been built over, but the last two were probably found by private citizens,</div> <div> but the suspicion remains that they were used by right-wing terrorists."</div> <div> (Charles Richards & Simon Jones, Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> "Two Communist MP's [who] got into the [Gladio] secret training base near</div> <div> Alghero, Sardinia, discovered that when the Prime Minister Giulio Andreotti</div> <div> had spoken of 'only 622 units' he had failed to mention that each was a</div> <div> guerrilla chief who would raise 12 to 15 followers to et total of 15,000</div> <div> men.  After training sessions these Gladio chieftains took their 'personal</div> <div> weapons' home to be ready for the Soviet invasion." (William Scobie,</div> <div> Observer, 18/11/90)</div> <bR> <div> 1/6/59 Gladio Briefing Minute</div> <bR> <div> "A briefing minute of June 1, 1959, reveals Gladio was built around</div> <div> "internal subversion".  It was to play "a determining role ...not only on</div> <div> the general policy level of warfare, but also on the politics of emergency.</div> <div> (Ed Vulliamy, Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <div> "The Venetian judges [Casson & Mastelloni] came across Gladio when working</div> <div> on a document of 1959 that referred to the militia's "internal</div> <div> subversion"... The document, dated June 1, 1959, detailed the</div> <div> "non-orthodox" warfare that Gladio would wage against a Warsaw Pact</div> <div> invader, saying the strategy comes from the Nato clandestine planning</div> <div> committee in Paris.  But the paper then moves from what it calls "the Nato</div> <div> level" to the national level" - the first dealing with "invading military</div> <div> forces" and the second with "internal subversion," both arranged in "close</div> <div> cooperation between the Italian and American secret services." The duty of</div> <div> Gladio is a double one, says the document.  The first is objective" and</div> <div> concerns the "defence of the Italian territory and population".  The second</div> <div> is defined cryptically as "subjective" and is "concerned with the</div> <div> legitimate authority of the state, and with the eventuality of any serious</div> <div> offences against its integrity." Gladio should be ready "to adopt, with</div> <div> timely readiness, preemptive action to assure the state's prestige,</div> <div> capacity for action and for government". (Ed Vulliamy, Guardian, 10/12/90)</div> <bR> <div> 1959 Gladio joins the Clandestine Planning Committee</div> <bR> <div> "In 1959, Italy was invited to join the Clandestine Planning Committee, the</div> <div> multi-national organ overseen from Belgium by Shape (Supreme Headquarters</div> <div> Allied Powers Europe). Sifar began to recruit Italian military personnel</div> <div> and civilians and place them in secret cells.  British agents were involved</div> <div> in the training. (Wolgang Achtner, Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> 1960 Founding of Ordine Nuovo</div> <bR> <div> Ordine Nuovo was founded by industrialist Pino Rauti.  "It had been</div> <div> strengthened by numerous training courses run by officers of the Italian</div> <div> and Greek armies.  It also received financial assistance from the CIA and</div> <div> Belgian neo-nazis." (Time Out, 7/4/70)</div> <bR> <div> 1964 Operation Solo</div> <bR> <div> "Frightened by the "opening to the left" under the Christian Democrat</div> <div> premiership of Aldo Moro and the success at the polls of the Communists who</div> <div> gained 25 per cent of the vote in the 1963 elections, the Italian right</div> <div> began to make plans to pave the way for the installation of a government</div> <div> of "public safety" consisting of right-wing Christian Democrats, top</div> <div> managers and military men. General Giovanni de Lorenzo, commander of the</div> <div> paramilitary carabinieri and head of the Italian secret services, together</div> <div> with twenty other senior army officers and allegedly with the knowledge and</div> <div> agreement of president Antonio Segni, drew up a plan for a presidential</div> <div> type coup d'tat.  "Plan Solo" was to have concluded with the assassination</div> <div> of the premier, Aldo Moro.  Executive authority was to have passed to the</div> <div> right wing Christian Democrat Cesare Merzagora.  The coup was called off</div> <div> at the final moment by a compromise between the socialists and right wing</div> <div> Christian Democrats.  General de Lorenzo and his colleagues were not ones</div> <div> to give in so easily, however, and although their plans were thwarted on</div> <div> this occasion the plotters did not abandon them."</div> <div> (S Christie, "Stefano de Chiaie", (Anarchy/Refract, 1984))</div> <bR> <div> "It is not known precisely when Stefano de Chiaie was first recruited as</div> <div> an agent of the Italian secret service, but he was certainly working on</div> <div> behalf of the Interior Ministry as far back as 1960 and he himself has</div> <div> implied knowledge of and involvement with de Lorenzo's "Plan Solo."" (S</div> <div> Christie, "Stefano de *Chiaie", (Anarchy/Refract, 1984))</div> <bR> <div> "Italians have ]earned that General Giovanni de Lorenzo, as secret services</div> <div> chief, compiled dossiers, including tapes and photographs, on some 150,000</div> <div> people...De Lorenzo received parliamentary immunity as an MSI (neo-fascist)</div> <div> MP." (William Scobie, Observer, 18/11/90)</div> <bR> <div> "By 1964, the plot had thickened.  Mr de Lorenzo compiled files on more</div> <div> than 150,000 people, including politicians, priests and unionists. He drew</div> <div> up a plan for the carabinieri, Italy's paramilitary police, to arrest many</div> <div> politicians, take over radio and television networks, and seize the offices</div> <div> and newspapers ()f left-wing parties. After "Operation Solo" was leaked,</div> <div> a parliamentary inquiry ruled in 1970 that Mr de Lorenzo had violated the</div> <div> constitution.  But he was not preparing his own coup d'tat. He was</div> <div> organising a duplicate of operation Gladio to be activated if the left</div> <div> gained too much power." (Wofgang Achtner, Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> 1966-1968 President Cossigas role</div> <bR> <div> "President Francesco Cossiga...had some responsibility for administering</div> <div> Gladio as a junior defence minister from 1966-68."</div> <div> (John Wyles, Financial Times, 14/12/90)</div> <bR> <div> Late 1960s  CIA concern over Gladio</div> <bR> <div> "By the late 1960's the CIA felt Gladio was expensive and out of control,</div> <div> but decided not to close it down because it fostered useful contacts with</div> <div> the Italian security establishment." (Edward Lucas, Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> 1969-1984 Fascist bomb attacks</div> <bR> <div> "The Prime Minister, Giulio Andreotti, sharply denied that there was any</div> <div> link between the group, codenamed Gladio...and a wave of unsolved bombings</div> <div> between 1969 and 1984 in which 143 people were killed...The Communist Party</div> <div> alleged that members of Gladio may have taken part in acts of terrorism</div> <div> nero, or neo-fascist bombings such as that in the waiting room at Bologna</div> <div> Station in August 1980, which killed 85 people in Italy's communist</div> <div> heartland.  Four neo-fascists were jailed for life for the crime, and the</div> <div> grand master of the illegal P2 Masonic Lodge, Licio Gelli, was sentenced</div> <div> to 7 years for his involvement in the case.  But last July the appeals</div> <div> court overturned the ruling for reasons never clearly explained, causing</div> <div> a national outcry." (Fiona Leney & Wolfgang Achtner, Independent, 10/11/90)</div> <bR> <div> At the trial of Vincent Vinciguerra (a neo-fascist who took part in a 1972</div> <div> bomb attack that killed three carabinieri) he told the magistrate; "that</div> <div> every bombing in Italy after 1969 was linked to one group.  "The orders are</div> <div> given by an apparatus belonging to the state, specifically by a secret</div> <div> parallel structure of the Interior Ministry" he said." (Wolfgang Achtner,</div> <div> Sunday Independent, 11/11/90</div> <bR> <div> "The most disturbing questions raised by the discovery of "Gladio" remain</div> <div> unanswered.  How come "Gladio" guns and explosives were used in the 1972</div> <div> Peteano attack in which three policemen were killed..." (Paddy Agnew, Irish</div> <div> Times, 15/11/90)</div> <bR> <div> Early 1970s  Meeting between Alexander Haig and Licio Gelli</div> <bR> <div> "In an interview the ex-Nato operative said that Ted Shackley, the CIA's</div> <div> deputy station chief in Rome, "fixed a meeting between Alexander Haig and</div> <div> Gelli at the US embassy in Rome in the early 1970s, when Haig was President</div> <div> Nixon's Chief of Staff. "Money" he said was then filtered to Stay Behind</div> <div> or Gladio with the blessing and knowledge of both Haig and the then head</div> <div> of the US National Security Council, Henry Kissinger.  Their aim was to</div> <div> prevent a communist takeover at all costs.</div> <bR> <div> 7-8/12/70  Abortive coup attempt by Prince Valesio Borghese</div> <bR> <div> "For four and a half months the whereabouts of Delle Chiaie were to remain</div> <div> a mystery, until the night of 7-8 December 1970, the anniversary of the</div> <div> Japanese surprise attack on the United States fleet at Pearl Harbour in</div> <div> 1941.  Then the 'Black prince' Julio Valerio Borghese, ex-commander of</div> <div> Mussolini's Decima MAS (Tenth Light Flotilla) and responsible for a</div> <div> murderous anti-partisan campaign under Mussolini's Salo Republic, gave the</div> <div> order to proceed with the final stages of an attempted coup codenamed</div> <div> "Tora, Tora".  At 11.15 that evening, Stefano delle Chiaie, commanding 50</div> <div> neo-nazis, occupied the buildings of the Interior Ministry in Rome. They</div> <div> had gained entrance that morning disguised as workmen and had lain low</div> <div> until Borghese gave the final go ahead for the coup.  However at the very</div> <div> last moment the coup was called off.  A few minutes before lam on the 8th</div> <div> Borghese received a mysterious telephone call.  The identity of the caller</div> <div> is not known, but the name of General Micelli, successor to Admiral Hencke</div> <div> as head of the secret service and commander of the "Rose of the Winds"</div> <div> organisation, has been mentioned repeatedly in this connection.  What was</div> <div> said during the short conversation was also unknown but speculation has it</div> <div> that Micelli, who was allegedly involved in the shady background of the</div> <div> plot, realised at the last moment that Borghese and his men were being set</div> <div> up by other more powerful factions among the plotters, and decided to warn</div> <div> his friend and advise him to pull out. (S Christie, "Stefano de Chiaie",</div> <div> (Anarchy/Refract, 1984))</div> <bR> <div> "There was [an] abortive coup in December 1970 by Prince Valerio Borghese,</div> <div> a fascist Navy commander.  The head of the secret service, General Vito</div> <div> Miceli, was linked to the plotters.  At their trial in 1977 he said: "There</div> <div> has always been a certain top secret organisation, known to the top</div> <div> authorities of the state and operating in the domain of the secret</div> <div> services, that is involved in activities that have nothing to do with</div> <div> intelligence gathering. Likewise, a colonel called Amos Spiazzi, who was</div> <div> investigated for his links with the Borghese coup and the Bologna bombing,</div> <div> talked of an "organisation operating within the armed forces, that did not</div> <div> have any subversive intention, but was set up to protect the state from the</div> <div> possibility of a Marxist advance." A few days ago, Mr Spiazzi, who was</div> <div> acquitted in the trials, said proudly he had been a member of "Operation</div> <div> Gladio" since 1960. (Wolfgang Achtner, Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> "Italians have learned that...General Vito Miceli received an $800,000</div> <div> handout from the Americans; that Miceli was linked to an abortive coup in</div> <div> 1970 led by Prince Valerio Borghese, a wartime mini-sub commander...Miceli</div> <div> received parliamentary immunity as an MSI (neo-fascist) MP, while Borghese</div> <div> was spirited out of Spain by ex-Nazis." (William Scobie, Observer,</div> <div> 18/11/90)</div> <bR> <div> "There are also overlaps between senior Gladio personnel and the committee</div> <div> of military men, Rosi dei Vent; which tried to stage a coup in 1970."</div> <div> (Ed Vulliamy, Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <div> 1971-1974 Head of Gladio</div> <bR> <div> "General Gerardo Serraville [was] head of Gladio from 1971 to 1974."</div> <div> (Charles Richards, Independent, 1/12/90)</div> <bR> <div> 1972 Gladio meeting</div> <bR> <div> "General Geraldo Serraville, a former head of "Office R", told the</div> <div> terrorism commission that at a crucial Gladio meeting in 1972, at least</div> <div> half of the upper echelons "had the idea of attacking the communists before</div> <div> an invasion.  They were preparing for civil war." Later, he put it more</div> <div> bluntly: "They were saying this: "Why wait for the invaders when we can</div> <div> make a preemptive attack now on the communists who would support the</div> <div> invader?"</div> <div> (Ed Vulliamy, Guardian, 5/12/90)</div> <div>   </div> <div> January-February 1972 Missing Gladio arms cache</div> <bR> <div> "General Gerardo Serraville, head of the fifth division of the Italian</div> <div> secret service, told the Commission on Terrorism that although seven</div> <div> containers of explosives had been logged at the Gladio arms dump at</div> <div> Aurisina, near Trieste, the police had found only four containers - with</div> <div> three unaccountably missing. Carabiniere officers discovered the arsenal</div> <div> during January and February, 1972, the general said. This was only two</div> <div> months before the murder of three carabiniere at Peteano by a fascist car</div> <div> bomb." (Ed Vullamy, Guardian, 21/11/90)</div> <bR> <div> 1972 Disarming of Gladio</div> <bR> <div> "Gladio has still not been officially disbanded... It was equipped with</div> <div> arms caches which, according to Mr Andreotti, were recalled in 1972,</div> <div> although two went missing." (John Wyles.  Financial Times, 9/11/90)</div> <bR> <div> 1972 Peteano bomb attack</div> <bR> <div> Fascist bomb attack killed three carabinieri (see above)</div> <bR> <div> cl973 Gladio unit visit Britain</div> <bR> <div> "Britain hosted a unit responsible for organising Operation</div> <div> Gladio...General Gerardo Serraville, who said the Italians trained at a</div> <div> military base in Britain, was giving evidence in Rome to a parliamentary</div> <div> inquiry." (see 1990).</div> <bR> <div> 23/11/73 Bombing of the plane Argo 16</div> <bR> <div> "General Geraldo Serraville, head of Gladio from 1971 to 1974, told a</div> <div> television programme that he now thought the explosion aboard the plane</div> <div> Argo 16 on 23 November 1973 was probably the work of gladiatori who were</div> <div> refusing to hand over  their clandestine arms.  Until then it was widely</div> <div> believed the sabotage was carried out by Mossad, the Israeli foreign</div> <div> service, in retaliation for the pro-Libyan Italian government's decision</div> <div> to expel, rather than try, five arabs who had tried to blow up an Israeli</div> <div> airliner.  The Arabs had been spirited out of the country on board the Argo</div> <div> 16." (Charles Richards, independent, 1/12/90)</div> <bR> <div> 1974 Denial of Gladio's existence</div> <bR> <div> "...Andreotti denied the existence of a secret agency  linked to the spy</div> <div> services"</div> <div> (Wolfgang Achtner, Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> ""I can say that the head of the secret services has repeatedly and</div> <div> unequivocally excluded the existence of a hidden organisation of any type</div> <div> or size," the Italian Minister of Defence, Giulio Andreotti, told a</div> <div> judicial enquiry in 1974 into the alleged existence of a secret state</div> <div> army." (Ed Vulliamy, Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <div> 1974 British "Gladio" visit to Italy</div> <bR> <div> Gladio "counterparts in Britain, where the plan was given the name</div> <div> Operation Stay Behind, visited Italy in 1974, according to a senior Italian</div> <div> intelligence official." (Richard norton-Taylor & David Gow, Guardian,</div> <div> 17/11/90)</div> <bR> <div> 1974-79  P2 and US involvement with Gladio?</div> <bR> <div> "Declassified secret service papers reveal that Ted Shackleton, deputy</div> <div> chief of the CIA station in Rome in the 1970's introduced the notorious</div> <div> Licio Gelli - head of the neo-fascist P2 masonic lodge and for years a</div> <div> fugitive in Argentina - to General Alexander Haig, then Nixon's chief of</div> <div> staff, and later, from 1974 to 79, Nato Supreme Commander. P2 was a</div> <div> right-wing shadow government, ready to take over Italy, that included four</div> <div> Cabinet Ministers, all three intelligence chiefs, 48 MPs, 160 military</div> <div> officers, bankers, industrialists, top diplomats and the Army Chief of</div> <div> Staff.  After meetings between Gelli, Italian military brass and CIA men</div> <div> in the embassy, Gladio was given renewed blessing - and more money - by</div> <div> Haig and the then head of the National Security Council, Henry Kissinger.</div> <div> Just how those and later funds were spent is a key point in the [Casson]</div> <div> investigation." (William Scobie, Observer, 18/11/90)</div> <bR> <div> 1978 Red Brigade killing of Aldo Moro</div> <bR> <div> "As the conspiracy theorists would have it, Mr Moro was allowed to be</div> <div> killed either with the acquiescence of people high in Italy's political</div> <div> establishment, or at their instigation, because of the historic compromise</div> <div> he had made with the Communist Party, western Europe's largest, which</div> <div> brought them closer to power than ever before."  (Charles Richards & Simon</div> <div> Jones, Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> "A cache of previously unknown letters written by the former Prime</div> <div> Minister, Aldo Moro, just prior to his execution by Red Brigade terrorists</div> <div> in 1978, was last month discovered in a Milan apartment which had once been</div> <div> used as a Red Brigade hideout.  One of those letters made reference to the</div> <div> involvement of both Nato and the CIA in an Italian based secret service,</div> <div> "parallel" army."</div> <div> (Paddy Agnew, Irish Times, 15/11/90)</div> <bR> <div> "This safe house had been thoroughly searched at the time by Carlo Albert</div> <div> Dalla Chiesa, the head of counter-terrorism.  How is it that the papers had</div> <div> not been revealed before?" (Charles Richards & Simon Jones, Independent,</div> <div> 16/11/90)</div> <bR> <div> 1978 Denial of Gladio's existence</div> <bR> <div> "...Andreotti denied the existence of a secret agency  linked to the spy</div> <div> services" (Wolfgang Achtner, Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> 1980 Sismi takes control of Gladio</div> <bR> <div> "Operational management of Gladio was passed from Nato to Sismi in 1980."</div> <div> (John Wyles, Financial Times, 9/11/90)</div> <bR> <div> 2/8/80 Bologna Station bomb</div> <bR> <div> "The makings of the bomb which killed 85 people at Bologna railway station</div> <div> in 1980 came from an arsenal used by Gladio, the Italian wing of Nato's</div> <div> communist-resistance network, according to a parliamentary commission on</div> <div> terrorism...The suggested Link with the Bologna massacre is potentially the</div> <div> most serious of all the accusations levelled against Gladio, and comes just</div> <div> two days after the Italian Prime Minister, Guilio Andreotti, cleared</div> <div> Gladio's name in a speech to parliament, saying that the secret army did</div> <div> not drift from its formal Nato military brief." (Ed Vulliamy, Guardian,</div> <div> 16/1/91)</div> <bR> <div> 1981 Discovery of P2</div> <bR> <div> "P2 was not uncovered until 1981.  Later it was found that every member of</div> <div> the crisis committee set up by Francesco Cossiga, then interior minister,</div> <div> now President of the Republic, was a member of P2." (Charles Richards &</div> <div> Simon Jones, Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> "Links have...been proven between P2 and right-wing terrorism.  What has</div> <div> not been conclusively shown is what direct links there might have been</div> <div> between the CIA and right-wing terrorism."</div> <div> (Charles Richards & Simon Jones, Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> "Licio Gelli, grandmaster of the P2 masonic lodge - which a parliamentary</div> <div> commission found had links with rightwing terrorists - recently had his</div> <div> jail sentence overturned on appeal.  Mr Gelli, as it happens, was a contact</div> <div> for CIA agents responsible for controlling communist influence in Italy."</div> <div> (Richard Norton-Taylor, Guardian, 16/11/90)</div> <bR> <div> "Links between Gladio, Italian secret service bosses and the notorious P2</div> <div> masonic lodge are manifold. The chiefs of all three secret services -.</div> <div> General Santovito (Sismi), Grassini (Sisde) and Cellari (Cessis) - were</div> <div> members of the lodge. In the year that Andreotti denied Gladio's existence</div> <div> [1974], the P2 treasurer, General Siro Dosetti, gave a generous account of</div> <div> "a secret security structure made up of civilians, parallel to the armed</div> <div> forces."" (Ed Vulliamy, Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <div> January 1990 Magistrate Casson applies to examine Sismi files</div> <bR> <div> "In January [Magistrate Casson] applied for permission to examine the files</div> <div> of the Sismi. In July, Mr Andreotti granted him permission.</div> <bR> <div> 28/6/90-2/7/90 Brenneke disclosures</div> <bR> <div> Four programmes on state television (RAI) allege that the CIA  paid Lucio</div> <div> Gelli to "foment terrorist activities.  "In the first programme someone</div> <div> described simply as "Agent Zero" described how [ex-Swedish Prime Minister</div> <div> Olaf] Palme had been caught in a deal between the CIA and Iran to release</div> <div> American hostages in Tehran.  "Palme was a fly in the ointment so we got</div> <div> P2 to rub him out," the agent said.  The second programme, which showed the</div> <div> gaunt silhouette of "Agent Zero One", alleged that P2 was not wound up in</div> <div> the mid-1980s, after the arrest of its leader Licio Gelli.  "It still</div> <div> exists.  It calls itself P7," he said.  According to the agent, the lodge</div> <div> is till functioning with branches in Austria, Switzerland and East Germany. </div> <div> "Zero One" has now been revealed by the Italian press to be Dick Brenneke,</div> <div> allegedly a career CIA officer." (Richard Bassett, Times, 24/7/90)</div> <bR> <div> "In the programme, Mr Brenneke alleged that, throughout the 1970's the CIA</div> <div> had made large sums of money available to the subversive Masonic Lodge, P2,</div> <div> widely believed to have been involved in the August, 1980 Bologna train</div> <div> station bombing in which 85 people were killed.  Furthermore Mr Brenneke</div> <div> claimed that, not only does the CIA continue to secretly finance a revived</div> <div> P2, but that it was involved in the 1986 killing of the Swedish Prime</div> <div> Minister, Mr Olaf Palme.  According to Mr Brenneke, P2, under the guidance</div> <div> of its Grand master, Mr Licio Gelli, used some of the finance made</div> <div> available by the CIA to set up agencies in West Germany, Austria and</div> <div> Switzerland.  These agencies in turn were used by P2 to set up the</div> <div> assassination of Mr Palme, on the orders of the CIA.  Finally, and perhaps</div> <div> most sensationally, Mr Brenneke alleged that President Bush, then director</div> <div> of the CIA, not only knew about these CIA activities in Italy (during the</div> <div> late 1970s and early 1980s) but was in fact one of the masterminds behind</div> <div> them.  In the 1976 general election, the huge success of the Communist</div> <div> Party...encouraged some to believe that Italy might be close to voting in</div> <div> its first ever Communist government. In order to forestall this</div> <div> possibility, the CIA allegedly sponsored a series of right wing terrorist</div> <div> attacks, via Mr Gelli's P2...The CIA denied the charges and said Mr</div> <div> Branneke had never worked for the agency." (Paddy Agnew, Irish Times,</div> <div> 24/7/90)</div> <bR> <div> "In a four part special on RAI, the main Italian state-run television</div> <div> network, Brenneke claimed he had been making payments to members of P2, a</div> <div> right-wing Masonic lodge, on behalf of the CIA from l969 to 1980.  He said</div> <div> he had made payments which ranged from $lm to $10m a month and were part</div> <div> of the struggle against communism.  He said P2 was also involved in arms</div> <div> and drugs trafficking for the CIA...The programme sparked a political storm</div> <div> in Italy...However a note of caution began to appear after Italian</div> <div> journalists were sent to pour over court records in Oregon.  These showed</div> <div> Brenneke had been sued over his business dealings, once by his own brother. </div> <div> An Oregon newspaper turned up evidence that he had been involved in at</div> <div> least three government fraud investigations.  Earlier this year he was put</div> <div> on trial in Oregon for allegedly lying under oath about his claims that</div> <div> Bush travelled to Paris in 1980 to make a deal with the Iranians over the</div> <div> American hostages. Brenneke was acquitted on all charges."</div> <div> (Mark Hosenball, Sunday Times, 29/7/90)</div> <bR> <div> "A US businessman and former CIA agent, Dick Brenneke, told Italian</div> <div> television the CIA sent him to Czechoslovakia to buy arms and explosives</div> <div> for terrorists. "Weapons, revolvers, bombs, explosives like Semtex were</div> <div> bought in Czechoslovakia. In the late 1960s and early 1970s, I was dealing</div> <div> with Czechoslovakia," he said.  The CIA has denied his claim that it had</div> <div> backed terrorism in Italy through the illegal P2 Masonic lodge."</div> <div> (Independent, 2/8/90)</div> <bR> <div> 18/7/90 Bologna Bombers Appeal</div> <bR> <div> "An Italian appeal court yesterday...overturned the convictions of all 13</div> <div> people held responsible for...the bomb blast that devastated Bologna</div> <div> Railway station... The court acquitted four neo-fascists sentenced to life</div> <div> imprisonment for the attack; Valerio Fioravanti, his wife, Francesca</div> <div> Mambro, Massimiliano Fachini and Sergio Pieciafuoco, and nine other people</div> <div> accused of complicity in the crime.  Licio Gelli, the ex-grandmaster of the</div> <div> illegal P-2 Masonic Lodge, and Francesco Pazienza, a former secret agent,</div> <div> were also acquitted.  They had been given a seven year sentence for</div> <div> allegedly staging an elaborate hoax to protect the bombers. (Fiona Leney,</div> <div> Independent, 19/7/90)</div> <bR> <div> 2/8/90 Anniversary of Bologna Bombing</div> <bR> <div> "On the eve of the anniversary, Liberato Mancuso, the Bologna judge who had</div> <div> led the investigation and secured the initial convictions [of the Bologna</div> <div> bombers] broke six months of silence: "It is now understood among those</div> <div> engaged in the matter of democratic rights that we are isolated, and the </div> <div> objects of a campaign of aggression.  This is what has happened to the</div> <div> commission into the P2, and to the magistrates.  The personal risks to us</div> <div> are small in comparison to this offensive of denigration, which attempts</div> <div> to discredit the quest for truth.  In Italy there has functioned for some</div> <div> years now a sort of conditioning, a control of our national sovereignty by</div> <div> the P2 - which was literally the master of the secret services the army and</div> <div> our most delicate organs of state."" (Ed Vulliamy, Guardian, 3/8/90)</div> <bR> <div> September 1990 Gladio Coordination Committee Meeting</div> <bR> <div> The network, Belgian authorities say, held its latest coordination</div> <div> committee meeting in Brussels during September." (John Palmer, Guardian,</div> <div> 10/11/90)</div> <bR> <div> October 1990 Discovery of Moro letters</div> <bR> <div> "A cache of previously unknown letters written by former Prime Minister,</div> <div> Aldo Moro, just prior to his execution by Red Brigade terrorists in 1978,</div> <div> was...discovered in a Milan apartment which had once been used as a Red</div> <div> Brigade hideout. One of these letters made reference to the involvement of</div> <div> both Nato and the CIA in an Italian-based secret service, "parallel" army."</div> <div> (Paddy Agnew, Irish Times, 15/11/90)</div> <bR> <div> "Most [of the Moro letters] were written answers to questions put by his</div> <div> captors about his political philosophy, Nato, the Christian Democrat party</div> <div> and so on.  One line which may come back to haunt today's political leaders</div> <div> was: Beware of Andreotti.  He's too close to Nato." (Charles Richards &</div> <div> Simon Jones,  Independent,   16/11/90)</div> <bR> <div> "A group of judges examin[ed] letters uncovered in Milan during October in</div> <div> which the murdered Christian Democrat leader, Aldo Moro, said he feared a</div> <div> shadow organisation, alongside other secret services of the West [which]</div> <div> ... might be implicated in the destruction of our country."" (Ed Vulliamy,</div> <div> Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <bR> <div> cOctober 1990 Inquiry into Peteano killings</div> <bR> <div> "Details of Gladio emerged after a Venetian magistrate, Felice Casson,</div> <div> stumbled across records of the group during an inquiry into a terrorist</div> <div> murder which took him into the archives of the Italian secret service.  Mr</div> <div> Andreotti, who has already been interviewed by judge Casson, was forced to</div> <div> report to parliament detailing the creation of the group..." (Fiona Leney</div> <div> &  Wolfgang  Achtner,  Independent,  10/11/90)</div> <bR> <div> "Venetian magistrate, Mr Felice Casson, was searching through classified</div> <div> documents in Italian secret service archives.  Mr Casson's investigations</div> <div> into a 1972 terrorist attack had led him to conclude that some form of</div> <div> Nato-sponsored secret army had operated, and was still operating, in</div> <div> Italy." (Paddy Agnew, Irish Times, 15/11/90)</div> <bR> <div> "Guilio Andreotti, the Christian Democrat Prime Minister... admitted that</div> <div> "certain activities had been carried out under a Nato umbrella in</div> <div> consideration of a possible invasion, but said the organisation had ceased</div> <div> to exist in 1972." (Fiona Leney &  Wolfgang  Achtner,  Independent, </div> <div> 10/11/90)</div> <bR> <div> October 1990 President Cossiga admits involvement</div> <bR> <div> "President Francesco Cossiga...said last month that he was proud that as</div> <div> a junior defence minister he had drawn up Gladio's formal defence</div> <div> structure." (Fiona Leney & Wolfgang Achtner, Independent, 10/11/90)</div> <bR> <div> November 1990 Disbandment of Gladio?</div> <bR> <div> "Prime Minister Giulio Andreotti...told parliament that Gladio had been</div> <div> necessary during the days of the Cold War but, that in view of the collapse</div> <div> of the East Block, Italy would suggest to Nato that the organisation was</div> <div> no longer necessary." (Fiona Leney & Wolfgang Achtner, Independent,</div> <div> 10/11/90)</div> <bR> <div> November 1990 Casson dossier goes to Rome</div> <bR> <div> "Last week he [magistrate Felice Casson] despatched to Rome, under police</div> <div> guard, photostats of all the evidence he has gathered.  The 10,000 word</div> <div> dossier, Casson aides say, relates the Gladio set-up to politico-military</div> <div> subversion and contains some explosive material 'that could topple the</div> <div> government at any moment.' A copy goes to the Attorney General, who can</div> <div> decide on prosecutions., (William Scobie, Observer, 18/11/90)</div> <bR> <div> November 1990 PM Giulio Andreotti and Gladio</div> <bR> <div> "Two Communist MPs got into the secret training base near Alghero,</div> <div> Sardinia" They found "a well-worn billiard table which, until last week,</div> <div> bore a shining brass plate: 'To the men of Gladio - from Giulio Andreotti'. </div> <div> The plate is no more, removed at short notice on orders from its donor,</div> <div> Italy's Prime Minister."</div> <div> (William Scobie, Observer, 18/11/90)</div> <bR> <div> 14/11/90 Publication of Gladio members</div> <bR> <div> "On Wednesday, the Italian magazine, Europeo, gave details of 622</div> <div> "gladiators", two of them women." (Richard Norton-Taylor, Guardian,</div> <div> 16/11/90)</div> <bR> <div> 15/11/90 Official Commission on Terrorism</div> <bR> <div> "Italian authorities launched an official inquiry yesterday into a</div> <div> clandestine Nato terror group code-named Gladio...A commission will</div> <div> question senior officers about Gladio. Admiral Fulvio Marini was quizzed</div> <div> by the commission..."Gladio is virtually frozen. I can guarantee that," the</div> <div> admiral told [them]. (Morning Star, 16/11/90)</div> <bR> <div> 22/11/90 European Parliament call for enquiry into Gladio</div> <bR> <div> "The European Parliament yesterday called for an investigation into secret</div> <div> anti-communist organisations set up in the 1950s." (Guardian. 23/11/90) See</div> <div> Appendix 2 for full text.</div> <bR> <div> 28/11/90 Gladio Disbanded</div> <bR> <div> "Operation Gladio has been dismantled.  General Paolo Inzerilli, chief of</div> <div> staff of the Italian security service Sismi told the parliamentary</div> <div> commission on terrorism that the Prime Minister issued the order on</div> <div> Wednesday." (Charles Richards, Independent, 1/12/90)</div> <bR> <div> 4/12/90 President Cossiga's speech on Gladio</div> <bR> <div> "In perhaps his most ill-advised intervention so far, Cossiga delivered a</div> <div> eulogy on the paramilitary organisation in a speech to carabinieri cadets</div> <div> at a training college in Rome.  Calling members of Gladio patriots, the</div> <div> President suggested the magistrate investigating the organisation was</div> <div> inspired by the same subversive ideals that fuelled Italy is left-wing</div> <div> movements"</div> <div> (Bruce Johnston, Sunday Times, 9/12/90)</div> <bR> <bR> <div> 10/12/90 Judicial inquiry into Gladio</div> <bR> <div> The prosecutor of Rome...begins his examination into the possible criminal</div> <div> illegality of the Gladio brief.  The inquiry splits into two: the Venetian</div> <div> judges, Felice Casson and Marco Mastelloni, will continue to work on the</div> <div> terrorist attack of 1972, in which three policemen were killed...The Rome</div> <div> prosecutor, Uga Giudiceandrea, will rule on what is called "criminal</div> <div> evidence", and decide whether to take legal proceedings against those</div> <div> involved in setting up Gladio.  Among his first witnesses will be General</div> <div> Giovanni de Lorenzo, head of Sifar in 1959, who is embroiled in inquiries</div> <div> into another paramilitary network called Piano Solo, declared illegal in</div> <div> 1970 (Ed Vulliamy, Guardian, 10/12/90)</div> <bR> <div> <B>OPERATION STAY BEHIND(THE BRITISH CONNECTION)</B></div> <bR> <div> 1940  Origins of the network?</div> <bR> <div> "In Britain, a guerrilla network with arms caches was already in place</div> <div> following the fall of France in 1940, according to senior military sources</div> <div> who say it was disbanded after the war.  Its members, including the</div> <div> legendary Brigadier "Mad Mike" Calvert, were drawn from a special forces</div> <div> ski battalion of the Scots Guards which was originally intended to fight</div> <div> in nazi-occupied Finland." (David Pallister, Guardian 5/12/90)</div> <bR> <div> 1948  Operation Stay Behind is put into operation</div> <bR> <div> "The stay behind groups in Europe had their origins in the fear of</div> <div> communism that concentrated the minds of British and US politicians and</div> <div> planners after the second world war.  The plan, spearheaded by the infant</div> <div> CIA as part of a huge covert action programme to assist anti-communist</div> <div> organisations, had been conceived by the US Joint Chiefs of Staff,</div> <div> according to the 1976 Senate report on the CIA by Frank Church which first</div> <div> revealed its existence.  It was put into operation in 1948 by the National</div> <div> Security Council, which set up the Office of Policy Coordination, a covert</div> <div> operations unit created on the recommendation of a senior state department</div> <div> Soviet expert, George Keenan, the man who formulated the Marshall Plan of</div> <div> economic aid to western Europe.  Staffed and funded by the CIA, OPCs</div> <div> central mission, according to Church, was to set up "stay behind nets in</div> <div> the event of a future war" and support Nato forces against Soviet attacks."</div> <div> (David Pallister, Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <bR> <div> Late 1940s-1950s  M16/SAS involvement</div> <bR> <div> "The British Secret Intelligence Service, MI6, and the SAS played their</div> <div> part.  In the British sector of Germany, the SAS dug deep secret hides with</div> <div> stores of weapons. MI6 helped the CIA to recruit agents who invaded Albania</div> <div> in 1949 in an operation betrayed by the double agent, Kim Philby."</div> <bR> <bR> <div> 1950s</div> <bR> <div> "A secret arms network was set up in Britain during the Cold War as part</div> <div> of a west European anti-communist organisation, a former senior British</div> <div> army officer revealed to the Guardian yesterday.  Plans were drawn up later</div> <div> to give the organisation a "secondary use" - combating the takeover of</div> <div> civil government by militant leftwing groups, other British sources</div> <div> revealed.  It is the first time British participation in the</div> <div> Nato-orchestrated plan - which involved the arming of civilians - has been</div> <div> acknowledged.  The network, known as the Allied Coordination committee and</div> <div> partly financed by British intelligence, ranged from Turkey to Portugal,</div> <div> and has provoked a political storm in Italy...General sir Anthony</div> <div> Farrar-Hockley, a former commander-in-chief of Nato forces in northern</div> <div> Europe, said the organisation was based on the idea that there should be</div> <div> a secret network to engage in guerrilla warfare if Britain was overrun by</div> <div> communist forces.  "The original plan was to establish a network to arm</div> <div> guerrillas from the civil populace while conventional forces were occupied</div> <div> elsewhere," he said.  Sir Anthony did not say whether the network, run by</div> <div> officers from the security services and armed forces still existed."</div> <div> (Richard Norton-Taylor, Guardian, 15/11/90)</div> <bR> <div> "General Sir John Hackett, a former commander-in-chief of the British army</div> <div> on the Rhine, said yesterday that a contingency plan involving "stay behind</div> <div> and resistance in depth" was drawn up after the second world war." (Richard</div> <div> Norton-Taylor, Guardian, 17/11/90)</div> <bR> <div> 1956  British involvement in formation of Italian Gladio</div> <bR> <div> "Andreotti ... has admitted to parliament that a covert intelligence</div> <div> service was set-up forty years ago, with the help of the CIA and British</div> <div> agents to combat Soviet subversion or aggression." (Wolfgang Achtner,</div> <div> Sunday Independent, 11/11/90)</div> <bR> <div> "General sir Anthony Farrar-Hockley, a former commander-in-chief of Nato</div> <div> forces in northern Europe said...that a covert intelligence service was set</div> <div> up in Italy with the help of British agents and the CIA - which also partly</div> <div> funded it.  The Italian branch of the network was known as Operation</div> <div> Gladio" (Richard Norton Taylor, Guardian, 15/11/90)</div> <bR> <bR> <div> 1970s  British visit to German Training Camp</div> <bR> <div> "Documents shown to the [Italian Committee on Terrorism revealed that in</div> <div> the 1970s British and French officials involved in the network visited a</div> <div> training base in Germany built with US money."</div> <div> (Richard Norton-Taylor, Guardian, 17/11/90)</div> <bR> <div> cl973 Gladio unit visit Britain</div> <bR> <div> "Britain hosted a unit responsible for organising Operation</div> <div> Gladio...General Gerardo Serraville, who said the Italians trained at a</div> <div> military base in Britain, was giving evidence in Rome to a parliamentary</div> <div> inquiry." (see 1990). (Richard Norton-Taylor & David Gow, Guardian,</div> <div> 17/11/90)</div> <bR> <div> 1974 British "Gladio" visit to Italy</div> <bR> <div> Gladio "counterparts in Britain, where the plan was given the name</div> <div> Operation Stay Behind, visited Italy in 1974, according to a senior Italian</div> <div> intelligence official." (Richard norton-Taylor & David Gow, Guardian,</div> <div> 17/11/90)</div> <bR> <div> 16/11/90  Tom King denial</div> <bR> <div> "The Defence secretary, Tom King, said yesterday that he had never heard</div> <div> of Gladio. "I'm not sure what particular hot potato you're chasing after. </div> <div> It sounds wonderfully exciting, but I'm afraid I'm quite ignorant about it. </div> <div> I'm better informed on the</div> <div> Gulf," Mr King said."</div> <div> (Richard Norton-Taylor, Guardian, 17/11/90</div> <bR> <div> <B>OTHER "STAY BEHIND" OPERATIONS</B></div> <bR> <div> <B>AUSTRIA (Schwert)</B></div> <bR> <div> "The network...  in Austria is called "Schwert" (sword)"</div> <div> (Richard Norton-Taylor, Guardian, 16/11/90)</div> <bR> <div> <B>BELGIUM (SDR-8)</B></div> <bR> <div> "The Belgian government said it was investigating possible links between</div> <div> its own clandestine network and a spate of particularly brutal raids on</div> <div> supermarkets around Brussels in the mid 1980's, in which 28 people died. </div> <div> Several policemen and well-known right-wingers were arrested after</div> <div> ballistic tests, but no one was brought to trial. (Fiona Leney & Wolfgang</div> <div> Achtner, Independent, 10/11/90)</div> <bR> <div> "The Belgian arm now existed in "cadre form" but still operated a radio</div> <div> communication system, he [Belgian defence Minister, Guy Coeme] said.  "It</div> <div> was a secret service in the 1950s intended for resistance, radio networks,</div> <div> intelligence and - for some time a service for sabotage." The last of these</div> <div> functions was closed in the 1970s and there was no evidence that it had</div> <div> stored arms or ammunition.  There have been allegations for more than a</div> <div> year of links between elements in the Belgian secret police and an obscure</div> <div> neo-nazi organisation, Westland New Post, some of whose alleged members</div> <div> have been charged with stealing secret Nato documents.  The leader of the</div> <div> Post, Paul Latinus, was found dead - possibly from suicide - and a</div> <div> subsequent reorganisation of the Belgian secret service led to the</div> <div> resignation of its long term chief, Albert Rees." (John Palmer, Guardian,</div> <div> 10/11/90)</div> <bR> <div> "The network, Belgian authorities say, held its latest coordination</div> <div> committee meeting in Brussels during September." (John Palmer, Guardian,</div> <div> 10/11/90)</div> <bR> <div> "General Major Raymond van Calster, chief of the Belgian Army's</div> <div> Intelligence Service, whom some Belgian media had described as head of the</div> <div> Gladio network for Belgium, in an interview to the Belgian news agency</div> <div> Belga, denied on Saturday it existed in Belgium. He said he did not know</div> <div> of the alleged anti-communist cells." (Associated Press, 11/11/90)</div> <bR> <div> "Andre Moyen - a former member of the Belgian military security service and</div> <div> of the network - said Gladio was not just anti-Communist but was fighting</div> <div> subversion in general. "There were at least six hiding places for arms in</div> <div> Belgium until two months ago, and it had prepared a sabatage network" he</div> <div> said...[Former defence minister] de Donna said that the 17 Gladio members</div> <div> in Belgium went on survival training courses. He added there was also a</div> <div> network of "sleeping members"...He added that his predecessor had given</div> <div> Gladio 142 million francs (4.6 million dollars) to buy new radio</div> <div> equipment." (Reuter, 13/11/90)</div> <bR> <div> "'Shortly after I became minister of justice on January 16, 1984 I was</div> <div> informed about 'Stay Behind'', former Justice Minister Jean Gol said in an</div> <div> interview with the Socialist daily 'Le Peuple'. He said Belgium's 1984</div> <div> budget contained 10 million francs (328,000 dollars) to modernise the</div> <div> network's sophisticated communications equipment, code-named 'Harpoon'. (P.</div> <div> Neuray, Associated Press, 14/11/90)</div> <bR> <div> "Gol said a total of 50 civilians were members of Stay Behind in 1984, most</div> <div> of them former World War 11 resistance agents." (Associated Press,</div> <div> 14/11/90)</div> <bR> <div> "Earlier this week, Belgium's Defence Minister, Guy Coeme, said the Belgian</div> <div> arm of the network, SDRA-8, set up with British weapons in 1949, was still</div> <div> active under the head of the Belgian military's intelligence service.  Mr</div> <div> Coeme said Nato was aware of its existence, although it was never part of</div> <div> the alliance and in recent years was only a communications network..."</div> <div> (Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> <B>DENMARK</B></div> <bR> <div> In Oslo the Danish news agency NTB also reported that in 1978 the then</div> <div> Defence Minister, Mr Rolf Hansen, had admitted in parliament to the</div> <div> existence of such a network." (Paddy Agnew, Irish Times, 15/11/90)</div> <bR> <div> <B>FRANCE (Glaive)</B></div> <bR> <div> "In Paris the defence Minister, Mr Jean-Pierre Chevenement, confirmed</div> <div> French involvement in the network but said that President Mitterand had</div> <div> abolished it.  The agency AFP claims that the disbandment is "recent".  Mr</div> <div> Chevenement said in a radio interview that "a structure did exist, set up</div> <div> at the beginning of the 1950s, to enable communications with a government</div> <div> that might have fled abroad in the event of the country being occupied."</div> <div> The group only had a "dormant and liaison role," he said. (Paddy Agnew,</div> <div> Irish Times, 15/11/90)</div> <bR> <div> "The French Defence Minister, Jean Pierre Chevenement, said Glaive (Sword),</div> <div> the French network, had been dissolved by President Mitterand, but did not</div> <div> say when. It had only been "dormant", he said." (Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> <B>GERMANY</B></div> <bR> <div> "A news programme, produced by Stern magazine and to be aired Wednesday</div> <div> night on the private RTL television network said there was a secret anti-</div> <div> communist organisation in Germany that included former Nazis. The group had</div> <div> a "death list" that targeted several prominent leftist politicians in the</div> <div> event of a war with the Soviet Union, according to a summary...in advance</div> <div> of the broadcast." (MS Beelman, Associated Press, 14/11/90)</div> <bR> <div> "On Tuesday AFP quoted informed sources in Bonn as confirming that the</div> <div> organisation existed in Germany but the former chancellor, Mr Willy Brandt,</div> <div> denied any knowledge of the existence of the group.  The German government</div> <div> yesterday confirmed plans for covert action in the event of an invasion but</div> <div> denied there were military units involved. A government spokesman said the</div> <div> government knew of plans by US intelligence agencies to recruit a network</div> <div> of guerrillas throughout Europe and to prepare arms caches.  The plans had</div> <div> been developed with the knowledge of the West German secret service</div> <div> director, he said." (Paddy Agnew, Irish Times, 15/11/90)</div> <bR> <div> "Yesterday, the German government admitted the network operated there. </div> <div> "Precautions have been taken in West Germany, as in other Nato states,</div> <div> since the 1950s to secure the flow of intelligence information in the</div> <div> probable area of conflict [after a Soviet attack]," a german spokesman,</div> <div> Hans Klein, said." (Richard Norton-Taylor, Guardian, 15/11/90)</div> <bR> <div> "The German government is to disband its part of Gladio, the secret</div> <div> resistance network, Bonn officials said yesterday.  According to a German</div> <div> television report, the section consisted of former SS and Waffen-SS</div> <div> officers as well as members of an extreme rightwing group, the Federation</div> <div> of German Youth, and drew up plans to assassinate leading figures of the</div> <div> opposition Social Democratic Party in the event of a Soviet-led invasion."</div> <div> (Richard Norton Taylor & David Gow, Guardian, 17/11/90)</div> <bR> <div> "Documents shown to the [Italian Committee on Terrorism] revealed that in</div> <div> the 1970s British and French officials involved in the network visited a</div> <div> training base in Germany built with US money."</div> <div> (Richard Norton-Taylor, Guardian, 17/11/90)</div> <bR> <div> <B>GREECE (Operation Sheepskin)</B></div> <bR> <div> "In Greece, defence minister, Yannis Varvitsiotis, has said local commandos</div> <div> and the CIA set up a branch of the network in 1955 to organise guerrilla</div> <div> resistance to any communist invader.  Known as Operation Sheepskin, it was</div> <div> dismantled in 1988." (John Palmer, Guardian, 10/11/90)</div> <bR> <div> "The Greek operation started in 1955 but the Socialist government that came</div> <div> to power in 1981 began to dismantle it in 1985. All arms caches were dug</div> <div> up and stored at a military base near Athens by 1988 when the network was</div> <div> finally dismantled, officials and newspaper reports have said. (Associated</div> <div> Press, 14/11/90)</div> <bR> <div> "Andreas Papandreou, Greece's former Socialist prime minister, said his</div> <div> government had disbanded the Greek network, which he described as a</div> <div> "para-state" organisation.  Known as "Red Sheepskin", it was formed in 1955</div> <div> as a secret part of the agreement to set up US military bases in Greece."</div> <div> (Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> "The Athens government yesterday ordered an inquiry into a secret deal-</div> <div> between the Greek military forces and the CIA, aimed at setting-up an</div> <div> anti-communist guerrilla network as part of the covert operation disclosed</div> <div> last month in Italy under the code name Gladio." (Richard Norton-Taylor,</div> <div> Guardian, 20/11/90)</div> <bR> <div> "In Greece, where it was given the code-name, Sheepskin, a cell was set up</div> <div> by the CIA in the 1950s but was dismantled in 1988, according to the</div> <div> government.  Officers in the underground unit were involved in the</div> <div> Colonel's coup in 1967. (Richard Norton-Taylor, Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <div> <B>HOLLAND</B></div> <bR> <div> "A Dutch Defence Ministry spokesman confirmed that an arms cache uncovered</div> <div> in Holland in 1983 was part of an underground Nato resistance network."</div> <div> (Daily Telegraph, 13/11/90)</div> <bR> <div> "Dutch Prime Minister Ruud Lubbers confirmed in a Tuesday letter to</div> <div> Parliament that his government is running its version of the Gladio group,</div> <div> but maintained it had informal links with Nato or other members of the</div> <div> Alliance." (P Verschuur, Associated Press, 14/11/90)</div> <bR> <div> "Prime Minister Ruud Lubbers said that 'I cannot exclude that [financial</div> <div> contributions by] private persons were used in protecting and covering up</div> <div> certain activities' of what he called the Stay Behind force. Dutch</div> <div> newspapers reported last week that most of the organisation, also known as</div> <div> Operations and Intelligence, was being paid for by wealthy industrialists</div> <div> so that it could not be traced through government spending</div> <div> records...Lubbers said earlier this month that the Dutch version of Gladio</div> <div> was founded in the 1950s...He said the group did not engage in the more</div> <div> military "guerilla-like activities" of its counterparts. (Associated Press,</div> <div> 21/11/90)</div> <bR> <bR> <div> <B>LUXEMBOURG</B></div> <bR> <div> "In Luxembourg, Prime Minister Jaques Santer told Parliament...the</div> <div> Luxembourg network was recently disbanded. (P Neuray, Associated Press,</div> <div> 14/11/90)</div> <bR> <div> <B>NORWAY</B></div> <bR> <div> "Rolf Hansen, Norway's defence minister at the time, told Parliament that</div> <div> the resistance groups were originally private, formed after the war. But</div> <div> they had been placed under the supervision of the intelligence services,</div> <div> he said. The Norwegian underground network was not answerable to Nato or</div> <div> other countries, Hansen said, dismissing any connection with the CIA. But</div> <div> he would not discuss details, saying the organisation's activities had to</div> <div> be kept secret." (D Mellgren, Associated Press, 14/11/90)</div> <bR> <div> "Christian Christenson, a former Norwegian intelligence officer, wrote</div> <div> numerous books about the groups, as recently as this Autumn. He said</div> <div> private groups were formed in 1947, sometimes kept Communists under</div> <div> surveillance  and became part of the intelligence  service in 1948." (D</div> <div> Mellgren, Associated Press, 14/11/90)</div> <bR> <div> "The Norwegian branch of the network was exposed in 1978, when a policeman</div> <div> stumbled upon one of its arms caches, containing at least 60 weapons and</div> <div> 12,000 rounds of ammunition.  The owner of the property where the cache was</div> <div> found, Hans Otto Meyer, an intelligence agent, was arrested but claimed</div> <div> that Norwegian intelligence had provided some of the weapons for use by a</div> <div> resistance cell.  This was confirmed." (Richard Norton-Taylor, Guardian,</div> <div> 15/11/90)</div> <bR> <div> <B>PORTUGAL</B></div> <bR> <div> "In Portugal, a Lisbon radio station has reported that cells of the network</div> <div> associated with Operation Gladio were active there during the 1950s to</div> <div> defend the rightist dictatorship of Dr Salazar." (John Palmer, Guardian,</div> <div> 10/11/90)</div> <bR> <div> <B>SPAIN</B></div> <bR> <div> "Spain was invited to join a secret Nato group that coordinated a</div> <div> clandestine resistance network, but declined and so knows nothing about the</div> <div> workings of operation Gladio, the newspaper El Pais reported yesterday."</div> <div> (Guardian, 26/11/90)</div> <bR> <div> "France proposed Spain for membership of the network in 1973 but Britain,</div> <div> Germany and the Netherlands blocked the move on the grounds that Spain was</div> <div> not a democracy." (Richard Norton-Taylor, Guardian, 5/12/90)</div> <bR> <div> <B>SWEDEN (Sveaborg)</B></div> <bR> <div> "The network, supported by the US CIA and Britain's MI6, existed from 1958</div> <div> until at least 1978 and included 150 standby resistance leaders and special</div> <div> arms depots across Sweden." (L Foyen, Reuters, 18/12/90)</div> <bR> <div> "The Swedish government created in 1958 a full-fledged network known only</div> <div> to the Prime Minister and a few selected cabinet ministers, military</div> <div> leaders and industrialists. It was led by Swedish businessman, Alvar</div> <div> Lindencrona, whose work for the International Chamber of Commerce made it</div> <div> possible for him to travel inconspicuously to the US and Britain for</div> <div> briefings with the CIA and MI6...It is unclear what happened to the</div> <div> organisation after 1978 when Lindencrona retired. He died three years</div> <div> later." (L Foyen, Reuters, 18/12/90)</div> <bR> <div> "Sweden's Chief of Staff, General Bengt Gustafsson, confirmed reports that</div> <div> a secret underground resistance group was formed in Sweden during the Cold</div> <div> War, but said that the CIA were not involved." (Guardian 21/12/90)</div> <bR> <div> ""Right wing extremists in Sweden were part of the Stay Behind set-up and</div> <div> I cannot understand why the Swedish authorities never took a closer look</div> <div> at organisation," the former Nato man said.  He went on to name the</div> <div> organisation as Sveaborg, which was founded in 1941 by Otto Hallberg and</div> <div> is a shadowy and highly secretive group, mainly composed of veteran Swedish</div> <div> volunteer battalion members who fought in the Finnish-Soviet war, some of</div> <div> whom went on to join the Waffen SS Nordland division." (Searchlight,</div> <div> January 1991)</div> <bR> <div> "Lennart Hansson, an ageing former close associate of Otto Hallberg, says</div> <div> that even before the end of the war Hallberg had already begun to put</div> <div> together the nuts and bolts of an anticommunist resistance movement.</div> <div> Hansson admitted that this movement first made base with officials at the</div> <div> US embassy in Stockholm in 1947-48 and that it was promised covert US</div> <div> assistance in the event of a Soviet attacK. "The name of the secret</div> <div> movement," he said, "was Sveaborg and the nucleus of the movement consisted</div> <div> of military personnel." In the 1950's Sveaborg had over 1,000 "contact</div> <div> persons" who were the core of the would-be guerilla force.  Many of these</div> <div> people were serving in the Swedish armed forces and the group held regular</div> <div> military exercises.  Both Hansson and the still living Sven-Olov Lindholm</div> <div> claim that the resistance movement was very much under Hallberg's personal</div> <div> direction and control and Hansson maintains that contacts with the US</div> <div> continued until about 1955." (Searchlight, January 1991)</div> <bR> <div> "The former head of the CIA, William Colby, who was stationed in Stockholm</div> <div> from 1951-1953, told the Swedish News Agency, TT, that he had been engaged</div> <div> in establishing an armed anti-communist movement in Scandinavia."</div> <div> (Searchlight, January 1991)</div> <bR> <div> "Today Sveaborg keeps an extremely low profile but does exist and is said</div> <div> to have taken younger people into its ranks.  Its only public activity</div> <div> takes place on 14 April each year when it gathers at a Stockholm cemetery</div> <div> to honour Swedish nazi "hero", Gosta Hallberg-Cuutla, who was killed in</div> <div> action on the Finnish front." (Searchlight, January 1991)</div> <bR> <div> <B>SWITZERLAND (P26)</B></div> <bR> <div> "Switzerland's secret resistance army had no links with Nato's Gladio</div> <div> network, although it cooperated with British secret services, its leader</div> <div> said yesterday.  The force is to be dissolved by the end of the year. "We</div> <div> first got to know of terms like Gladio from media reports.  We had no link</div> <div> to this organisation," said Efrem Cattelan, the head of P26, whose task</div> <div> would have been to resist occupation forces after an invasion.  Mr Cattelin</div> <div> told reporters: "We did have connections with Britain for many years and</div> <div> cooperated on training and supplies. The chief of staff, Heinz Haesler,</div> <div> said that P26 would be dissolved on government orders by the new year.</div> <div> Commandant Hans Senn, also involved with the unit, said it was not right</div> <div> to judge the secret army by the standards of today, when the Cold War was</div> <div> no longer a threat." (Guardian, 8/12/90)</div> <bR> <div> <B>TURKEY (Special War Department)</B></div> <bR> <div> "The paper [Milliyet] also quoted former Premier Bulent Ecevit as saying</div> <div> the unit had first been funded by the United States but that these funds</div> <div> had been cut off by 1974. After that, he said, the unit asked for funds</div> <div> from the defence budget. "Patriotic volunteers were members of the group.</div> <div> They were trained specially to launch a counter guerilla operation in the </div> <div> event that the country was occupied," Ecevit was quoted as saying...During</div> <div> a wave of terrorism in the 1970s, leftist groups questioned the possible</div> <div> role of the organisation, also known as 'kontrgerilla', in right-wing</div> <div> terrorism." (Associated Press, 14/11/90)</div> <bR> <div> "In Turkey, where the Communist Party is still illegal, the former prime</div> <div> minister, Bulent Ecevit, said "patriotic volunteers" staffed a US funded</div> <div> unit that was ready to go into action in the event of a communist takeover. </div> <div> The government has refused to say whether it has been disbanded."</div> <div> (Independent, 16/11/90)</div> <bR> <div> "In Turkey, a unit known as the Special War Department was reported to run</div> <div> that country's secret network." (Richard Norton-Taylor, Guardian, 16/11/90)</div> <bR> <div> <B>APPENDIX 1</B></div> <bR> <div> State Research, no.2</div> <div> November 1977</div> <bR> <bR> <div> <B>UNDERCOVER RESERVE FORCES</B></div> <bR> <div> A paramilitary committee of former high-ranking service officers has, for</div> <div> the past six years, been receiving official government support to set up</div> <div> an undercover, anti-communist resistance movement in Britain (Daily Express</div> <div> 18/7/77). The Resistance and Psychological Operations Committee (RPOC) is</div> <div> a covert group within the government-funded Reserve Forces Association</div> <div> (RFA). The RFA is the representative body of British military reservists,</div> <div> and the British component of the NATO-supported Confederation Inter-Allies</div> <div> des Officers de Reserve (CIOR). The RFA-was formed in 1970 and is formally</div> <div> an independent organisation, but its 214 individual and 90 corporate</div> <div> members represent all the reserve units of the armed forces and the</div> <div> government treats it as the spokesman of Britain's reserve forces.</div> <div>      Since 1971 the RPOC has been setting up the nucleus of an underground</div> <div> resistance organisation which could rapidly be expanded in the event of a</div> <div> Russian occupation of any part of NATO, including Britain.  Close links</div> <div> have been formed with similar units in several European countries, which</div> <div> are actively recruiting 'anti-communist resistance fighters', according to</div> <div> Chapman Pincher.  They are also said to have established an intelligence</div> <div> network which NATO chiefs regard as being of great value.</div> <div>      The RPOC was set up by a group of World War Two defence chiefs who</div> <div> thought that the need has arisen again for an organisation like the</div> <div> underground wartime Special Operations Executive (SOE), but this time</div> <div> directed against communism. Amongst the group were: General Sir Richard</div> <div> Gale, former NATO Deputy Supreme Allied Commander, Europe, and founder of</div> <div> the 1st Parachute Brigade; Sir Collin Gubbins, founder of the SOE and the</div> <div> Commandos; Sir John Slessor; Marshal of the Royal Air Force, and former</div> <div> Chief of the Air Staff; and Sir Algernon Willis, Admiral of the Fleet.</div> <div>      Under the then Tory government RPOC was given access to Ministry of</div> <div> Defence Departments, including the Joint Warfare Establishment near</div> <div> Salisbury commanded by Maj.  Gen.  Patrick Ovens,</div> <div> a former Commando.  The committee also formed close links with the Special</div> <div> Air Services (SAS), and secured access to the Foreign Office's Information</div> <div> and Research Department, which has historically been used as a cover</div> <div> Department for M16 agents.  The MOD gave the RFA a grant to pass on to</div> <div> RPOC.  Now, Pincher claims, the Labour government are worried that their</div> <div> supporters will find out that the government has been encouraging a</div> <div> rightwing paramilitary group, and they have therefore been quietly trying</div> <div> to stifle the committee over the past months.  RPOC has been deprived of</div> <div> its grant (and thereby its official status), access to Whitehall</div> <div> information has ended, and attendance at NATO meetings forbidden.  The</div> <div> committee still exists, however, with General Gale leading the right for</div> <div> its survival.</div> <bR> <bR> <bR> <div> <B>APPENDIX 2</B></div> <bR> <div> GLADIO</div> <div> EP 22.11.90 joint resolution replacing B3-2021, 2058, 2068, 2078 and 2087/90</div> <bR> <div>                       RESOLUTION</div> <div>                           on the Gladio affair</div> <bR> <div> A.   having regard to the revelation by several European governments of the</div> <div>      existence for 40 years of a clandestine parallel intelligence and</div> <div>      armed operations organization in several Member States of the</div> <div>      Community,</div> <bR> <div> B.   whereas for over 40 years this organization has escaped all democratic</div> <div>      controls and has been run by the secret services of the states</div> <div>      concerned in collaboration with NATO,</div> <bR> <bR> <bR> <div> C.   fearing the danger that such clandestine network may have interfered</div> <div>      illegally in the internal political affairs of Member States or may</div> <div>      still do so,</div> <bR> <div> D.   whereas in certain Member States military secret services (or</div> <div>      uncontrolled branches thereof) were involved in serious cases of</div> <div>      terrorism and crime as evidenced by, various judicial inquiries,</div> <bR> <div> E.   whereas these organizations operated and continue to operate</div> <div>      completely outside the. law since they are not subject to any</div> <div>      parliamentary control and frequently those holding the highest</div> <div>      government and constitutional posts are kept in the dark as to these</div> <div>      matters,</div> <bR> <div> F.   whereas the various `GLADIO' organizations have at their disposal</div> <div>      independent arsenals and military resources which give them an unknown</div> <div>      strike potential, thereby jeopardizing the democratic structures of</div> <div>      the countries in which they are operating or have been operating,</div> <bR> <div> G.   greatly concerned at the existence of decision-making and operational</div> <div>      bodies which are not subject to any form of democratic control and are</div> <div>      of a completely clandestine nature at a time when greater Community</div> <div>      cooperation in the field of security is a constant subject of</div> <div>      discussion,</div> <bR> <div> 1. Condemns the clandestine creation of manipulative and operational</div> <div> networks and Calls for a full investigation into the nature, structure,</div> <div> aims and all other aspects of these clandestine organizations or any</div> <div> splinter groups, their use for illegal interference in the internal</div> <div> political affairs of the countries concerned, the problem of terrorism in</div> <div> Europe and the possible collusion of the secret services of Member States</div> <div> or third countries;</div> <bR> <div> 2. Protests vigorously at the assumption by certain US military personnel</div> <div> at SHAPE and in NATO of the right to encourage the establishment in Europe</div> <div> of a clandestine intelligence and operation network;</div> <bR> <div> 3. Calls on the governments of the Member States to dismantle all</div> <div> clandestine military and paramilitary networks;</div> <bR> <div> 4. Calls on the judiciaries of the countries in which the presence of such</div> <div> military organizations has been ascertained to elucidate fully their</div> <div> composition and modus operandi and to clarify any action they may have</div> <div> taken to destabilize the democratic structures of the Member States;</div> <bR> <div> 5. Requests all the Member States to take the necessary measures, if</div> <div> necessary by establishing parliamentary committees of inquiry, to draw up</div> <div> a complete list of organizations active in this field, and at the same time</div> <div> to monitor their links with the respective state intelligence services and</div> <div> their links, if any, with terrorist action groups and/or other illegal</div> <div> practices;</div> <bR> <div> 6. Calls on the Council of Ministers to provide full information on the</div> <div> activities of these secret intelligence and operational services;</div> <bR> <div> 7. Calls on its competent committee to consider holding a hearing in order</div> <div> to clarify the role and impact of the `GLADIO' organization and any similar</div> <div> bodies;</div> <bR> <div> 8. Instructs its President to forward this resolution to the Commission,</div> <div> the Council, the Secretary-General of NATO, the governments of the Member</div> <div> States and the United States Government.</div> <bR> <div> <B>Source: </B>Statewatch briefing</div> <bR> <bR> <bR> <bR> <div> This information copyright © Statewatch</div> <bR> <bR> <DIV ALIGN="LEFT"></DIV> <div>  <A HREF="http://www.mega.nu:8080/ampp/" TARGET="_top" TITLE="http://www.mega.nu:8080/ampp/"><U><I><B><U>front page</U></B></I></U></A></div> <div> <I><B>source url: </B></I><A HREF="http://www.worldmedia.com/caq/articles/gladio.html" TARGET="_top" TITLE="http://www.worldmedia.com/caq/articles/g"><U><I><B><U>www.worldmedia.com/caq/articles/gladio.html</U></B></I></U></A><I><B> </B></I></div> <div>  <A NAME="metatop"><IMG BORDER="0" SRC="1x1.gif" HEIGHT="1" ALIGN="bottom" WIDTH="1" HSPACE="0" VSPACE="0" ></A> </div> <div> [modtime 1996-Feb-23, footnotes are AWOL -Ed.]</div> <DIV ALIGN="LEFT"></DIV> <div> <B>************FEATURE*************** </B></div> <div> WITH A NEW ITALIAN GOVERNMENT THAT INCLUDES THE SELF-DECLARED NEOFASCIST PARTY, THE ROLE OF AGENCIES WITHIN THE U.S. GOVERNMENT IN PUSHING ITALIAN POLITICS TO THE RIGHT IS MORE NEWSWORTHY THAN EVER. "GLADIO" TELLS THE STORY OF NEARLY A HALF-CENTURY OF EFFORTS BY THE CIA, THE U.S. MILITARY, AND AT TIMES, THE WHITE HOUSE, TO FORESTALL A FEARED "COMMUNIST TAKEOVER." </div> <div> ROWSE REVEALS THE DETAILS OF THIS POLICY, INCLUDING UNDERCOVER PAYMENTS TO ITALIAN POLITICAL PARTIES AND INTELLIGENCE AGENCIES, THE USE OF FASCIST WAR CRIMINALS, NAZIS, AND MOBSTERS TO FORM AND LEAD UNDERGROUND PARAMILITARY GROUPS, U.S. LINKS TO A TERROR BOMBING CAMPAIGN, AND REVIEWS DISQUIETING QUESTIONS ABOUT U.S. LINKS TO THE ASSASSINATION OF ALDO MORO. </div> <div> ARTHUR E. ROWSE'S EXHAUSTIVE INVESTIGATION OF THE ORIGINS AND ACTIVITIES OF THE DECADES-LONG COVERT U.S. EFFORT TO INFLUENCE ITALIAN POLITICS MARKS THE FIRST COMPREHENSIVE LOOK AT "GLADIO" IN A U.S. PUBLICATION. </div> <div> ARTHUR E. ROWSE, FORMERLY ON THE STAFF OF THE WASHINGTON POST AND U.S. NEWS & WORLD REPORT IS AVAILABLE FOR INTERVIEWS. </div> <DIV ALIGN="LEFT"></DIV> <div> ******************************************</div> <div> GLADIO: THE SECRET U.S. WAR TO SUBVERT ITALIAN DEMOCRACY</div> <div> by Arthur E. Rowse</div> <div> ******************************************</div> <div> This January, Silvio Berlusconi rode onto the turbulent Italian political scene on a white charger. Voters had become disenchanted with long-time centrist leaders who were mired in massive corruption scandals. With crucial parliamentary elections only two months away and the likelihood that the left would win power for the first time since World War II, <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>1</B></FONT> the billionaire businessman entered the fray with a slate of right-wing candidates who had never held office. Helped by voter disgust and his own vast media and industrial holdings, Berlusconi's coalition won big, averting the anticipated leftist victory. His win lifted the right, including the neo-fascists, to new postwar heights. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>2</B></FONT> Real change seemed unlikely, however, as Berlusconi repackaged the old politics with new names and slogans. Berlusconi himself was weaned on the system and owed much of his success to Bettino Craxi, a former Socialist prime minister who went on trial for corruption the day after the March election. It wasn't long before the right's ``clean hands'' were upstaged by arms raised in fascist salutes and cries of ``Il Duce.'' </div> <div> While Berlusconi's rapid ascent took most observers by surprise, the stage was set for it by nearly 50 years of U.S. interference in Italian politics. In the name of fighting communism, the U.S. helped generate a level of political turmoil that sometimes approached civil war. U.S. agents and their Italian surrogates took control of key government agencies, at times reducing Italian democracy to little more than a proving ground for the CIA's and the White House's aggressive tactics. The undercover campaign, known as ``Gladio,'' for a double-edged Roman sword, was officially acknowledged for the first time in 1990, when it was finally closed down. </div> <bR> <div> <B>THE DIMENSIONS OF GLADIO</B></div> <div> The Italian people had received many signs over the years that the centrist parties (the Christian Democrats and the Socialists) were promoted and to some degree controlled by Washington. But it was only when the Italian government officially admitted it in 1990 that the ruling coalition began to crumble, ready to be picked apart two years later by corruption scandals. The startling story of Gladio, which continues to make headlines in Europe, has barely been mentioned in the U.S., where many of its darkest chapters remain secret. </div> <div> The program in Italy was aimed at the threat that communists might mount an insurrection or gain a share of political power through the ballot box. An insurrection was unlikely, however, since nearly all posts in the bureaucracy were filled after the war by solidly anticommunist veterans of Mussolini's forces, with Allied approval. </div> <div> During the war, most Americans considered themselves heroes who freed Western Europe from its brutal Nazi and fascist rulers. It wasn't long after the American landings on Italian soil, however, that the white hats got sullied. While some OSS agents worked with antifascists to help lay the basis for Italian democracy, many of those higher up the ladder conspired with backers of Mussolini or the former king to impede it. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>3</B></FONT> </div> <div> Although many European intelligence agencies have admitted participating, the CIA has denied any connection with Gladio. But enough information has emerged to show that the CIA sponsored and financed a large portion of the terrorism and disruption that plagued Italy for nearly half a century. Among other things, the U.S. government: </div> <div> ·<FONT SIZE="3" COLOR="#333333" FACE="Arial" >  Forged secret alliances with the Mafia and right-wing elements of the Vatican to prevent the left from playing any role in government; </FONT></div> <div> ·<FONT SIZE="3" COLOR="#333333" FACE="Arial" >  Recruited Mussolini's ex-police into paramilitary bands secretly financed and trained by the CIA, ostensibly to fight Soviets, but really to conduct terror attacks blamed on the left; </FONT></div> <div> ·<FONT SIZE="3" COLOR="#333333" FACE="Arial" >  Employed the gamut of psychological warfare tactics, including paying millions in slush funds to political parties, journalists, and other influential contacts to tilt parliamentary elections against the left; </FONT></div> <div> ·<FONT SIZE="3" COLOR="#333333" FACE="Arial" >  Created a secret service and a parallel government structure linked to the CIA whose ``assets'' attempted several times to overthrow the elected government; and </FONT></div> <div> ·<FONT SIZE="3" COLOR="#333333" FACE="Arial" >  Targeted Prime Minister Aldo Moro, who was later kidnapped and murdered under mysterious circumstances after offering to bring communists into the Cabinet. </FONT></div> <bR> <div> <B>THE SECRET NATO COVER</B></div> <div> The North Atlantic Treaty Organization (NATO) provided international cover for Washington's postwar operations in Italy. A secret clause in the initial NATO agreement in 1949 required that before a nation could join, it must have already established a national security authority to fight communism through clandestine citizen cadres. This ``Stay Behind'' clause grew out of a secret committee set up at U.S. insistence in the Atlantic Pact, the forerunner of NATO. Each NATO member was also required to send delegates to semiannual meetings on the subject. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>4</B></FONT> </div> <div> U.S. authority for such moves flowed in a steady stream of presidential directives transmitted through the National Security Council (NSC). In December 1950, the council gave the armed forces carte blanche to use ``appropriate'' military force even if the communists merely ``gain participation'' in government by legal means or ``threaten to achieve control...or the government ceases to evidence a determination to oppose communist internal or external threats.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>5</B></FONT> </div> <div> The CIA helped the Italian police set up secret squadrons staffed in many cases with veterans of Mussolini's secret police. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>6</B></FONT> The squadrons were trained for intensive espionage and counter-espionage, against communists and other perceived enemies of the status quo. The plan to use ``exceptional means'' was patterned after the highly militarized French intelligence service, the Suret Nationale, which was reportedly so tough on communists that many fled to other countries. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>7</B></FONT> </div> <div> The newly organized intelligence agency, SIFAR, began operations in September 1949, under the supervision of an undercover American, Carmel Offie, nicknamed ``godfather'' by the Italians. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>8</B></FONT> Interior Minister Mario Scelba headed the operation. At the same time, Scelba was directing a brutal repression, murdering hundreds of workers and peasants who sought improved conditions after the war. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>9</B></FONT> </div> <bR> <div> <B>OPERATION DEMAGNETIZE</B></div> <div> With the Italian secret service under control, the Americans then expanded it under the name Operation Demagnetize and tied it to an existing network of cadre in northern Italy. In 1951, the Italian secret service formally agreed to set up a clandestine organization within the military to coordinate with the northern cadres. In 1952, SIFAR received secret orders from Washington to adopt ``a series of political, paramilitary and psychological operations destined to diminish the power of the Italian Communist Party, its material resources, and its influence on government. This priority objective must be attained by all means.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>10</B></FONT> </div> <div> Operation Demagnetize marked the institutional hardening of Gladio. A State Department historian characterized it as the ``strategy of stabilization,'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>11</B></FONT> although it could be more accurately described as one of destabilization. From the start, the offensive was secretly directed and funded by the U.S. government. In 1956, the arrangement was formalized in a written agreement, using the name ``Gladio'' for the first time. According to 1956 documents uncovered in Italy in 1990, Gladio was divided into independent cells coordinated from a CIA camp in Sardinia. These ``special forces'' included 40 main groups. Ten specialized in sabotage, six each in espionage, propaganda, evasion and escape tactics, and 12 in guerrilla activities. Another division handled the training of agents and commandos. These ``special forces'' had access to underground arms caches, which included hand guns, grenades, high-tech explosives, daggers, 60-millimeter mortars, 57-millimeter machine guns and precision rifles. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>12</B></FONT> </div> <div> In 1956, Gen. Giovanni De Lorenzo was named to head SIFAR on the recommendation of U.S. Ambassador Claire Boothe Luce, the avidly anticommunist wife of the publisher of Time magazine. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>13</B></FONT> A key player in Gladio was now in place. In 1962, the CIA helped place De Lorenzo at the head of the national police (carabinieri), while he retained effective control of the secret service. </div> <div> The general brought with him 17 lieutenants to begin purging insufficiently right-wing officers. It was the first step to a right-wing coup attempt, with U.S. military attaché Vernon Walters in the vanguard. In a memo to De Lorenzo the same year, Walters suggested types of intervention aimed at provoking a national crisis, including blocking a center-left coalition, creating schisms among the socialists, and funding forces favorable to the status quo. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>14</B></FONT> </div> <div> Meanwhile, according to CIA files found in Rome in 1984, CIA station chief William Harvey began to recruit ``action teams'' based on a list of 2,000 men capable of throwing bombs, conducting attacks, and accompanying these actions with indispensable propaganda. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>15</B></FONT> These teams had a chance to practice their skills in 1963 as part of an anti-union offensive. U.S.-trained gladiators dressed as police and civilians attacked construction workers peacefully demonstrating in Rome, leaving some 200 wounded and a large section of the city in shambles. The link to Gladio was made in later testimony by a former general in the secret service. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>16</B></FONT> </div> <div> SIFAR Lt. Col. Renzo Rocca was also training a civil militia composed of ex-soldiers, parachutists and members of Junio Valerio ``Black Prince'' Borghese's paramilitary organization, Decima MAS (Tenth Torpedo Boat Squadron), for the pending coup. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>17</B></FONT> President Antonio Segni reportedly knew of the plan, which was to conclude with the assassination of Prime Minister Aldo Moro, under fire for not being tough enough with the communists. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>18</B></FONT> </div> <div> The long-planned takeover, known later as Plan Solo, fizzled in March 1964, when the key carabinieri involved remained in their barracks. As a subsequent inquiry moved to question Rocca about the coup attempt, he apparently killed himself, possibly to fulfill Gladio's oath of silence. After officials determined that state secrets were involved, three hamstrung inquiries failed to determine the guilty parties. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>19</B></FONT> </div> <bR> <div> <B>THE STRATEGY OF TENSION</B></div> <div> Despite the failure of Plan Solo, the CIA and the Italian right had largely succeeded in creating the clandestine structures envisioned in Operation Demagnetize. Now the plotters turned their attention to a renewed offensive against the left. </div> <div> To win intellectual support, the secret services set up a conference in Rome at the luxurious Parco dei Principi hotel in May 1965, for a ``study'' of ``revolutionary war.'' The choice of words was inadvertently revealing, since the conveners and invited participants were planning a real revolution, not just warning of an imaginary communist takeover. The meeting was essentially a reunion of fascists, right-wing journalists, and military personnel. ``The strategy of tension'' that emerged was designed to disrupt normality with terror attacks in order to create chaos and provoke a frightened public into accepting still more authoritarian government. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>20</B></FONT> </div> <div> Several ``graduates'' of this exercise had long records of anticommunist actions and would later be implicated in some of Italy's worst massacres. One was journalist and secret agent Guido Giannettini. Four years earlier, he had conducted a seminar at the U.S. Naval Academy on ``The Techniques and Prospects of a Coup d'Etat in Europe.'' Another was notorious fascist Stefano Delle Chiaie, who had reportedly been recruited as a secret agent in 1960. He had organized his own armed band known as Avanguardia Nationale (AN), whose members had begun training in terror tactics in preparation for Plan Solo. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>21</B></FONT> </div> <div> General De Lorenzo, whose SIFAR had now become SID, soon enlisted these and other confidants in a new Gladio project. They planned to create a secret parallel force alongside sensitive government offices to neutralize subversive elements not yet ``purified.'' Known as the Parallel SID, its tentacles reached into nearly every key institution of the Italian state. Gen.Vito Miceli, who later headed SID, said he set up the separate structure ``at the request of the Americans and NATO.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>22</B></FONT> </div> <bR> <div> <B>FRATERNAL BONDS</B></div> <div> Two ancient, mysterious, international fraternities kept the loosely-linked Gladio programs from flying apart. The Knights of Malta played a formative role after the war (see box), but the order of Freemasonry and its most notorious lodge in Italy, known as Propaganda Due (pronounced ``doo-ay'' ), or P-2, was far more influential. In the late 1960s, its ``Most Venerable Master'' was Licio Gelli, a Knight of Malta who fought for Franco with Mussolini's Black Shirts. At the end of World War II, Gelli faced execution by Italian partisans for his Nazi collaboration, but escaped by joining the U.S. Army Counter Intelligence Corps. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>23</B></FONT> In the 1950s, he was recruited by SIFAR. </div> <div> After some years of self-imposed exile in Argentine fascist circles,24 he saw his calling in Italy as a Mason. Quickly rising to its top post, he began fraternizing in 1969 with Gen. Alexander Haig, then assistant to Henry Kissinger, President Nixon's national security chief. Gelli became the main intermediary between the CIA and SID's De Lorenzo, also a Mason and Knight. Gelli's first order from the White House was reportedly to recruit 400 more top Italian and NATO officials. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>25</B></FONT> </div> <div> To help ferret out dissidents, Gelli and De Lorenzo began compiling personal dossiers on thousands of people, including legislators and clerics. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>26</B></FONT> Within a few years, scandal erupted when an inquiry found 157,000 such files in SID, all available to the Ministers of Defense and Interior. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>27</B></FONT> Parliament ordered 34,000 files burned, but by then the CIA had obtained duplicates for its archives. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>28</B></FONT> </div> <bR> <div> Provocateurs on the Right</div> <div> In 1968, the Americans started formal commando training for the gladiators at the clandestine Sardinian ``NATO'' base. Within a few years, 4,000 graduates had been placed in strategic posts. At least 139 arms caches, including some at carabinieri barracks, were at their disposal. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>29</B></FONT> To induce young men to join such a risky venture, the CIA paid high salaries and promised that if they were killed, their children would be educated at U.S. expense. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>30</B></FONT> </div> <div> Tensions began to reach critical mass that same year. While dissidents took to the streets all over the world, in Italy, takeovers of universities and strikes for higher wages and pensions were overshadowed by a series of bloody political crimes. The number of terrorist acts reached 147 in 1968, rising to 398 the next year, and to an incredible peak of 2,498 in 1978 before tapering off, largely because of a new law encouraging informers ( penitenti ). <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>31</B></FONT> Until 1974, the indiscriminate bombers of the right constituted the main force behind political violence. </div> <div> The first major explosion occurred in 1969 in Milan's Piazza Fontana; it killed 18 people and injured 90. In this and numerous other massacres, anarchists proved handy scapegoats for fascist provocateurs seeking to blame the left. Responding to a phone tip after the Milan massacre, police arrested 150 alleged anarchists and even put some on trial. But two years later, new evidence led to the indictment of several neofascists and SID officers. Three innocent anarchists were convicted, but later absolved, while those responsible for the attack emerged unpunished by Italian justice. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>32</B></FONT> </div> <div> Conclusive Gladio links to political violence were found after a plane exploded in flight near Venice in November 1973. Venetian judge Carlo Mastelloni determined that the Argo-16 aircraft was used to shuttle trainees and munitions between the U.S. base in Sardinia and Gladio sites in northeast Italy.33 The apogee of right-wing terror came in 1974 with two massacres. One, a bombing at an antifascist rally in Brescia, killed eight and injured 102. The other was an explosion on the Italicus train near Bologna, killing 12 and wounding 105. At this point, President Giovanni Leone, with little exaggeration, summed up the situation: "With 10,000 armed civilians running around, as usual, I'm president of shit." <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>34</B></FONT> </div> <div> At Brescia, the initial call to police also blamed anarchists, but the malefactor later turned out to be a secret agent in the Parallel SID. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>35</B></FONT> A similar connection was also alleged in the Italicus case. Two fascists who were eventually convicted were members of a clandestine police group called the Black Dragons, according to the left-wing paper, Lotta Continua. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>36</B></FONT> Their sentences were also overturned. Although in these and other cases, many leftists were arrested and tried, fascists or neofascists were often the culprits, in league with Gladio groups and the Italian secret services. Reflecting the degree to which these forces controlled the government through the Parallel SID, nearly all the rightists implicated in these atrocities were later freed. </div> <div> By 1974, right-wing terror began to be answered by the armed left, which favored carefully targeted hit-and-run attacks over the right's indiscriminate bombings. For the next six years, leftist militants, especially the Red Brigades, responded with a vengeance, accounting for far more acts of political violence than the right. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>37</B></FONT> For several years, Italy plunged into a virtual civil war. </div> <bR> <div> <B>PLOTTING COUPS D'ETAT</B></div> <div> Meanwhile, groups of right-wingers were busy planning more takeovers of the elected government, with the active encouragement of U.S. officials. A seminal document was the 1970 132-page order on ``stability operations'' in ``host'' countries, published as Supplement B of the U.S. Army's Field Manual 30-31. Taking its cue from earlier NSC and CIA papers, the manual explained that if a country is not sufficiently anticommunist, ``serious attention must be given to possible modifications of the structure.'' If that country does not react with adequate ``vigor,'' the document continues, ``groups acting under U.S. Army intelligence control should be used to launch violent or nonviolent actions according to the nature of the case.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>38</B></FONT> </div> <div> With such incendiary suggestions and thousands of U.S.-trained guerrillas ready, the fascists again attempted to take over the government by force in 1970. This time, the instigator was the ``Black Prince'' Borghese. Fifty men under the command of Stefano Delle Chiaie seized the Interior Ministry in Rome after being let in at night by an aide to political police head Federico D'Amato. But the operation was aborted when Borghese received a mysterious phone call later attributed to General Vito Miceli, the military intelligence chief. The plotters were not arrested; instead, they left with 180 stolen machine guns. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>39</B></FONT> </div> <div> News of the attack remained secret until an informer tipped the press three months later. By then, the culprits had escaped to Spain. Although the ringleaders were convicted in 1975, the verdict was overturned on appeal. All but one of the machine guns were returned earlier. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>40</B></FONT> </div> <div> It was in this atmosphere that the U.S. decided to make another all-out effort to block the communists from gaining strength in the 1972 elections. According to the Pike Report, the CIA disbursed $10 million to 21 candidates, mostly Christian Democrats. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>41</B></FONT> That amount did not include $800,000 that Ambassador Graham Martin, going around the CIA, obtained through Henry Kissinger at the White House for General Miceli. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>42</B></FONT> Miceli would later face charges for the Borghese coup attempt but, fitting the pattern, he was cleared. </div> <div> Police foiled another attempted coup that same year. They found hit lists and other documents exposing some 20 subversive groups forming the Parallel SID structure. Roberto Cavallaro, a fascist trade unionist, was implicated, as were highly placed generals, who said they got approval from NATO and U.S. officials. In later testimony, Cavallaro said the group was set up to restore order after any trouble arose. ``When these troubles do not erupt [by themselves],'' he said, ``they are contrived by the far right.'' Gen. Miceli was arrested, but the courts eventually freed him, declaring that there had been no insurrection. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>43</B></FONT> </div> <div> Still another right-wing attempt to overthrow the government was set for 1974, reportedly with the imprimatur of both the CIA and NATO. Its leader was Edgardo Sogno, one of Italy's most decorated resistance fighters, who had formed a Gladio-style group after the war. Sogno, who had gained many influential American friends while working at the Italian embassy in Washington during the 1960s, was later arrested, but he, too, was eventually cleared. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>44</B></FONT> </div> <bR> <div> <B>GLADIO UNRAVELS</B></div> <div> A triple murder at Peteano near Venice in May 1972 turned out to be pivotal in exposing Gladio. The crime occurred when three carabinieri, in response to an anonymous phone call, went to check out a suspicious car. When one of them opened the hood, all three were blown to bits by a boobytrap bomb. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>45</B></FONT> An anonymous call two days later implicated the Red Brigades, the most active of the left's revolutionary groups. The police immediately rounded up 200 alleged communists, thieves and pimps for questioning, but no charges were brought. Ten years later, a courageous Venetian magistrate, Felice Casson, reopened the long-dormant case only to learn that there had been no police investigation at the scene. Despite receiving a false analysis from a secret service bomb expert and confronting numerous obstructions and delays, the judge traced the explosives to a militant outfit called New Order and to one of its active members, Vincenzo Vinciguerra. He promptly confessed and was sentenced to life, the only right-wing bomber ever locked up. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>46</B></FONT> </div> <div> Vinciguerra refused to implicate others, but described the coverup: </div> <div> "The carabinieri, the Ministry of Interior, the Customs and Excise police, the civilian and military secret services all knew the truth behind the attack, that I was responsible and all this within 20 days. So they decided, for totally political reasons, to cover it up. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>47</B></FONT>"</div> <div> As for his motive, the fascist true believer Vinciguerra said his misdeed was ``an act of revolt against the manipulation'' of neofascism since 1945 by the whole Gladio-based parallel structure. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>48</B></FONT> </div> <div> Casson eventually found enough incriminating evidence to implicate the highest officials of the land. In what was the first such request to an Italian president, Casson demanded explanations from President Francesco Cossiga. But Casson didn't stop there; he also demanded that other officials come clean. In October 1990, under pressure from Casson, Prime Minister Giulio Andreotti ended 30 years of denials and described Gladio in detail. He added that all prime ministers had been aware of Gladio, though some later denied it. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>49</B></FONT> </div> <div> Suddenly, Italians saw clues to many mysteries, including the unexplained death of Pope John Paul I in 1978. Author David Yallop lists Gelli as a suspect in that case, saying that he, ``for all practical purposes, ran Italy at the time.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>50</B></FONT> </div> <bR> <div> <B>MEMENTO MORO</B></div> <div> Perhaps the most shocking political crime of the 1970s was the kidnapping and murder of Prime Minister Aldo Moro and five of his aides in 1978. The abduction occurred as Moro was on his way to submit a plan to strengthen Italian political stability by bringing communists into the government. </div> <div> Earlier versions of the plan had sent U.S. officials into a tizzy. Four years before his death, on a visit to the U.S. as foreign minister, Moro was reportedly read the riot act by Secretary of State Henry Kissinger and later by an unnamed intelligence official. In testimony during the inquiry into his murder, Moro's widow summed up their ominous words: ``You must abandon your policy of bringing all the political forces in your country into direct collaboration...or you will pay dearly for it.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>51</B></FONT> </div> <div> Moro was so shaken by the threats, according to an aide, that he became ill the next day and cut short his U.S. visit, saying he was through with politics. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>52</B></FONT> But U.S. pressure continued; Senator Henry Jackson (D-Wash.) issued a similar warning two years later in an interview in Italy. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>53</B></FONT> Shortly before his kidnapping, Moro wrote an article replying to his U.S. critics, but decided not to publish it. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>54</B></FONT> </div> <div> While being held captive for 55 days, Moro pleaded repeatedly with his fellow Christian Democrats to accept a ransom offer to exchange imprisoned Red Brigade members for his freedom. But they refused, to the delight of Allied officials who wanted the Italians to play hardball. In a letter found later, Moro predicted: ``My death will fall like a curse on all Christian Democrats, and it will initiate a disastrous and unstoppable collapse of all the party apparatus.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>55</B></FONT> </div> <div> During Moro's captivity, police unbelievably claimed to have questioned millions of people and searched thousands of dwellings. But the initial judge investigating the case, Luciano Infelisi, said he had no police at his disposal. ``I ran the investigation with a single typist, without even a telephone in the room.'' He added that he received no useful information from the secret services during the time. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>56</B></FONT> Other investigating magistrates suggested in 1985 that one reason for the inaction was that all the key officers involved were members of P-2 and were therefore acting at the behest of Gelli and the CIA. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>57</B></FONT> </div> <div> Although the government eventually arrested and convicted several Red Brigade members, many in the press and parliament continue to ask whether SID arranged the kidnapping after receiving orders from higher up. Suspicions naturally turned toward the U.S., particularly Henry Kissinger, though he denied any role in the crime. In Gladio and the Mafia, Washington had the perfect apparatus for doing such a deed without leaving a trace. </div> <bR> <div> <B>PENETRATING THE RED BRIGADES</B></div> <div> That the Red Brigades had been thoroughly infiltrated for years by both the CIA and the Italian secret services is no longer contested. The purpose of the operation was to encourage violence from extremist sectors of the left in order to discredit the left as a whole. The Red Brigades were a perfect foil. With unflinching radicalism, they considered the Italian Communist Party too moderate and Moro's opening too compromising. </div> <div> The Red Brigades worked closely with the Hyperion Language School in Paris, with some members not realizing it had CIA ties. The school had been founded by three pseudo-revolutionary Italians, one of whom, Corrado Simioni, had worked for the CIA at Radio Free Europe. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>58</B></FONT> Another, Duccio Berio, has admitted passing information about Italian leftist groups to SID. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>59</B></FONT> Hyperion opened an office in Italy shortly before the kidnapping and closed it a few months later. An Italian police report said Hyperion may be ``the most important CIA office in Europe.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>60</B></FONT> Mario Moretti, one of those who handled arms deals and the Paris connection for the Red Brigades, managed to avoid arrest in the Moro case for three years even though he personally handled the kidnapping. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>61</B></FONT> </div> <div> Venice magistrate Carlo Mastelloni concluded in 1984 that the Red Brigades had for years received arms from the PLO. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>62</B></FONT> Mastelloni wrote that ``the de facto secret service level accord between the USA and the PLO was considered relevant to the present investigation into the ... relationship between the Red Brigades organization and the PLO.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>63</B></FONT> One Gladio scholar, Phillip Willan, concludes that ``the arms deal between the PLO and the Red Brigades formed part of the secret accord between the PLO and the CIA.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>64</B></FONT> His research indicates that the alleged deal between the CIA and the PLO occurred in 1976, a year after the U.S. promised Israel that it would have no political contacts with the PLO. </div> <div> At the time of the Moro kidnapping, several leaders of the Brigades were in prison, having been turned in by a double agent after they kidnapped a judge. According to journalist Gianni Cipriani, one of those arrested was carrying phone numbers and personal notes leading to a high official of SID, who had boasted openly of having agents inside the Red Brigades. Other intriguing finds included the discovery in the Brigade offices of a printing press which had previously belonged to SID and ballistics tests showing more than half of the 92 bullets at the kidnapping scene were similar to those in Gladio stocks. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>65</B></FONT> </div> <div> Several people have noted the unlikelihood of the Red Brigades pulling off such a smooth, military-style kidnapping in the center of Rome. Alberto Franceschini, a jailed member of the Brigades, said, ``I never thought my comrades outside had the capacity to carry out a complex military operation. ... We remembered ourselves as an organization formed by inexperienced young lads.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>66</B></FONT> Two days after the crime, one secret service officer told the press that the perpetrators appeared to have had special commando training. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>67</B></FONT> </div> <div> When letters written by Moro were found later in a Red Brigades site in Milan, investigators hoped they would reveal key evidence. But Francesco Biscioni, who studied Moro's responses to his captors' questions, concluded that important sections had been excised when they were transcribed. Nonetheless, in one uncensored passage, Moro worried about how Andreotti's ``smooth relationships with his colleagues of the CIA'' would affect his fate. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>68</B></FONT> </div> <div> The two people with the most knowledge of Moro's letters were murdered. The Carabiniere general in charge of anti-terrorism, Carlo Alberto Della Chiesa, was transferred to Sicily and killed Mafia-style in 1982, a few months after raising questions about the missing letters. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>69</B></FONT> Maverick journalist Mino Pecorelli was assassinated on a Rome street in 1979 just a month after reporting that he had obtained a list of 56 fascists betrayed to the police by Gelli. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>70</B></FONT> Thomas Buscetta, a Mafia informer under witness protection in the U.S., accused Andreotti of ordering both killings for fear of being exposed. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>71</B></FONT> But an inquiry by his political peers last year found no reason to prosecute the prime minister. </div> <div> Della Chiesa and Pecorelli were only two of numerous witnesses and potential witnesses murdered before they could be questioned by judges untainted by links to Gladio. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>72</B></FONT> President Cossiga, the interior minister when Moro died, told BBC: ``Aldo Moro's death still weighs heavily on the Christian Democrats as does the decision I came to, which turned my hair white, to practically sacrifice Moro to save the Republic.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>73</B></FONT> </div> <bR> <div> <B>THE BOLOGNA TRAIN STATION BOMBING</B></div> <div> A huge explosion at the Bologna train station two years after Moro's death may have whitened the hair of many Italians - not just for the grisly toll of 85 killed and more than 200 injured - but for the official inaction that followed. Although the investigating magistrates suspected neofascists, they were unable to issue credible arrest warrants for more than two years because of false data from the secret services. By that time, all but one of the five chief suspects, two of whom had ties to SID, had skipped the country. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>74</B></FONT> The T4 explosive found at the scene matched the Gladio material used in Brescia, Peteano and other bombings, according to expert testimony before Judge Mastelloni. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>75</B></FONT> </div> <div> In the trial, the judges cited the ``strategy of tension and its ties to `foreign powers.''' They also found the secret military and civilian structure tied into neofascist groups, P-2, and the secret services. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>76</B></FONT> In short, they found the CIA and Gladio. </div> <div> But their efforts to exact justice for the Bologna bombing came to nothing when, in 1990, the court of appeals acquitted all the alleged ``brains.'' P-2 head Gelli went free, as did two secret service chiefs whose perjury convictions were overturned. Four gladiators convicted of participating in an armed group also won appeals. That left Peteano as the only major bombing case with a conviction of the actual bomber, thanks to Vinciguerra's confession. </div> <div> The sorry judicial record in these monstrous crimes showed how completely the Gladio network enveloped the army, police, secret services and the top courts. Thanks to P-2, with its 963 well-placed brothers, <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>77</B></FONT> the collusion also extended into the top levels of media and business. </div> <bR> <div> <B>FRUITS OF GLADIO </B></div> <div> By the early 1980s, however, court data revealed enough CIA fingerprints to provoke strong anti-U.S. sentiment. In 1981, the offices of three U.S. firms in Rome were bombed. In 1982, the Red Brigades kidnapped James L. Dozier, a U.S. general attached to NATO, calling him a ``Yankee hangman.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>78</B></FONT> He was freed after five weeks by police commandos, reportedly with the help of the CIA's Mafia connections. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>79</B></FONT> But damage to the U.S. image has been remarkably constrained considering what the U.S. did to Italian society and government for 50 years in the name of anticommunism. </div> <div> Moro's final prediction came true. Instead of bolstering the center parties, Gladio, helped by the corruption scandals, destroyed them. Instead of destroying the leftists, Gladio revelations helped them win control of major cities while retaining one-third of parliament. By the early 1980s, the Red Brigades were wiped out, but the major sources of right-wing terrorism - the Mafia and the neofascists - remained active.80 </div> <div> The end results lead some to question the whole rationale of U.S. involvement in Italy, particularly in regard to the ``communist menace.'' According to Phillip Willan, who wrote the definitive book on Italian terrorism: </div> <div> "The U.S. has consistently refused to recognize the Italian Communist Party's </div> <div> increasingly wholehearted commitment to the principles of Western democracy and </div> <div> its validity as an alternative to the generally corrupt and incompetent political </div> <div> parties that have governed Italy since the war. Had it done so, much of the </div> <div> bloodshed resulting from the strategy of tension might have been avoided. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>81</B></FONT>" </div> <div> Willan goes on to ask ``whether U.S. and Italian intelligence officials may have deliberately over-emphasized the communist threat in order to give themselves greater power and greater leeway for their own maneuvers.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>82</B></FONT> </div> <bR> <div> <B>THE LESSONS OF GLADIO</B></div> <div> As long as the U.S. public remains ignorant of this dark chapter in U.S. foreign relations, the agencies responsible for it will face little pressure to correct their ways. The end of the Cold War brought wholesale changes in other nations, but it changed little in Washington. In an ironic twist, confessed CIA mole Aldrich Ames has raised the basic question of whether the U.S. needs ``tens of thousands of agents working around the world primarily in and against friendly countries.'' ``The U.S.,'' he adds, ``still awaits a real national debate on the means and ends - and costs - of our national security policies.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>83</B></FONT> </div> <div> The new government in Italy touts itself as a revolution of the disenfranchised, a clean break from the past. But the fascists are back and gaining ground. The anti-Mafia party has been rejected, and the big cartels have tightened their grip on the economy. With P-2 brother Berlusconi continuing to trade on the Cold War fear of communists, the Gladio perpetrators still unpunished, and ``experts'' in Washington raising fears of more terrorism, <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>84</B></FONT> it looks like business as usual in Italy. </div> <div> *************************</div> <div> Gladio's Roots</div> <div> The policies that would evolve into Gladio began nduring World War II, when U.S. anticommunist nphobias combined with geopolitical fears of a victorious USSR to create a holy war against the left. An ``ends justify the means'' atmosphere within the U.S. government and particularly within the Office of Strategic Services (OSS), fostered the creation of ``Stay Behind'' programs throughout Western Europe, ostensibly as the first line of defense in case the Soviets invaded. </div> <div> But the main worry was internal. The Americans' great fear for Italy was that communist partisans fighting in the north would join with organized labor to bring the left to power. The OSS and its successors were apparently prepared to use any measures to forestall that event, including political assassination, terrorism, and alliances with organized crime. According to one OSS memo to Washington, the U.S. seemed to support a monarchist plan to use ``fascist killers'' to commit acts of terror and blame the left. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>1</B></FONT> U.S. involvement in Italian politics began in 1942, when the OSS successfully pressured the Justice Department to release imprisoned mobster Charles ``Lucky'' Luciano. In return for early freedom, Luciano agreed to make contacts with Mafia pals to ease the way for the U.S. invasion of Sicily in 1943.2 </div> <div> The Luciano deal forged a long-standing alliance between the U.S. and the international Cosa Nostra. It also set a pattern of cooperation between U.S. intelligence agencies and international criminal organizations involved in drugs and arms traffic. The deal's godfather was Earl Brennan, OSS chief for Italy. Before the war, he had served in the U.S. Embassy, using his diplomatic cover to establish contacts with Mussolini's secret police and leading fascists. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>3</B></FONT> </div> <div> The Catholic Church also cooperated. U.S. ties to the Vatican were already substantial; one of the strongest links was a secret fraternity, the Rome-based Sovereign Military Order of Malta, which dates back to the First Crusade. OSS head William ``Wild Bill'' Donovan was a member. So were other top U.S. officials, including Myron Taylor, U.S. envoy to the Vatican from 1939 to 1950, and William Casey, an OSS operative who rose to CIA chief under Reagan. OSS Italy chief Brennan had contacts as early as 1942 with Vatican Under-Secretary of State Gian Battista Montini, who became Pope Paul VI in 1963.4 </div> <div> Among the notable OSS operatives was James Jesus Angleton, the legendary, paranoid, future CIA counter-intelligence chief. Angleton built on family and business connections in Italy to lay the basis of Gladio by forming and financing a clandestine network of right-wing Italians who shared his fierce gung-ho style. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>5</B></FONT> The paramilitary groups were filled with devout anticommunists ready to wage war on the left. He also helped notorious Nazi/fascist mass-murderers such as Junio Valerio ``Black Prince;; Borghese elude justice at war's end. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>6</B></FONT> </div> <div> U.S. officials were worried that the communists and socialists would join forces after the fighting. The communist takeover in Czechoslovakia in 1948 added to their fears. As a result, the U.S. cooked up a variety of plans to manipulate Italian politics. Angleton, who by late 1948 had been promoted to special assistant to CIA director Admiral Roscoe Hillenkoetter, used the Vatican's 20,000 Civic Committees to conduct psychological warfare against communist influences, particularly in the unions. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>7</B></FONT> </div> <div> The newly formed National Security Council (NSC) also joined the fray: ``If the Communist Party wins the [1948] election,'' the NSC advised, ``such aggression should immediately be countered by steps to extend the strategic disposition of U.S. armed forces in Italy.'' <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>8</B></FONT> The Communists did not win that pivotal election (nor any subsequent ones). But that didn't stop the U.S. from trying to destroy the left. The total cost to American taxpayers for such activities (and various aid programs) was $4 billion from the end of the war to 1953. <FONT SIZE="1" COLOR="#333333" FACE="Arial" ><B>9</B></FONT> And that was just the beginning of the U.S. assault on Italian sovereignty. </div> <bR> <bR> </td> </tr></table></body>